jueves. 28.03.2024

BP, la 'pesadilla' que persigue a Cameron durante su primera visita a Estados Unidos

La petrolera británica no sólo es responsable de uno de los desastres ecológicos más graves de los últimos tiempos por su vertido al Golfo de México, sino que además admite haber antepuesto sus intereses económicos a cualquier otra consideración al presionar para que se trasladara a Libia al autor del atentado de Lockerbie. Demasiada carga negativa para la primera visita a la Casa Blanca del 'premier'.
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 20.7.2010

Lockerbie es un asunto especialmente irritante en Estados Unidos, país que el primer ministro británico, David Cameron, visita estos días por primera vez desde que ocupa el cargo. La especulación sobre la posible influencia que el gigante petrolífero pudiera haber tenido en la liberación -el año pasado- del terrorista Abdel Basset al Megrahi -condenado por el atentado con bomba contra un avión de pasajeros estadounidense que causó la muerte de 270 personas en 1988-, ha complicado las relaciones de cara a las conversaciones con Barak Obama. Estados Unidos ya se opuso en su momento a la decisión de liberar "por razones humanitarias" al terrorista, y lo ha reiterado a través de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, para quien el hecho de que Al Megrahi pase el resto de sus días en libertad "es un insulto a las familias de las víctimas, la memoria de los que murieron en el atentado de Lockerbie y a todos aquellos que trabajaron incansablemente para garantizar que se haga justicia".

Clinton no ha hecho sino expresar lo que siente su administración tras conocer que BP había admitido haberle señalado a Gordon Brown, antecesor de Cameron al frente del gobierno de Reino Unido, cuáles serían las consecuencias económicas y comerciales de no dar luz verde al traslado a Libia del convicto. Esto, sumado al hecho de que la petrolera cerró un lucrativo acuerdo petrolero con Libia, ha generado una gran indignación en Estados Unidos, donde para colmo de males BP lleva tres meses intentado sellar una fuga de petróleo en el golfo de México.

La oficina de Cameron ha intentado minimizar el asunto situando otros como Afganistán entre las prioridades de la agenda del primer ministro. Él mismo, al ser preguntado en una entrevista con la BBC si la compañía BP presionó para conseguir la liberación del libio, ha echado balones fuera asegurando desconocer lo que sucedió: "No tengo ni idea de lo que hizo BP. No soy responsable de BP". Cameron ha recordado que, como líder de la oposición, en su momento pensó que la liberación de Al Megrahi fue "total y absolutamente errónea". A su juicio, fue condenado por "ser el mayor asesino de masas en la historia británica", por lo que "no vi ningún motivo para liberarlo de prisión y dije esto hace un año, hace un año cuando se nos dijo a todos que sólo tenía dos meses de vida", (en referencia a que Al Megrahi continúa vivo).

El primer ministro británico, por otra parte, ha señalado que defenderá a BP en Washington, ya que existe la posibilidad de que la empresa se enfrente a demandas de indemnización por los negocios y las familias afectadas por el peor derrame de crudo en la historia estadounidense. Además, Afganistán centrará varias de las reuniones entre los dos dirigentes. Reino Unido quiere retirar sus soldados de Afganistán en cinco años, un anuncio que causó cierta inquietud en los círculos militares. Las conversaciones en la Casa Blanca y el Pentágono entre este martes y el miércoles, coincidiendo con una conferencia internacional en Kabul, podrían determinar el realismo de este calendario dado el escaso progreso en la mejora de la seguridad en el terreno.

BP, la 'pesadilla' que persigue a Cameron durante su primera visita a Estados Unidos