El pasado 10 de julio, Laila Ibrahim Issa Jumul fue condenada a muerte por lapidación tras haber sido acusada de adulterio. Layla no tuvo un juicio justo, no tuvo acceso a un abogado y la sentencia se centró únicamente en su confesión. En estos momentos se encuentra en prisión con su hijo de seis meses mientras espera la ejecución de su sentencia, según denuncia AI.
Si se ejecuta la resolución, Sudán violaría su Constitución, que prohíbe la pena de muerte a mujeres embarazadas o lactantes durante los dos primeros años de vida del hijo. Además, el país es firmante en el Pacto y en la Convención contra la tortura por lo que lapidar a Laila iría en contra de dichos acuerdos, recuerda la ONG.
Este es el segundo caso de amenaza de lapidación sobre una mujer en Sudán después del de Intisar Sharif Abdalá, que fue puesta en libertad después de que Amnistía Internacional consiguiera 80.000 firmas.
Ambos casos tienen similitudes ya que se trata de madres jóvenes procedentes de entornos marginales que no eran conscientes de sus derechos ni de la gravedad de los cargos contra ellas y que fueron juzgadas sin representación legal.
Amnistía Internacional pide colaboración a aquellas personas que quieran impedir la lapidación de Laila y para ello recogen ciberfirmas.
