Ahmadineyad ataca a Israel y vacía la conferencia contra el racismo

Varios delegados de Naciones Unidas (ONU) de países europeos han abadonado la reunión después de que el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, haya llamado racista al Gobierno de Israel.

Israel o el racismo
AGNESE MARRA
Una serie de países encabezados por Estado Unidos no asistirán a la conferencia Mundial sobre el Racismo. La presencia del presidente de Irán y un documento sobre racismo que han calificado de “objetable” son los argumentos del boicot. La sensibilidad de Israel está en peligro y el racismo es lo de menos, podría ser otra lectura.
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 20.4.2009

El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, cumplió este lunes con los pronósticos y aprovechó su intervención en la conferencia de la ONU sobre el racismo en Ginebra para arremeter contra Israel, país al que definió de "racista", lo que provocó que numerosos delegados abandonaran la sala en protesta por sus palabras mientras que otros aplaudieran su intervención.

Durante su discurso, Ahmadineyad acusó a Occidente de dejar "a toda una nación sin hogar bajo el pretexto del sufrimiento judío", en referencia a los palestinos, con el fin de "establecer un gobierno totalmente racista". Concretamente, el presidente iraní criticó la creación del Estado de Israel después del fin de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, y afirmó que tras el conflicto "ellos, recurrieron a la agresión militar para privar de tierras a una nación entera con el pretexto del sufrimiento judío". "Ellos han enviado emigrantes de Europa, Estados Unidos y del mundo del Holocausto para establecer un Gobierno racista en la Palestina ocupada", añadió. En su opinión, el sionismo "persofinica el racismo" y reprochó a los israelíes que se aprovechen de los recursos políticos y económicos para silenciar a sus oponentes.

Sus palabras fueron recibidas con gritos por parte de algunos delegados, que acusaron al propio presidente iraní de ser "un racista", mientras que otros delegados prefirieron abandonar la sala en la que se estaba celebrando la conferencia. Sin embargo, otros de los presentes aplaudieron su intervención. Esta conferencia, de seguimiento de la celebrada en la ciudad sudafricana de Durban en 2001, ha sido boicoteada por Israel, Estados Unidos y varios países europeos, entre ellos Alemania e Italia, ante el temor -ahora confirmado- de que se convertiría en un foro antisemita.