jueves. 28.03.2024

“Tuvimos un conflicto muy serio con la Argentina, y un presidente tiene la obligación de analizar todos los escenarios posibles” explicó el ex presidente uruguayo, repasando su gestión ante un reducido grupo de estudiantes del colegio Monte VI, del Opus Dei, el martes pasado. Y afirmó que llegó a considerar, en 2006, la posibilidad de que su país entrara en guerra con Argentina a raíz del conflicto de la pastera.

Como ejemplos de potenciales motivos para una guerra, el ex presidente señaló “que los piqueteros dijeron que vendrían a manifestar a Uruguay, que hubo quien dijo que iba a venir con dinamita, amenazaron con ocupar la planta de Botnia, los militantes de Greenpeace manifestaron en el río y tiraron al agua a un oficial de Prefectura, entre otros hechos”.

Según periódico español El País Internacional “los contactos entre los dos Gobiernos para bajar la tensión no impidieron que cerca de mil miembros de la llamada Asamblea de Gualeguaychú cruzaran el puente que separa las dos orillas del río Uruguay e intentaran llegar a la fábrica”. Según el nada oficialista periódico argentino Clarín: “debe aclararse que de todas las amenazas que mencionó Vázquez, sólo se concretó la manifestación en 2007 de no más de cinco asambleístas (llegados desde Gualeguaychú y Buenos Aires) en la céntrica Plaza Independencia, quienes fueron desalojados por los transeúntes montevideanos”. ¿Cuestiones de óptica informativa?

Consultado por el diario El Observador, de Uruguay, Vázquez se reafirmó en sus dichos: “Ahora todos se sorprenden y se rasgan las vestiduras, y parece que todos se olvidan de que por el conflicto por Botnia sacamos el ejército a la calle”. El único episodio que podría encajar en esta afirmación sería que en diciembre de 2006 se dispusieron unos 60 soldados para custodiar el cerco perimetral de la pastera, frente a las manifestaciones de la Asamblea de vecinos, al otro lado del río.

Otro aspecto que causó asombro fue la afirmación de Vázquez de que llevó el tema al entonces presidente norteamericano George Bush, y que recién cuando el jefe de la Casa Blanca sostuvo públicamente que Uruguay era “socio y amigo” de su país “se aplacaron” los embates argentinos. La deleznable desinformación de los Wikileaks abunda también en detalles sobre esta cuestión, aunque apunta a la decisión de Estados Unidos de no inmiscuirse.

Como datos de contexto, Bush acababa de sufrir un revés en la cumbre de Mar de Plata, noviembre de 2005, por el rechazo regional al Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Poco después Tabaré Vázquez propuso que Uruguay firmase un tratado de libre comercio con Estados Unidos, lo que generó mucha disconformidad en el Frente Amplio y en el Mercosur, espacio regional que Uruguay hubiera tenido que abandonar en caso de concretarlo. La idea no prosperó.

La verdad es que, dado el ámbito en el que se produjeron, las palabras de Vázquez no habrían tenido repercusión si una grabación casera (ver enlace) no hubiera sido difundida a la noche por un noticiero de la televisión uruguaya.

Estas declaraciones, además de extemporáneas, resultaron inoportunas para los responsables políticos de ambos países, en un contexto en que los gobiernos de Cristina Kirchner y José Mujica han avanzado a paso firme en la resolución pacífica de los diferendos. La cuestión del impacto de la pastera sobre el río Uruguay fue sometida al Tribunal de la Haya y ambos gobiernos aceptaron el fallo. En junio de 2010, con la llegada de Mujica al gobierno, se levantó el corte del puente General San Martín, que une ambos países. Desde entonces, se firmaron acuerdos de dragado y gas y ambos mandatarios estuvieron juntos, seis semanas atrás, en el acto de reactivación del viejo servicio de trenes entre ambos países, en desuso durante 36 años, con la intención de expandir la traza para comunicar a Montevideo y Buenos Aires.

La senadora y presidenta en funciones de Uruguay, Lucía Topolansky, se manifestó “totalmente” sorprendida por esas declaraciones de Vázquez. Topolansky consideró la posición de Tabaré "absurda" y pidió que quede como "anécdota escolar".

Por su parte, el actual Jefe de Gabinete del gobierno argentino, Aníbal Fernández, y el entonces Jefe de Gabinete, Alberto Fernández, afirmaron rotundamente que jamás se consideró una hipótesis de enfrentamiento bélico ni siquiera en los momentos más álgidos.

Dado que Tabaré no es un escolar sino un ex presidente y militante político, no cabe hablar de un exabrupto. Además, se reafirmó en sus dichos. Es inevitable preguntarse por la intencionalidad de sus afirmaciones y de su publicación, a menos de dos semanas de las elecciones generales en Argentina y frente a las especulaciones de su candidatura para las presidenciales uruguayas de 2014.

En cualquier caso, ese alarde de amistad con Bush (¿os acordáis de “las relaciones carnales”?) y el reclamo de un belicismo “responsable” quizás valgan para estudiantes del Opus pero no parecen una buena propuesta para un electorado democrático de izquierdas como es el del Frente Amplio uruguayo.

El propio Tabaré Vázquez lo ha comprendido, ya que un reciente cable de la Agencia Telam informa que acaba de pedir disculpas por sus "inoportunas" declaraciones y anunció su retiro de la actividad política:"Considero que dichas declaraciones fueron inoportunas", dijo en un comunicado distribuido este mediodía y divulgado por los diarios El País y El Observador, y agregó: "Presento mis excusas y anuncio mi retiro de la actividad política pública".

Afirmaciones de Vázquez sobre la “hipótesis bélica”:

A río revuelto…