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nuevatribuna.es | 30.12.2010

El presidente saliente, Laurent Gbagbo, se niega a entregar el poder a su rival Alassane Ouattara, al que tanto la ONU como Estados Unidos, la Unión Europea y la Unión Africana reconocen como ganador de las elecciones del 28 de noviembre.

Bamba, designado embajador ante la ONU por Ouattara, ha descrito a éste como el legítimo dirigente de Costa de Marfil. "Ha sido elegido en unas elecciones libres, justas, transparentes y democráticas. El resultado ha sido proclamado por la Comisión Electoral Independiente y certificado por la ONU", ha defendido Bamba en rueda de prensa. "Para mí el debate está agotado, ahora se está hablando sobre cómo y cuándo Gbagbo dejará el cargo", ha añadido.

Según el embajador, "ha habido una violación masiva de los Derechos Humanos" y más de 170 muertos durante las protestas que han seguido a las elecciones presidenciales. "Por tanto, uno de los mensajes que intento hacer llegar durante las conversaciones que he mantenido hasta ahora es advertir de que estamos al borde del genocidio. Debería hacerse algo", ha subrayado Bamba.

El diplomático ha explicado que prevé reunirse con todos los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU. "Pretendo reunirme con los quince miembros (...) para explicarles la gravedad de la situación (...) esperamos que la ONU sea creíble y que Naciones Unidas prevenga la violación y evite que se robe la elección al pueblo", ha precisado.

La Asamblea General de la ONU reconoció la semana pasada a Ouattara como el presidente legítimo de Costa de Marfil al aceptar la lista de diplomáticos que éste había remitido a la organización para que fueran reconocidos como los únicos representantes oficiales del país africano en Naciones Unidas.

Costa de Marfil, "al borde del genocidio"