jueves. 25.04.2024
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 13.4.2009

El primer ministro de Tailandia, Abhisit Vejjajiva, ha instado a los manifestantes antigubernamentales a retirarse de las calles de Bangkok y ha pedido a la población que coopere para restablecer el orden en la capital.En un discurso televisado, Vejjajiva ha confirmado que cuatro soldados resultaron heridos por disparos de los activistas durante la carga del Ejército para desalojar una intersección que bloqueaban en el casco viejo de la ciudad.

Hay al menos 77 personas heridas, dos en estado crítico, según los servicios de emergencia. El movimiento opositor de los "camisas rojas" ha denunciado que varios de sus miembros sufrieron heridas de bala y han condenado el uso de fuego real por parte de las autoridades en la protesta. Las secuencias de televisión mostraron soldados disparando al aire. También se lanzaron gases lacrimógenos, según periodistas de la televisión. Varios cientos de soldados estaban desplegados en la operación.

Los manifestantes se han desatado tras la detención de uno de los cabecillas, han asaltado el Ministerio del Interior y se han abalanzado, armados con palos y armas de fuego, contra el coche del ministro de Interior. El combate tuvo lugar sobre las cuatro de la madrugada hora local (media noche hora española) y dejó cerca de 77 heridos entre soldados y opositores heridos, según publicó el diario. Se oyeron disparos hasta las cinco de la mañana (01:00 hora española) pero no tan intensos como al inicio de las represalias contra los manifestantes.

VIOLENTOS ENFRENTAMIENTOS

Las autoridades han respondido con disparos ante los "camisetas rojas", que persiguen la caída del Gobierno. Más de 400 soldados trataban de detener los disturbios, incluso con bombas de humo y gases lacrimógenos para despejar el cruce Din Daeng, uno de los principales de la ciudad.

El coronel y portavoz del Ejército Sansern Kaewkamnerd ha dicho que 300 opositores estaban en el área cuando las Fuerzas de Seguridad, entre las que se incluyen soldados y policías, fueron allí. Según sus declaraciones, las tropas primero intentaron negociar con los manifestantes, quienes estaban armados con cócteles molotov y gases lacrimógenos. Las conversaciones, ha añadido, se rompieron después de que los opositores intentaran embestir con autobuses contra los soldados. "Las tropas tuvieron que disparar al aire. Repito, dispararon al aire y entraron en acción contra los opositores", ha asegurado.

El portavoz ha añadido que se han realizado algunos arrestos pero que los "participantes reacios" de la protesta, que fueron forzados a aparentar ser opositores, han sido puestos en libertad. Kaewkamnerd ha señalado que "se llevarán a cabo operaciones similares en otras áreas". Varios cruces de la capital estaban aún ocupados durante la madrugada por los opositores, quienes usan autobuses como barricadas para cortar las calles, lo que provoca grandes atascos y caos circulatorio.

Las tropas pronto comenzarán a desalojar a los manifestantes concentrados delante de edificios oficiales y que están formando una cadena humana alrededor del palacio gubernamental para que los soldados no puedan abortar la manifestación que tienen previsto celebrar la tarde de este lunes. En las últimas horas, unidades de las Fuerzas Armadas han sido desplegadas por toda la zona metropolitana y partes de la periferia, y ha cerrado a cal y canta todos los accesos que llevan al Palacio Real.

En el país hay en estos momentos un millar de turistas españoles y todos se encuentran bien y sin problemas, según han declarado las agencias de viajes. El embajador español en Tailandia, Ignacio Sagaz, ha señalado que "la situación es de calma en Bangkok" y que la mayoría de los habitantes de la capital están "de puente en la playa o en sus lugares de origen" celebrando el año nuevo. Sagaz aconseja a los turistas mantenerse alejados de las aglomeraciones y de los "camisetas rojas" y ha avanzado que los opositores y el Gobierno han llegado a un compromiso para que los aeropuertos operen "con normalidad".

CANCELACIÓN DE LA CUMBRE ASIÁTICA

El estado de excepción ha sido declarado la noche del domingo en Bangkok y otras cinco provincias por el primer ministro, Abhisit Vejjajiva, un día después de que las protestas forzaran la cancelación de la Cumbre asiática, que Tailandia organizó en la turística ciudad de Pattaya.

El país asiático vivió una situación similar a finales del año pasado, pero en aquella ocasión fueron los detractores de Shinawatra los que ocuparon durante meses la sede del Gobierno y lograron mantener cerrados una semana los dos aeropuertos de Bangkok. La crisis llegó a su fin cuando el Tribunal Constitucional ordenó el cese del Ejecutivo y permitió, gracias al apoyo de diputados tránsfugas, la llegada al poder del actual primer ministro, Abhisit Vejjajiva, al que ahora los "camisas rojas" exigen que se vaya.

El Ejército tailandés abre fuego contra los manifestantes