nuevatribuna.es
18 de mayo de 2010, 6:47
NUEVATRIBUNA.ES / AGNESE MARRA - 18.05.2010
Los primeros resultados de la Cumbre UE-ALC se han producido con el grupo de países de Centroamérica. Las negociaciones habían comenzado el pasado jueves, en sesiones maratonianas que tenían como objetivo mostrar acuerdos claros para la Cumbre. Lo han conseguido y este martes han anunciado las bases de los pactos.
El amplio Acuerdo de Asociación está basado en tres pilares: diálogo político, cooperación y libre comercio. Este tipo de pacto es el más avanzado que la UE puede firmar con un país o región. Se le propone a aquellos socios con los que la UE tiene intención de profundizar en su relación, basada en la confianza mutua y en valores y principios compartidos.
El secretario técnico de la presidencia salvadoreña, Alex Segovia, fue el encargado de anunciar el trabajo de las negociaciones y aprovechó para deshacerse en elogios para la UE asegurando que la “flexibilidad de los europeos” fue crucial para poder llegar a buen puerto.
Los últimos escollos se encontraban en el pilar comercial del acuerdo y, especialmente, en el apartado de denominaciones de origen, que suponen reconocer ciertas especificaciones para los productos de la UE.
También había dificultades en el apartado de acceso a mercados por lo que respecta a artículos como el banano y los textiles centroamericanos o los lácteos (principalmente leche en polvo y quesos) de la UE. Los líderes europeos y centroamericanos rubricarán el cierre de las negociaciones de manera solemne el miércoles, durante la cumbre bilateral que mantendrán ambas regiones y a la que si asistirá el presidente hondureño Porfirio Lobo, que no ha acudido al encuentro de todos los líderes, ya que 10 países latinoamericanos no reconocen su Gobierno.
MERCOSUR TENDRÁ QUE ESPERAR
El compromiso entre la UE y MERCOSUR sería el acuerdo de libre comercio más importante de la UE, con un potencial de comercio de 5.000 millones de euros entre dos regiones con 700 millones de ciudadanos. El objetivo principal es ampliar el libre comercio, sin embargo la agricultura se convierte en el quebradero de cabeza de algunos países de la eurozona.
Francia es uno de los menos afines a firmarlo ya que vería especialmente perjudicado el trabajo de sus agricultores, los cuales agrupados en varios sindicatos le han solicitado a Sarkozy que se niegue a firmarlo. La oposición de ciertos países de la UE ha provocado que las negociaciones con MEROSUR se retrasen hasta el próximo mes de julio.
Pero los líderes de ambos continentes – que no negociaban desde 2004- se han mostrado más optimistas que en otras ocasiones. El ministro de Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, ya había anunciado que el camino de la Unión Europea era retomar las conversaciones con Mercosur. "Después de haber estado las negociaciones estancadas, hemos decidido impulsar y reanudar las conversaciones con la voluntad clara de concluirlas", dijo el ministro.
"Yo creo que después de lo que han hecho las dos partes, tengo que saludar el esfuerzo de todos los países de Mercosur, de hacer una oferta muy interesante, en el sentido de abrir el grado de ambición del acuerdo", agregó Moratinos. Pero hasta el mes de julio no se concretará nada. Ahora le toca al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, convencer a Francia para que se anime a poner la última rúbrica.
“HACEN LO QUE LOS OTROS NO QUIEREN”
A pesar de que el tema no estaba previsto en el programa de la Cumbre -entre otras cosas por el duro aprieto que supone para Europa-, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández Kichner ha sido la primera en criticar “las leyes y conductas sancionadoras de la UE con los inmigrantes”.
En este sentido Fernández Kichner ha reclamado un cambio de postura de los 27, para conseguir la integración de unas personas que "generalmente hacen lo que los nacionales no quieren hacer". Pero la argentina también ha aprovechado para sus reivindicaciones personales en relación a las Islas Malvinas. Por ello ha pedido al nuevo gobierno británico que cumpla con las resoluciones de Naciones Unidas. Sobre todo porque "no puede haber" un mundo con doble estándar, y por ello es necesario reconstruir el multilateralismo entre naciones y de una economía realista que genere riqueza y empleo.
FUTUROS RETOS
La crisis económica, el cambio climático, la lucha contra el narcotráfico y contra la pobreza han sido otros de los ejes de discusión con los cuales la UE se ha comprometido para combatirlos. El presidente del Consejo de Europa, Van Rompuy, el ha hecho especial hincapié en la pobreza y ha señalado que se debe hacer lo posible para que puedan "entrar en el mundo de oportunidades en el que vivimos".
En este sentido ha reclamado que no se puede tener un "crecimiento sostenible, sin una gran dimensión social". Por ello la Unión Europea va a impulsar una línea de crédito por valor de 3.000 millones de euros que irá destinada a crear nuevas infraestructuras en Latinoamérica y a desarrollar proyectos para poner en marcha la Fudación EUROLAT.
