viernes. 19.04.2024
SAKINEH ASHTIANI

"Se lo ruego, no la abandonen"

El hijo de Sakineh Ashtiani, condenada en Irán a morir lapidada por haber sido encontrada culpable de adulterio, ha hablado con el filósofo Bernard-Henri Lévy de las condiciones en las que su madre está presa, de las maniobras de las autoridades para inculparla por asesinato y de las expectativas que tiene respecto al desenlace del proceso.
NUEVATRIBUNA.ES - 3.9.2010

El hijo de Sakineh Mohamadi Ashtiani, la iraní acusada de adulterio y complicidad de asesinato, amenazada de ser ejecutada por lapidación en su país, cree que únicamente una movilización constante podrá salvar a su madre. En una entrevista con el diario francés Libération, Sajjad, de 22 años, pide: "Se lo ruego, no la abandonen. Son ustedes, una vez más, quienes nos tienden la mano. Si no fuese por ustedes, mi madre ya estaría muerta".

En una entrevista telefónica con el filósofo Bernard-Henri Lévy, impulsor de una movilización a nivel mundial para salvar a Sakineh Ashtiani de la lapidación, Sajjad asegura: "Sentí odio cuando vi cómo daban a mi madre 99 latigazos". Añade que la supuesta confesión de su madre ante las cámaras de la televisión iraní fue forzada por las autoridades para poder reabrir al expediente sobre la muerte de su padre, dando a entender que su intención de ampliar la acusación por adulterio incorporando el delito de asesinato, lo que de paso haría más fácil matarla. El hijo de Sakineh, sin embargo, está totalmente seguro de su inocencia: "En mi alma y en mi conciencia, sí. Mil veces sí. Es una pura mentira, además de una injusticia increíble. Mi madre, que no ha hecho nada, nada, corre el riesgo de que la lapiden. Mientras que el verdadero asesino, Taheri, está en libertad..."

La condena a muerte por lapidación de esta iraní de 43 años ha desatado una vasta campaña internacional para evitar ese castigo que ha sido provisionalmente suspendido. "Pero suspendido no quiere decir anulado", insiste Sajjad, que no es nada optimista respecto al desenlace del proceso: "Por un lado, están las personas que no quieren perder prestigio en ningún caso y que cuentan con lapidar a mi madre. Y por otro, están las personas como el señor Nobkaht, adjunto del poder judicial en la región de Tabriz, que quiere que el señor Imani, el juez que dictó la sentencia, sea retirado del caso y que, por ello, ha pedido a Teherán que cambie la pena de lapidación por la de ahorcamiento. Pero ¿es eso mucho mejor?"

Entretanto, el Elíseo se ha visto desbordado "por las numerosas llamadas de apoyo" dirigidas a Carla Bruni, esposa del presidente francés, Nicolas Sarkozy, después de que un diario iraní la llamara "prostituta" y dijera que merece la misma suerte que la mujer condenada en Irán a ser lapidada. "El flujo inhabitual de llamadas telefónicas ha afectado el trabajo de los servicios de telecomunicaciones de la presidencia", destaca el Elíseo en una nota en su web, escrita en inglés y en francés.

Debido a esta saturación de la centralita telefónica, los servicios de la Presidencia de la República han puesto en marcha una dirección de correo electrónico y una web (http://www.elysee.fr/ecrire/), mediante los que invitan a continuar el apoyo a Bruni-Sarkozy.

El Gobierno francés calificó el pasado martes de "inaceptables" los insultos lanzados por el diario "Kayhan" y difundidos en varias páginas de internet contra la esposa del presidente.

La ex modelo y cantante había escrito una carta en la que pedía a las autoridades iraníes que indultasen a Sakineh Mohammadi Ashtiani, condenada a morir lapidada por adulterio. "Derramar su sangre, privar a sus hijos de una madre, ¿pero por qué?. Porque usted vivió, porque amó, porque es una mujer, ¿una iraní? Todo en mi se niega a aceptarlo", afirmó la primera dama en su misiva, publicada en varios medios franceses.

Carla Bruni no es la única que ha alzado su voz contra la lapidación de Sakineh Mohammadi, otras personalidades francesas como la candidata socialista a las presidenciales Ségolène Royal y el ex presidente conservador Valéry Giscart d'Estaing, también han escrito peticiones de indulto.

"Se lo ruego, no la abandonen"