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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 12.04.2009

En mitad de las protestas, uno de los más destacados cabecillas de los manifestantes antigobierno ha pedido en un comunicado a los seguidores de las provincias de Tailandia que se dirijan a Bangkok, la capital, para forzar la caída del Gobierno.

Jatuporn Promphan ha señalado, mediante un mensaje emitido por una de las cadenas de radio que son afines al ex mandatario Thaksin Shinawatra, que el estado de derecho no rige ya en Tailandia y que los "camisetas rojas", llamados así por el color de las prendas que visten, tienen que echar abajo al Gobierno del primer ministro Abhisit Vejjajiva.

Por su parte, el Gobierno de Tailandia ha declarado el estado de excepción en Bangkok y en otras cinco provincias vecinas de la capital, con la finalidad de restaurar el orden y acabar con las protestas antigubernamentales iniciadas ayer en por los opositores al líder tailandés.

En un comunicado anunciado por la televisión estatal, el Gobierno ha indicado que la Policía y Ejército se encargarán de aplicar las normas que conlleva el estado de excepción. El decreto prohíbe las reuniones de mas de cinco personas y las concentraciones públicas que las autoridades consideren que pueden suponer una amenaza para el orden público.

ACORDONAN EL PALACIO REAL

El Ejército ha bloqueado todas las calles de Bangkok que conducen al Palacio del Rey de Tailandia, Bhumibol Adulyadej, después de que el Gobierno declarara el estado de excepción en la capital.

Además del Palacio Real de Chitralada, ubicado a medio camino entre la parte vieja y la nueva de Bangkok, las Fuerzas Armadas han desplegado unidades del Ejercito de Tierra, Armada, y Fuerza Aérea en al menos otros cincuenta puntos de la metrópoli, así como en varios barrios de la periferia, según ha indicado la Comandancia Suprema.

En torno a un millar de agentes antidisturbios, pertrechados con gases lacrimógenos, han sido enviados el Palacio de Gobierno, cercado desde hace dos semanas por los miembros del Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura, que exige la dimisión del primer ministro Abhisit Vejjajiva.

El Frente busca con estas protestas derribar el Gobierno y abrir la puerta para el regreso al país del ex primer ministro Thaksin Shinawatra, depuesto en una asonada en 2006 y residente en el exilio desde el pasado verano.

Un portavoz del Ejército dijo que, si hasta la fecha los cuerpos de seguridad evitaron los enfrentamientos, había llegado el momento de actuar y pidió a la población que mantenga la calma y no tema la presencia de los tanques en las calles.

La declaración de estado de excepción en la capital y en las provincias vecinas de Nonthaburi, Samut Prakan, Pathum Thani, Nakhon Pathon, y Ayutthaya, llega un día después de que varios cientos de detractores del Gobierno asaltaran la sede de la Cumbre asiática , y forzaran su cancelación.

Ayer, el primer ministro Abhisit Vejjajiva decretó el estado de excepción en la ciudad de Pattaya, al este de la capital y donde debía celebrarse la conferencia, aunque la medida estuvo en vigor apenas seis horas.

En una comparecencia televisada, el primer ministro justificó que la medida era necesaria para atajar los problemas de seguridad antes de que se tornen incontrolables.

DISPARAN AL COCHE DEL PRIMER MINISTRO

Por otra parte, en Bangkok unos desconocidos han disparado al coche oficial del primer ministro de Tailandia, Abhisit Vejjajiva, cuando éste huída del Ministerio del Interior, según ha informado la radio estatal.

A primeras horas de la mañana se habían concentrado en el edificio decenas de manifestantes antigubernamentales para protestar contra la detención de uno de sus cabecillas.

Según testigos, efectivos de las fuerzas de seguridad intentaron disolver mediante disparos a un grupo de manifestantes que se abalanzó sobre el vehículo del primer ministro.

En mitad de la caótica situación, cerca de medio centenar de detractores del Gobierno han entrado en las dependencias del Ministerio del Interior sin encontrar apenas resistencia por parte de los soldados que están desplegados ante las puertas del edificio.

El primer ministro tailandés huye tras declarar el estado de excepción