Los primeros resultados de la Cumbre UE-ALC se han producido con el grupo de países de Centroamérica. Las negociaciones habían comenzado el pasado jueves, en sesiones maratonianas que tenían como objetivo mostrar acuerdos claros para la Cumbre. Lo han conseguido y este martes han anunciado las bases de los pactos.
El amplio Acuerdo de Asociación está basado en tres pilares: diálogo político, cooperación y libre comercio. Este tipo de pacto es el más avanzado que la UE puede firmar con un país o región. Se le propone a aquellos socios con los que la UE tiene intención de profundizar en su relación, basada en la confianza mutua y en valores y principios compartidos.
El secretario técnico de la presidencia salvadoreña, Alex Segovia, fue el encargado de anunciar el trabajo de las negociaciones y aprovechó para deshacerse en elogios para la UE asegurando que la “flexibilidad de los europeos” fue crucial para poder llegar a buen puerto.
Los últimos escollos se encontraban en el pilar comercial del acuerdo y, especialmente, en el apartado de denominaciones de origen, que suponen reconocer ciertas especificaciones para los productos de la UE.
También había dificultades en el apartado de acceso a mercados por lo que respecta a artículos como el banano y los textiles centroamericanos o los lácteos (principalmente leche en polvo y quesos) de la UE. Los líderes europeos y centroamericanos rubricarán el cierre de las negociaciones de manera solemne el miércoles, durante la cumbre bilateral que mantendrán ambas regiones y a la que si asistirá el presidente hondureño Porfirio Lobo, que no ha acudido al encuentro de todos los líderes, ya que 10 países latinoamericanos no reconocen su Gobierno.
MERCOSUR TENDRÁ QUE ESPERAR
El compromiso entre la UE y MERCOSUR sería el acuerdo de libre comercio más importante de la UE, con un potencial de comercio de 5.000 millones de euros entre dos regiones con 700 millones de ciudadanos. El objetivo principal es ampliar el libre comercio, sin embargo la agricultura se convierte en el quebradero de cabeza de algunos países de la eurozona.
Francia es uno de los menos afines a firmarlo ya que vería especialmente perjudicado el trabajo de sus agricultores, los cuales agrupados en varios sindicatos le han solicitado a Sarkozy que se niegue a firmarlo. La oposición de ciertos países de la UE ha provocado que las negociaciones con MEROSUR se retrasen hasta el próximo mes de julio.
Pero los líderes de ambos continentes – que no negociaban desde 2004- se han mostrado más optimistas que en otras ocasiones. El ministro de Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, ya había anunciado que el camino de la Unión Europea era retomar las conversaciones con Mercosur. "Después de haber estado las negociaciones estancadas, hemos decidido impulsar y reanudar las conversaciones con la voluntad clara de concluirlas", dijo el ministro.
"Yo creo que después de lo que han hecho las dos partes, tengo que saludar el esfuerzo de todos los países de Mercosur, de hacer una oferta muy interesante, en el sentido de abrir el grado de ambición del acuerdo", agregó Moratinos. Pero hasta el mes de julio no se concretará nada. Ahora le toca al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, convencer a Francia para que se anime a poner la última rúbrica.
“HACEN LO QUE LOS OTROS NO QUIEREN”
A pesar de que el tema no estaba previsto en el programa de la Cumbre -entre otras cosas por el duro aprieto que supone para Europa-, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández Kichner ha sido la primera en criticar “las leyes y conductas sancionadoras de la UE con los inmigrantes”.
En este sentido Fernández Kichner ha reclamado un cambio de postura de los 27, para conseguir la integración de unas personas que "generalmente hacen lo que los nacionales no quieren hacer". Pero la argentina también ha aprovechado para sus reivindicaciones personales en relación a las Islas Malvinas. Por ello ha pedido al nuevo gobierno británico que cumpla con las resoluciones de Naciones Unidas. Sobre todo porque "no puede haber" un mundo con doble estándar, y por ello es necesario reconstruir el multilateralismo entre naciones y de una economía realista que genere riqueza y empleo.
FUTUROS RETOS
La crisis económica, el cambio climático, la lucha contra el narcotráfico y contra la pobreza han sido otros de los ejes de discusión con los cuales la UE se ha comprometido para combatirlos. El presidente del Consejo de Europa, Van Rompuy, el ha hecho especial hincapié en la pobreza y ha señalado que se debe hacer lo posible para que puedan "entrar en el mundo de oportunidades en el que vivimos".
En este sentido ha reclamado que no se puede tener un "crecimiento sostenible, sin una gran dimensión social". Por ello la Unión Europea va a impulsar una línea de crédito por valor de 3.000 millones de euros que irá destinada a crear nuevas infraestructuras en Latinoamérica y a desarrollar proyectos para poner en marcha la Fudación EUROLAT.
