viernes. 29.03.2024

Cuando el explorador Juan Ponce de León arribó a esta costa atlántica el 2 de abril de 1513 ignoraba que estaba dando un paso histórico de profundas repercusiones lingüísticas. Supuestamente buscaba la fuente de la eterna juventud, que según una leyenda tahína se encontraba en estos alrededores. En su ruta divisó una tierra que llamó Florida, debido a la vegetación en flor que vio o porque era tiempo de Pascua Florida.

Cuando desembarcó, sus primeras palabras en este territorio tuvieron un impacto mágico —como el “Ábrete Sésamo” del mítico Alí Babá— pues abrieron a la lengua castellana un universo que aún después de 500 años continúa expandiéndose, en que el idioma español es articulado por comunidades que se multiplican aceleradamente en Estados Unidos y le agregan nuevas expresiones que lo mantienen lleno de vida y en constante desarrollo, hasta convertirlo en el segundo idioma hoy mayormente hablado en el Norte a pesar de fuertes campañas en su contra como el fallido “English Only”.

El idioma español en EEUU goza de excelente salud debido a la enormidad de comunidades latinas en Nueva York, Washington DC, Florida, Tejas, California, Nuevo México, Arizona, en que circulan periódicos escritos en esta lengua y 12 redes nacionales de televisión y gran variedad de estaciones radiales se encargan de que resuene día y noche como en cualquier país hispanoamericano.

El Instituto Cervantes calcula que 6 millones de estudiantes reciben español en universidades y escuelas superiores de este país, donde este idioma se enseña, se habla y se escribe usando textos de  literatura hispanoamericana producida dentro y fuera de Estados Unidos.

El español también genera y une corrientes y movimientos artísticos en EEUU que lo mantienen vigente en el teatro, la canción, la poesía, la novela. El Bronx es el Caribe neoyorquino, donde nació la salsa y empezó el rap en las voces e instrumentos de músicos latinos legendarios.

La literatura hispana de EEUU se ha convertido en un original género de escritura con sus propias características y temas, difundido por editoriales, revistas y periódicos académicos y comerciales, como lo demuestra el libro “Nuestra América, Antología de narrativa en español en Estados Unidos”, que reúne a 17 connotados creadores latinoamericanos que escriben estrictamente en español en este país.

En Estados Unidos se habla un español muy particular con influencias de diferentes expresiones latinoamericanas y de todas las otras lenguas que se hablan aquí, algo así como un multi español o mega español, que lo verbaliza una vasta comunidad unida por una lengua vibrante y llena de energía, armoniosa y pegajosa, que se habla en la calle y en la casa, que se pasa a las nuevas generaciones hispano-latino-norteamericanas. Es precioso escuchar a un muchacho parlarlo claramente en Nueva York como en Washington, en Arizona como en California, en Maryland como en Oregón, Iowa y Miami.

Según Wikipedia el español es el segundo idioma con mayor número de hablantes –más de 52 millones– en Estados Unidos después del inglés, lo cual hace a este país la segunda comunidad de habla hispana más grande del mundo después de México. Es decir que se habla más español en Estados Unidos que España, Colombia, Argentina y Perú. El español es la segunda lengua más hablada en 43 estados de la Unión y en Washington DC. Gran parte de las instituciones gubernamentales y de las empresas privadas usan el bilingüismo (inglés-español) como norma de comunicación.

Aunque Juan Ponce de León nunca descubrió la mítica fuente de la juventud, él encontró la inmortalidad en la lengua española con que nombró las primeras cosas y lugares que vio en Florida. En esas mágicas palabras estaba cifrada la vida eterna que tanto buscaba, pues cada persona en Estados Unidos mantiene vivo a Juan Ponce de León cuando pregunta ¿Habla usted español?.

El poeta Arturo Salcedo Martínez afirma: “Sin darse cuenta Juan Ponce de León sembró la semilla prodigiosa que germinó la florida primavera que es el español que hablamos en Estados Unidos”.

Mario Bencastro (El Salvador, 1949) es autor de obras premiadas, traducidas a varios idiomas y publicadas en México, Estados Unidos, El Salvador, Canadá, Haití y la India, que exploran el drama de la guerra civil salvadoreña y la diáspora de inmigrantes hispanoamericanos en EEUU y Australia. Sus libros incluyen Disparo en la catedral, Premio Literario Internacional Novedades y Diana, México, 1989 (Novela finalista), Odisea del Norte, Árbol de la vida: historias de la guerra civil, Viaje a la tierra del abuelo. Arte Público Press ha publicado en EEUU sus obras en inglés y español.

500 años de español en Estados Unidos