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AGENCIAS | 15.02.2009

El Congreso estadounidense aprobó el plan de estímulo económico propuesto por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama: la mayor inyección económica desde 1930, un plan destinado a salvar más de 3,5 millones de empleos y que hace palidecer al legendario New Deal del presidente Roosevelt.

El Senado estadounidense se sumó a la Cámara de Representantes y también aprobó el plan de estímulo, estimado en 787.000 millones de dólares, según informó la cadena estadounidense CNN.

El plan, que ha sufrido numerosos cambios en Capitol Hill a lo largo de la pasada semana, será enviado ahora al despacho del presidente Barack Obama, quien convertirá el proyecto en ley el próximo lunes 16 de febrero, Día del Presidente.

El paquete destinará 120.000 millones de dólares a gastos en infraestructura --en proyectos como reparación de puentes, carreteras, edificios públicos y similares--, así como 100.000 millones para educación y otros 30.000 al ámbito de la energía no contaminante, para crear, como explicó el presidente Obama, "empleos verdes".

Más de 122.000 millones estarán destinados a cubrir los recortes de impuestos para individuos y empresas, y otros 267.000 millones serán empleados en gasto directo, como cupones de comida y otros beneficios para los desempleados.

La Oficina Presupuestaria del Congreso anticipa que el plan creará entre uno y tres millones de nuevos empleos. La mayoría de los individuos disfrutarán de una ayuda de 400 dólares, y 800 dólares para las parejas.

UNA LARGA REUNIÓN

Horas después de que la Cámara de Representantes hiciese lo propio, los senadores votaron el plan y los demócratas, junto con tres republicanos, lograron alcanzar la cifra de 60 votos a favor necesaria para alcanzar la mayoría. Por su parte, 38 senadores votaron en contra.

La discusión se prolongó en la Cámara Alta durante horas, a la espera de que el senador de Ohio Sherrod Brown llegase a Washington desde el funeral de su madre, en Ohio, para lograr el sexagésimo voto. Su respaldo se hizo imprescindible pese a las intenciones inicialmente expresadas por Obama, que siempre apostó por el consenso entre los dos partidos y sólo ha logrado algún respaldo menor entre los republicanos.

Para llegar a tiempo, Brown utilizó un avión fletado por la Casa Blanca. Su oficina alegó que no había ningún vuelo comercial disponible y la votación se trataba de un "asunto oficial", tras el cual el senador regresaría a Ohio junto a su familia.

Poco antes de la última votación, el presidente del Comité de Asignaciones del Senado, el demócrata Daniel Inouye, admitió que el pacto "no resolverá los problemas de un día para otro", pero servirá a Estados Unidos para ganar "la confianza que puede sacarle de esta crisis".

Obama deberá dar el visto bueno definitivo a la enmienda también aprobada ayer por el Senado y que limita los incentivos y otro tipo de remuneraciones a los altos directivos de las compañías y entidades financieras que se acogieron al paquete de rescate de 700.000 millones de dólares promovido cuando George W. Bush aún era presidente.

DIVISIÓN

El plan de estímulo recorta los gastos estatales y reduce los impuestos con el fin de salvar la maltrecha economía nacional, aunque los republicanos lo critican por excesivo, mal enfocado y suponer un lastre para las futuras generaciones.

Ninguno de los representantes de esta formación dio su voto en la Cámara de Representantes, donde el paquete fue aprobado con los votos a favor de 246 diputados y los votos en contra de 183.

El líder demócrata en la Cámara, Steny Hoyer, afirmó que los republicanos están tratando de impulsar el mismo programa económico que ha llevado a la crisis. "Millones y millones de americanos tendrán un recorte de impuestos" gracias a esta medida, explicó el representante, que añadió que muchos "que han perdido sus trabajos y no pueden poner comida en las mesas de sus familias serán ayudados por este proyecto".

"HITO EXTRAORDINARIO"

Obama calificó de "hito extraordinario" la aprobación esta madrugada por parte del Senado estadounidense del plan de rescate económico preparado por su administración, y agradeció a los miembros del Congreso el "consenso alcanzado" para poner en práctica la iniciativa, que será "el principio de la recuperación de Estados Unidos".

En su discurso semanal, Obama recordó que su plan prevé salvar o crear más de tres millones de puestos de trabajo, gracias a la inyección de más de 700.000 millones de dólares en la economía estadounidense, que serán destinados en su mayor parte al desarrollo de proyectos de infraestructuras y educación. "Ayudaremos todos aquellos que han perdido su trabajo y les daremos la ayuda que necesitan", señaló el presidente.

"Se trata de un hito extraordinario en el camino para la recuperación económica del país, y quiero agradecer a los miembros del Congreso el consenso alcanzado para aprobarlo", indicó el presidente. "Tras un debate vivo, repleto de saludables diferencias de opinión, hemos conseguido desarrollar un progreso real y tangible", añadió.

Como viene haciendo las últimas semanas, Obama instó a todos los receptores de la inyección económica a distribuir el dinero de forma responsable y eficiente. "Muchos temen que no seamos capaces de poner en marcha un plan de semejante tamaño y alcance con eficacia. Por eso, nuestro objetivo debe ser la gestión de estos dólares con la máxima responsabilidad posible".

En este sentido, Obama anunció la inminente puesta en marcha de la página web "www.Recovery.gov" a través de la cual "todos los americanos podrán observar a dónde se dirige el dinero. Para el presidente, el plan "es sólo el principio de la recuperación económica" de Estados Unidos.

Finalmente, el presidente estadounidense anunció su intención, en las próximas semanas, de remitir una propuesta a debate sobre el manejo del presupuesto federal para "restaurar la disciplina que demandan estos tiempos tan exigentes".

El Congreso da luz verde al plan de Obama para rescatar al país de la crisis...