viernes. 19.04.2024
fraga

El 17 de enero se cumplieron 48 años en que un bombardero B-52 de Estados Unidos que transportaba cuatro bombas nucleares choca con un avión cisterna KC-135 en una operación de abastecimiento sobre las costas de Almería. Tres de estas bombas caen en tierra y una cuarta se hunde en el mar con el resultado de una pequeña explosión que provoca contaminación radioactiva en toda la zona de Palomares y Villaricos fundamentalmente, quedando contaminados 44.000 metros cúbicos de tierra. Cada una de estas bombas tenían un poder de destrucción 75 veces superior a las lanzadas sobre Hiroshima.

Después de tantos años los pueblos afectados siguen siendo engañados. Primero por el dictador Franco y su ministro Fraga, después por el PSOE y ahora por el PP.

Son numerosos los documentos escritos y documentales proyectados por varios canales de televisión, sobre todo extranjeros.

En 1986 participé en un documental dirigido por la cineasta y documentalista británica Dina Hetch con la colaboración de varios epidemiólogos, abogados y expertos de la Junta de Energía Nuclear. Este documental se proyecto en la televisión británica con gran impacto. Por la pantalla van desfilando militares, aviones, testigos, agricultores, pescadores, mujeres con hijos muertos de cáncer. También aparecen personajes como Felipe González, Alfonso Guerra, la duquesa de Medina Sidonia en su papel de benefactora de las víctimas.

Nos desplazamos a la zona y nos entrevistamos con la entonces alcaldesa Antonia Flores, que junto a sus vecinos expresaban su malestar por la actitud del gobierno de Felipe González que le negaba unos derechos fundamentales que les había prometido. Dicha alcaldesa se desplaza a Madrid a pedir apoyos y se entrevista con Tierno Galván, Marcelino Camacho, Viçenc Navarro, Dr. Zarco, diputados de diversos grupos parlamentarios, manifestando el nexo de unión entre el accidente nuclear y su firme oposición a la entrada en la OTAN. Los medios de la época se hacen amplio eco de estos encuentros y del documental con las reivindicaciones de los pueblos afectados.

Pero de pronto, en plena campaña sobre la entrada en la OTAN, esta alcaldesa cambia de opinión y aparecen por Palomares el gordito Txiqui Benegas, Barrionuevo, varios ministros y dirigentes del PSOE de Andalucía, prometiendo el oro y el moro a cambio del Sí a la OTAN. Felipe González se entrevista con Reegan a quien dice que le planteó el drama de las bombas de Palomares, sin conseguir ninguna de sus exigencias.

Dicha señora alcaldesa tendría que haber explicado a sus vecinos el cambio de actitud, el precio de un beso a ministros del PSOE con que apareció en portada de los medios de aquellas fechas.

En 1966 la gente de Palomares fue “informada y engañada” por un general norteamericano y su séquito de militares franquistas con Fraga y su baño en las aguas de la zona a la cabeza.

En 1986, en plena campaña pro OTAN, la gente de este pueblo fue “informada y engañada” por sus dirigentes locales y por el gobierno del PSOE utilizando a una muchacha a la que no se sabe aún qué le prometieron y concedieron.

Un hecho ¿anecdótico? que conviene recordar es por qué el presidente Zapatero, en 2008 alquila y abandona una vivienda que tenía en Vera (Almería) tras conocer el informe del Ciemat sobre la concentración de dosis radioactivas en la zona.

En la actualidad, el gobierno del PP no quiere saber nada del tema.

Con tantos años de experiencia y sufrimientos, los habitantes de Palomares y Villaricos debieran haber sabido que se les iba a engañar de nuevo y que no iba a servir para nada su masivo SI a la OTAN (75%).

Por otra parte, las bombas y su contenido letal de plutonio, no hicieron distinción entre Palomares y Villaricos, un pueblecito pesquero que ha quedado oficialmente excluido de de todo riesgo y beneficio.

Pero junto a la radioactividad existente en esta zona, hoy todavía hay que medir el umbral de sumisión de estas gentes, similar a la sumisión del pueblo español ante el golpe de Estado económico y político dado por el PSOE-PP que condenan a millones de ciudadanos al paro, la pobreza, los recortes en educación, sanidad y pensiones.

Una vez más se impone el silencio, el miedo, la censura impuesta por el imperio.


Angel Cárcoba | Sociólogo, promotor de la salud laboral en CCOO. Autor de varios libros sobre democracia desigualdad y salud, mortalidad por cáncer…activista social y político.

Palomares zona Cero: otra historia de engaños y mentiras