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NUEVATRIBUNA.ES - 7.11.2009

En este hostil lugar del desierto más grande del mundo soportan temperaturas extremadamente elevadas que llegan a los 55 grados en algunos días de julio. La escasez de agua es también extrema. Tinduf se encuentra en territorio argelino a medio camino entre Marruecos, el Sahara Occidental, Mauritania y Mali.

Marruecos se anexionó la mayor parte del Sáhara Occidental en 1975 tras la retirada de España, desatando una guerra con el Frente Polisario, que busca la independencia, hasta 1991, cuando Naciones Unidas medió para lograr un alto el fuego.

El país norteafricano ofrece ahora una autonomía limitada para el territorio, mientras que el Polisario, que cuenta con el respaldo del vecino marroquí Argelia, se aferra a la celebración de un referéndum sobre la independencia como única opción. El Polisario ha amenazado con retirarse de las conversaciones respaldadas por la ONU para resolver el 'impasse' a menos que Marruecos libere a siete activistas saharauis detenidos el 8 de octubre, cuando llegaron al país tras visitar los campos de refugiados saharauis en el suroeste de Argelia.

La Coordinadora de Asociaciones Solidarias con el Pueblo Saharaui, CEAS-Sahara, así como AFAPREDESA, la Asociación de Familiares de Presos y Desaparecidos Saharauis, denuncia que las tropas marroquíes de ocupación en el Sahara Occidental persisten en sus políticas de represión y de terror contra la población civil saharaui, como prueban los diversos informes de diferentes organizaciones internacionales de derechos humanos: Human Rights Watch (2008), Amnistía Internacional (Informe Mundial 2008) o el Comité Internacional contra la Tortura; así como las denuncias de instancias internacionales entre las cuales están el Alto Comisariado de Derechos Humanos de la ONU (Informe de misión 2006) o la misión ad hoc del Parlamento Europeo para el Sahara Occidental (Informe de marzo de 2009), entre otros.

Del mismo modo, Marruecos mantiene el muro militar de ocupación de mayor longitud que existe en el mundo; este muro de la vergüenza, repleto de minas antipersona, es un símbolo máximo del crimen contra la humanidad que divide la tierra del Pueblo Saharaui desde hace más de tres décadas.

Los campamentos reciben regularmente visitas de delegaciones muy diversas que pretenden demostrar su solidaridad. Las organizaciones humanitarias, como hemos visto, denuncian regularmente la violación de los Derechos Humanos que padece el pueblo saharaui. Ningún país reconoce el control del Sáhara Occidental por parte de Marruecos pero el Consejo de Seguridad de la ONU está dividido: algunos estados no alineados respaldan al Polisario, pero Francia y EEUU apoyan la propuesta de autonomía marroquí.

Recientemente, Marruecos recibió la visita de la secretaria de Estado de EEUU, Hillary R. Clinton, donde hizo unas declaraciones tachadas de 'escandalosas' por los observadores del conflicto saharaui. En síntesis, Clinton dijo a la agencia oficial marroquí que Marruecos es un país cuyas "reformas" resultan envidiables y la "autonomía" para el Sahara es una "buena" "solución". Estas afirmaciones coinciden con lo que organizaciones como Reporteros Sin Fronteras han calificado como "la mayor oleada represora desde que accedió Mohamed VI al trono" que se sustancia en los siguientes hechos:
  • Encarcelamiento de periodistas marroquíes por indagar acerca de la salud de Mohamed VI.
  • Cierre de periódicos por publicar caricaturas.
  • Censura de medios extranjeros como "Le Monde" y "El País".
  • Detenciones de marroquíes por querer ejercer su libertad religiosa.
  • Denuncia de Human Rights Watch de que la libertad de asociación en Marruecos es ficticia.

En este punto, conviene recordar que cuando se publicó la relación de donantes de la Fundación Clinton, se confirmó que uno de los más generosos es Mohamed VI, lo que sin duda explica las simpatías de la secretaria de Estado hacia su régimen.

Y en este contexto es en el que Mohamed VI pretende llevar adelante su plan de autonomía para el Sáhara. Un plan que preve la descentralización del territorio pero manteniendo la ocupación marroquí sobre la antigua colonia española, es decir, lo que el Frente Polisario ha definido como "la perpetuación de la colonización sobre el Sáhara Occidental".

El pasado mes de agosto, después de que el rey de Marruecos expresara su intención de reactivar el proceso con motivo del décimo aniversario de su reinado, el delegado del Frente Polisario en España, Bucharaya Beyun, lo daba por muerto y aseguraba que el pueblo saharaui "no está dispuesto a discutirlo ni con Marruecos, ni con la ONU, ni con nadie".

Bucharaya dejaba claro que "para el Sahara, la cuestión no es ser autonomía o no autonomía. Es un proceso de descolonización inconcluso, por lo que se debe discutir no lo que nos ofrece Marruecos, sino que la comunidad internacional le dé al pueblo saharaui el derecho a que se exprese libremente y decida su futuro".

El Sáhara, ese peligroso nido de 'traidores', según el rey de Marruecos...