martes. 23.04.2024

En un artículo publicado el domingo por la noche en la web del semanario 'Newsweek', cuya detención generó una ola de críticas a nivel internacional, afirma que Pekín es una "ciudad de violencia". Asimismo, critica al Gobierno por la creciente corrupción, el sistema judicial y su política de trabajadores inmigrantes, cuestiones todas ellas que han generado tensión social en China.

"Lo peor de Pekín es que uno nunca puede confiar en el sistema judicial"El comentario de Ai pone de manifiesto su creciente impaciencia por los estrictos términos de su puesta en libertad en junio tras 81 días de detención. Asimismo, supone un reto a Pekín sobre cómo gestionar al disidente más conocido del país.

"Cada año millones de personas vienen a Pekín para construir sus puentes, carreteras y casas (...) son los esclavos de Pekín", escribe Ai. "Viven de ocupas en estructuras ilegales, que Pekín destruye mientras sigue expandiéndose. ¿Quién es propietario de las casas? Estas pertenecen al gobierno, a los jefes del carbón, a los jefes de las grandes empresas. Vienen a Peín para dar regalos y los restaurantes, karaokes y saunas son muy ricos como consecuencia de ello", agrega.

En virtud de las condiciones de su puesta en libertad, Ai no tiene permitido el ser entrevistado por la prensa, reunirse con periodistas, usar internet o interactuar con defensores de los Derechos Humanos por espacio de un año, según ha indicado una fuente conocedora de los términos de la detención de Ai a Reuters.

Pese a ello, el artista ha hablado en su cuenta de Twitter en nombre de los disidentes detenidos y sus socios, que fueron detenidos mientras él estuvo encarcelado y han sido liberados después.

"Pekín les dice a los extranjeros que pueden entender la ciudad (...) los responsables que visten un traje y una corbata como tú dicen que somos todos iguales y todos podemos hacer negocios", afirma en su artículo, "pero nos niegan los derechos básicos".

Contactado este lunes, Ai ha confirmado que ha escrito el artículo publicado en 'Newsweek' y ha explicado que se basa en sus impresiones de cómo es la vida en Pekín. En este sentido, ha dicho que desconoce las consecuencias que pueda tener.

En el artículo, Ai, de 54 años, también hace alusión a su periodos de detención en secreto, afirmando que "lo peor de Pekín es que uno nunca puede confiar en el sistema judicial". "Mi terrible experiencia me hizo entender que en esta fábrica, hay muchos lugares ocultos donde ponen a personas sin identidad", señala.

"Sólo tu familia llora por tu desaparición, pero uno no puede conseguir respuestas de (...) las autoridades o incluso a los más altos niveles, el tribunal o la Policía o el jefe de la nación", añade.

"Mi mujer ha estado escribiendo este tipo de peticiones cada día (mientras estuvo detenido), haciendo llamadas telefónicas a la comisaría cada día. ¿Dónde está mi marido? Decidme dónde está mi marido. No hay ningún documento, ninguna información", lamenta.

Ai Weiwei publica un artículo criticando al Gobierno chino