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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 17.6.2009

El presidente de EEUU, Barack Obama, considera que las diferencias políticas entre el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, y el candidato opositor Mir Husein Mousaví no son tan grandes y que cualquiera que sea el resultado electoral en Irán habrá un régimen hostil a Washington. "Las diferencias entre Ahmadineyad y Mousaví en términos de sus actuales políticas pueden no ser tan grandes como se ha dicho", declaró Obama en una entrevista a la cadena CNBC, que difunde en su página web.

Según el presidente estadounidense, "es importante entender que, de cualquiera forma, estamos tratando con un régimen en Irán que es hostil a Estados Unidos". "Tenemos un amplio interés en que no permitir que tengan poder nuclear y financien el terrorismo", añadió.

Mousaví se autoproclamó ganador de los comicios presidenciales del pasado viernes poco después del cierre de los colegios y denunció un fraude masivo en favor de Ahmadineyad, a quien el Ministerio de Interior le concedió el triunfo por mayoría absoluta. Desde entonces, Irán ha sido escenario de protestas y disturbios entre la oposición y las fuerzas de seguridad que han causado al menos siete muertos.

Ante la tensa situación, el Consejo de Guardianes -órgano que debe validar los resultados electorales- ha decidido realizar un recuento parcial de las urnas que presenten irregularidades, medida que la oposición considera insuficiente.

LA CALLE SIGUE MOVILIZÁNDOSE

La oposición iraní ha convocado hoy una nueva jornada de protesta para pedir la anulación de los resultados de las elecciones presidenciales del pasado viernes, que considera fraudulentas. Fuentes de la oposición indicaron que los seguidores del ex primer ministro Mir Husein Musaví tienen previsto concentrarse a partir de las 17.00 (12.30) en la plaza de Haft-e Tir, en el sur de Teherán. Se prevé que la marcha, al igual que el martes, sea proscrita por las autoridades.

Ayer martes, médicos y enfermeras del hospital adonde fueron llevadas las decenas de víctimas se manifestaron en contra del Gobierno. Igual hicieron barrenderos, comerciantes y otros muchos profesionales del país. Horas después, miles de partidarios de Musaví se congregaron en el centro norte de Teherán a pesar de la prohibición de los autoridades, que también han vetado la presencia de los periodistas extranjeros en la calles de la capital.

Al caer la noche, y por tercer día consecutivo, el grito "Alah-u-Akbar" (Dios es el más grande), adoptado por la oposición, volvió a resonar Teherán. Durante más de un cuarto de hora, miles de iraníes se asomaron a ventanas, balcones y portales para testimoniar su descontento con una situación que ya unió a las población en los días previos a la revolución de 1979, que acabó con la autocracia del último Sha de Persia, Mohamed Reza Pahleví.

"Las diferencias entre Ahamdineyad y Mousaví no son tan grandes"