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nuevatribuna.es | PD | 27.12.2010

Parece que queda de momento a salvo el delta del Ebro, pero porciones importantes del vertido pueden amenazar ahora las costas de Baleares. Por si acaso, las autoridades mantienen activado el plan de contingencia por contaminación marítima y se vigila la evolución de las manchas desde el aire.

Repsol ha achacado la responsabilidad del vertido a un error humano. La fiscalía ha abierto diligencias por si hubiera cometido un delito contra el medio ambiente y las organizaciones ecologistas recuerdan que no es la primera vez y que, si se continúa con esta actividad, hay que esperar que estos “accidentes” se repitan.

El caso es que esta fuga de petróleo ha llegado a ocupar una extensión de 1.900 hectáreas marinas y es posible que, entre 120.000 y 160.000 litros de hidrocarburo (REPSOL dice que mucho menos) han ido a parar al ya bastante deteriorado ecosistema de las costas mediterráneas de Cataluña y Baleares.

Para las organizaciones ecologistas Greenpeace, Ecologistas en Acción y Oceana, es la demostración palpable de que son inevitables estos episodios de contaminación si se mantiene y se incrementa la perforación de los fondos marinos para la obtención de crudo y que se debe optar por las fuentes de energía renovables.

Greenpeace por su parte, ha solicitado la declaración de impacto ambiental negativa al Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM) de las dos nuevas perforaciones que Repsol planea explotar a partir de 2014 en los denominados pozos Lubina y Montanazo. Y sostiene que “actualmente la producción española de petróleo representa un 0,15% del consumo nacional de productos petrolíferos” y “de ponerse en funcionamiento los nuevos pozos, la cifra rondaría el 0,50%”, cantidad que “no justificaría el riesgo que se corre en la exploración y explotación de este tipo de yacimientos”.

Un juzgado de Tarragona ya abrió la vía penal contra Repsol por dos fugas de crudo frente al delta del Ebro (Tarragona), a unos 40 kilómetros de la costa que se produjeron en mayo y junio de 2009 durante las tareas de prospección de dos pozos petrolíferos submarinos que la empresa prevé abrir en 2014.

Repsol y las petroleras en general, siempre zanjan episodios como este, achacando las causas a errores humanos, pero lo cierto es que el peligro es cada vez mayor, como demuestra la reciente catástrofe ecológica producida en el Golfo de México por el incendio de una plataforma petrolífera de BP.

Por eso Greenpeace ya advirtió hace tiempo que "Deben paralizarse todas las prospecciones en la costa española antes de que la seguridad esté garantizada".

Se dispersa el vertido de petróleo de Repsol en Tarragona