viernes. 29.03.2024

Greenpeace demanda el establecimiento de una red de Reservas Marinas como parte de una estrategia de ordenación pesquera."En África, si seguimos así, en 10-15 años no tendremos más pesca. ¿Qué vamos a comer después?". Estas palabras de Ahmedou Ould Beyih forman parte de los testimonios de pescadores africanos que Greenpeace ha recogido en su campaña ‘Voces de África’ y que ahora se encuentran en España para denunciar las consecuencias de la sobrepesca europea en sus comunidades.

Durante toda la semana, Ahmedou Ould Beyih y Abdou Karim Sall, pescadores artesanales de Mauritania y Senegal, visitarán España. Su presencia se engloba dentro del tour europeo African Voices, que ya ha llevado las voces de los pescadores africanos a Holanda, Luxemburgo, Francia e incluso a la Comisión Europea de Bruselas. Ahmadou y Abdou forman parte de la campaña de Greenpeace que explica los abusos de la sobrepesca a aquellos sectores, sobre todo políticos, que tienen un papel importante en la reforma de la Política Pesquera Común (PPC), legislación que entrará en vigor en  2013, y que regula cuánto, cómo y dónde pesca Europa.

Greenpeace pide que la reforma de la PPC establezca objetivos de reducción de flota legalmente vinculantes y que en el futuro las políticas pesqueras sean más sostenibles, respetuosas con el medio marino, además de ser socialmente aceptables. La organización ecologista exige, además, que las cuotas se establezcan según criterios científicos que establezcan el máximo sostenible de capturas y que exista una mayor transparencia y trazabilidad. Por último demanda el establecimiento de una red de Reservas Marinas como parte de una estrategia de ordenación pesquera.

Los pescadores Ahmadou y Abdou han sido testigos de cómo han disminuido sus capturas y del peligro que esto supone para la supervivencia de sus comunidades, amenazadas directamente por la injusta competición de los barcos europeos. En España, país que posee el 67% de la flota europea que faena en aguas extracomunitarias, Ahmedou y Karim explicarán los impactos devastadores de la pesca europea sobre el medio ambiente y sus comunidades a políticos, supermercados y otros actores de la sociedad civil.

Los stocks pesqueros en Europa están sobre explotados, nueve de cada diez según reconoce la Comisión Europea. La flota industrial, por tanto, se va desplazando hacia aguas de fuera de sus fronteras, lo que priva a las comunidades locales de su principal fuente de alimentación e ingresos, y empuja a muchas de ellas a la pobreza y les fuerza a abandonar sus hogares.

"¿Dónde está el pescado europeo?", se pregunta Ahmedou, que explica cómo en los últimos años sus capturas han disminuido por la cantidad de pesca capturada y por técnicas que, como el arrastre, destruyen los hábitat y fondos marinos. "Tienen que hacernos caso para que no pase lo mismo aquí que ha pasado en Europa. Antes decíamos que podíamos pescar en el desierto. Ahora, muchos días salgo con mi barca y vuelvo sin nada".

La mayoría de los buques europeos en África occidental son arrastreros de fondo y algún palangrero. Más de dos tercios de los 154 arrastreros son españoles. Las principales especies capturadas son pulpo, langostino, sardina y jurel, entre otras.

"La Unión Europea no debería exportar su sobrecapacidad fuera de sus fronteras marítimas. Debería actuar inmediatamente para reducir la presión y recuperar sus propios stocks pesqueros a través de la reducción de su flota, un cambio hacia prácticas pesqueras más sostenibles y a través de la creación de reservas marinas", ha declarado Paloma Colmenarejo, responsable de la campaña Océanos de Greenpeace.

La situación de la mayoría de las especies que se capturan en estas aguas es de sobreexplotación, ya que no existe una Organización Regional de Pesca que gestione estos recursos. Los derechos de acceso de las flotas extranjeras son acuerdos políticos que no tienen en cuenta la situación de las pesquerías.

Pescadores africanos denuncian cómo Europa saquea sus recursos