sábado. 20.04.2024

Tres años después de que el presidente de Bolivia, Evo Morales, expulsara al embajador de EE.UU. y cerrase la oficina de la agencia antidrogas norteamericana (DEA), ambos países han decidido normalizar sus relaciones, mediante la firma en Washington de un acuerdo marco. De acuerdo al mismo, ambos gobiernos se comprometen a retomar sus relaciones “sobre la base del respeto mutuo y responsabilidades compartidas”.

Retomar sus relaciones “sobre la base del respeto mutuo y responsabilidades compartidas”

El documento habla de un pronto retorno de los embajadores respectivos, pero no hay ninguna fecha marcada. La crisis entre los dos países se produjo en 2008, cuando Evo Morales acusó al entonces embajador americano, Philip Goldberg, de conspirar contra su gobierno, apoyando el movimiento separatista de los departamentos del oriente del país, la llamada media luna, la única parte de Bolivia donde los indígenas no son mayoría.

El texto del acuerdo señala entre sus objetivos una acción mancomunada y efectiva en la lucha contra la producción y tráfico de drogas ilícitas. Cabe recordar que hace tres años, dos meses después de expulsar al embajador norteamericano, le llegaría el turno a la DEA. Armando Loaiza, que fue el primer ministro de Exteriores de Evo Morales, dijo en una entrevista a un canal de televisión local, que sería difícil imaginar un esfuerzo serio para detener el tráfico de drogas que no incluya a la DEA, a la que definió como la organización más poderosas y efectiva para luchar contra el narcotráfico.

Pero el vicepresidente, Álvaro García Linera, afirmó con rotundidad que la DEA no regresará: “no la necesitamos, no necesitamos un organismo de carácter policiaco-político, extranjero en nuestro país”. Y calificó a la DEA como un mecanismo de chantaje político y policial, que utiliza la información que llega a obtener en función a sus cálculos políticos” Afirmó que, aunque con dificultades, los efectivos bolivianos realizan una labor cada vez más eficaz contra el tráfico de drogas y que se está buscando formar con los países vecinos un organismo de inteligencia continental.

“Que no se someten al imperialismo y al capitalismo”

Evo Morales ha venido diciendo, reiteradamente, que la DEA era el instrumento que EE.UU. usa para chantajear a los países “que no se someten al imperialismo y al capitalismo”. Para Morales, la lucha de EE.UU. contra las drogas está impulsada por intereses geopolíticos.

Bolivia es el tercer país productor de hojas de coca y de cocaína, después de Colombia y Perú. Por ley, el gobierno permite el cultivo de 12.000 hectáreas de hojas de coca, destinadas fundamentalmente al uso tradicional (para masticar, té de coca, etc). Pero el año pasado se estima que el cultivo alcanzó las 31.000 hectáreas. Esto llevó al representante de la ONU contra la Droga y el Delito (ONUDD), César Guedes, a estimar que dos tercios de la producción boliviana van a parar a la producción de cocaína.

“Sin que se haya disparado un solo tiro, muertos o heridos, contrariamente a lo que ocurrió durante los gobiernos neoliberales”

No obstante, Evo Morales anunció que antes de terminar este 2011 se habrán erradicado 10.000 hectáreas, gracias a los acuerdos alcanzados con los productores. Acuerdos alcanzados “sin que se haya disparado un solo tiro, muertos o heridos, contrariamente a lo que ocurrió durante los gobiernos neoliberales”.

Este acuerdo marco se venía negociando desde hace un año, aunque en el camino hubo algunos cortocircuitos. El gobierno boliviano acusó a EE.UU. de apoyar la reciente marcha de los indígenas amazónicos, una movilización que causó una importante crisis política. La detención en Panamá, el pasado mes de septiembre, del general René Sanabria, que fuera el jefe antidrogas de Bolivia, también provocó declaraciones ásperas en La Paz. El general boliviano fue llevado a EE.UU. y condenado a 14 años de cárcel, después de que él mismo se declarase culpable de conspirar para enviar cientos de kilos de cocaína a Miami, vía Chile. En el momento de su arresto, Sanabria había dejado de ser el jefe de la lucha contra el narcotráfico, pero era asesor de seguridad del gobierno

Y en el mes de marzo, el informe anual del Departamento de Estado Americano acusó a Bolivia (junto con Venezuela y Birmania) de haber claramente fracasado en la lucha contra el tráfico de drogas. Ocasión en la que Evo Morales llegó a sugerir que los países latinoamericanos “descertificaran” a los propios estadounidenses, por su papel primario como principal consumidor de drogas del mundo.

Normalizadas las relaciones, Bolivia aspira a que se restablezca la Ley de Promoción Comercial Andina y Erradicación de la Droga (ATPDEA), creada por los EE.UU. para favorecer a los países de la región que cumplan con la erradicación de drogas. La ATPDEA fue retirada por EE.UU. tras la crisis del 2008.

Bolivia restablece sus relaciones con EEUU