jueves. 25.04.2024
Ollanta Humala y Dilma Rousseff.
Ollanta Humala y Dilma Rousseff.

El presidente peruano se muestra decidido a dar un giro a la política exterior de su país, impulsando la integración regionalComo reafirmación de su vocación latinoamericana, inmediatamente después de ganar las elecciones, Humala inició una gira por la región: Brasil, Paraguay, Uruguay, Argentina y Chile son los primeros destinos. Ya anunció que en julio, antes de la asunción, el 28 de julio, irá a Bolivia, Ecuador, Colombia y Venezuela.

El próximo presidente peruano se muestra decidido a dar un giro a la política exterior de su país, impulsando la integración regional. “Perú va a buscar los mecanismos necesarios para integrar las comisiones del Mercosur con el propósito de aportar nuestra cuota de soluciones a los problemas comunes”, dijo Humala al término de su encuentro con Cristina Fernández. Es consciente de que los diez Tratados de Libre Comercio (TLC) que Perú ha firmado con diferentes países son un obstáculo, ya que van contra la normativa arancelaria del Mercosur. Entre ellos, el TLC firmado por Alan García y George W. Bush  en 2009. Confía en que se podrá “avanzar poco a poco, a través de mecanismos políticos”.

El Mercosur está formado por cuatro miembros plenos: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. La incorporación de Venezuela está pendiente de la ratificación por parte del Senado paraguayo. Y tiene, además, seis países asociados, entre los que se encuentra Perú, además de Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador y México. En este sentido, Humala expresó que “Latinoamérica es un espacio importante en cuanto a capitales y población y podemos construir un mercado muy sólido”.

En cuanto a las relaciones bilaterales, en su encuentro con la Jefa de Estado de Brasil, Dilma Rousseff, el próximo presidente de Perú recibió una amplia oferta de cooperación en todos los campos y, especialmente, en el desarrollo de la extensa frontera que comparten ambos países y en el combate a la pobreza. Sobre el primer aspecto, es “la frontera menos dinámica y menos desarrollada”, sostuvo Humala y acordaron intervenir mediante políticas de desarrollo conjunto. Respecto al segundo, señaló que “Brasil es un modelo exitoso, que ha logrado crecimiento con estabilidad macroeconómica e inclusión social” y destacó que la experiencia de Brasil en el combate a la pobreza puede ser una gran ayuda para Perú.  

La visita de Humala a Paraguay coincidió con la aprobación por parte de la mayoría del Senado de la incorporación de ese país a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), luego de tres años de haber firmado el Tratado Constitutivo. Se entrevistó con el presidente Fernando Lugo, al igual que luego lo haría con el uruguayo José Mujica, poniéndose el acento en el interés de incrementar la cooperación en el combate a la pobreza y la integración regional.

En el encuentro con la presidenta argentina Cristina Fernández, ambos mandatarios destacaron los lazos que unen a ambos países, desde los históricos, como la participación de San Martín en la lucha de la independencia peruana en el siglo XIX hasta la presencial actual de 300 mil peruanos que viven actualmente en Argentina, pasando por el incremento comercial en los últimos años pero con una balanza muy desfavorable a Perú: mientras Argentina, el año pasado, exportó granos (soja, maíz y trigo) por valor de 1300 millones de dólares, el país andino apenas alcanzó los 230 millones de dólares.

Humala dio por saldado el conflicto surgido a partir de la venta de armas argentinas a Ecuador, en 1995, cuando el presidente de Argentina era Carlos Menem. El 23 de marzo del año pasado, Cristina Fernández viajo a Lima y pidió disculpas públicas por ese episodio. “Este es un nuevo capítulo de las relaciones entre los dos países”, afirmó. La Argentina y Perú “son pueblos hermanos, y Perú demostró en los últimos conflictos que está identificado con todas las causas argentinas”, concluyó Humala. En este sentido, Cristina Fernández se refirió al apoyo que Perú brindó a Argentina durante el conflicto de las islas Malvinas, en 1982, cuando el entonces presidente peruano, Fernando Balaúnde Terry,  fue el canal diplomático a través del que Estados Unidos trató de iniciar una negociación que evitara la guerra.  

La última parada, Chile, es también la más difícil, dada la controversia de delimitación marítima que mantienen ambos países. Según la posición chilena, los límites marítimos están fijados por dos tratados firmados en 1952 y 1954 pero Perú considera que son sólo acuerdos pesqueros y presentó el caso en la Corte Internacional de Justicia, en 2008.

Tras la reunión con Humala, el presidente Sebastián Piñera afirmó que ambos países van a respetar el fallo del Tribunal de La Haya, “como dos países civilizados vamos a resolver esas diferencias, de acuerdo a los tratados internacionales, de acuerdo al derecho internacional. Pero lo más importante es que tenemos un futuro lleno de oportunidades”. En tono de broma, agregó que ambos países están, efectivamente, en guerra: “hemos concordado con el presidente Ollanta Humala en que estamos en guerra... En guerra contra la pobreza, contra la ignorancia, contra el subdesarrollo y contra la droga. Y esa guerra la vamos a dar mejor si nos unimos y colaboramos”. Humala le siguió el juego pero añadió que además de combatir juntos la pobreza es necesario establecer mayor reciprocidad comercial entre ambos países”.

De regreso a Lima, el futuro presidente de Perú escribió en twitter: “Traigo un balance positivo, hay una serie de oportunidades en temas comerciales y culturales que no podemos desaprovechar”.

El próximo encuentro será en Lima, el 28 de julio, cuando Humala asuma la presidencia de un país que crece a tasas chinas (más del 8% anual) desde hace casi una década pero que tiene un 35% de la población en la pobreza y un 12% en la extrema pobreza.

El Perú de Ollanta Humala mira al sur