martes. 16.04.2024

Estimados lectores y lectoras:

Nuestro país vive en los últimos tiempos procesos de cambio. Esto no es casual. Un mar de fondo, larvado en la insatisfacción provocada por la crisis económica, el elevadísimo desempleo y la falta de perspectivas de futuro para la juventud, ha supuesto una merma importantísima de apoyos electorales a los principales partidos que han gobernado España y sus autonomías en las últimas décadas.

Los cambios en las expresiones políticas de los ciudadanos y el cansancio ante la falta de propuestas creíbles, abren nuevas expectativas que sólo el tiempo dirá si están fundadas sobre bases sólidas o si se trata de fenómenos pasajeros.

La pérdida de 16 puntos del PP, de 15,8 puntos del PSOE, el triunfo en votos de Bildu sobre el PNV en Euskadi y Navarra, el adelanto de Esquerra a CiU en Cataluña, el nacimiento de Podemos con un apoyo del 7% del electorado en las pasadas elecciones europeas, refleja a las claras que algo muy importante está sucediendo.

Es, en todo caso, imprescindible recalcar, como han subrayado varios de nuestros articulistas, que los votos alcanzados por las formaciones de izquierdas han sido muy superiores a los conseguidas por los partidos de derechas.

El papel de los medios de comunicación en estos procesos es sumamente relevante: de ello da cuenta de manera explícita la discusión abierta acerca de la presencia de tertulianos y habituales de la prensa escrita y digital en las candidaturas presentandas.

La mayor facilidad para la divulgación de propuestas, programas y liderazgos políticos a través del mundo digital en todas sus expresiones (webs, blogs, redes sociales, apps, etc) es un hecho cierto que, de manera rotunda, democratiza y extiende el acceso de los ciudadanos a la información, de manera muy especial a las generaciones más jóvenes.

No obstante, esto no significa que el poder de configuración y generación de criterio de los grandes medios de comunicación, de la televisión, de la radio o de la prensa escrita, no siga siendo decisivo. Ahora bien ya no son los únicos agentes creadores de opinión y deben convivir con las nuevas realidades.

Un periódico exclusivamente digital con más de 3 millones de lectores al mes probablemente genere más opinión y fidelice a sus lectores hacia una opción política concreta más que varios debates encorsetados en televisión entre los cabezas de lista de los grupos con representación parlamentaria.

La creciente desconfianza ciudadana hacia las instituciones, hacia los partidos, sindicatos y ONG, entre otras entidades, cuyo desprestigio es consecuencia de profundos errores en su gestión y de una reiterada falta de autocrítica y renovación, alcanza también a los grandes grupos de comunicación. Sobre todo si ante un hecho de gran trascendencia política como es la abdicación del Rey de España, se convierten en exclusivos altavoces de exaltaciones desmedidas, de adhesiones inquebrantables y de apoyo acrítico a una de las opciones en liza.

Resulta prácticamente imposible leer una opinión contraria a la sucesión monárquica en la prensa escrita española, escuchar la defensa de la propuesta republicana en las radios o televisiones, al igual que no hay una opinión favorable en los medios digitales que se declaran abiertamente partidarios de la república o de la convocatoria de un Referéndum. La tarea de informar desaparece y sólo queda la misión de convencer, de glorificar la decisión editorial aprobada por los propietarios de los medios de comunicación. La disidencia y la pluralidad quedan, de ese modo, abolidas.

Cada día está más extendida la sensación de que en España el pluralismo informativo ha muerto o está muy en precario. En nuevatribuna.es hemos defendido y seguimos defendiendo la pluralidad, la libre expresión del conjunto de las personas que se oponen a un estado de cosas caracterizado por la permanencia de millones de parados, por la persistencia de una crisis económica sin precedentes en la que en más de dos millones de hogares no entra un salario y en la que uno de cada dos jóvenes no encuentra trabajo.

En nuevatribuna.es estamos con las personas que rechazan una reforma laboral que está tirando por los suelos los salarios en empresas con beneficios, que ven cómo se pisotean sus derechos adquiridos después de décadas de lucha y conquistas de los trabajadores, que se oponen a la privatización de la sanidad, de la enseñanza y de los servicios sociales…

Basta con hablar con la gente: sin necesidad de acudir a las manidas encuestas, es fácil darse cuenta de que el paro, la crisis, la ausencia de esperanza en un futuro mejor para los jóvenes son las principales preocupaciones de los españoles. Poco se habla de eso en los grandes medios de comunicación.

Sin embargo, esa es la responsabilidad de los gobernantes elegidos cada cuatro años para dirigir y gestionar las Administraciones Central, Autonómica y Local. El tiempo de los informativos y de la mayoría de los programas de televisión y radio se centra en temas que poco o nada tienen que ver con las preocupaciones prioritarias de los españoles.

Por todo ello hoy es imprescindible una prensa progresista, plural, abierta a todas las sensibilidades, no sectaria ni vinculada a una sola opción, que sea capaz de apoyar la renovación y confluencia de los ciudadanos que ponen en primer lugar la lucha por la igualdad, por el empleo digno, por los derechos sociales y por la solidaridad entre las personas y entre los pueblos.

Desde nuevatribuna.es queremos, nuevamente, solicitar tu apoyo económico para este modelo de periodismo libre, comprometido con la transformación social, riguroso, abierto y plural. Tu aportación es fundamental para garantizar, cada día, el derecho a la información de nuestros lectores y amigos.


Te pedimos para el sostenimiento económico de nuevatribuna.es una aportación de 60 euros al año. 5 euros al mes.

Si lo prefieres puedes hacer la aportación voluntaria que consideres de acuerdo con tus posibilidades económicas.

Si quieres adquirir un mayor grado de compromiso con el medio y participar como socio de la empresa editora de nuevatribuna.es, no dudes en ponerte en contacto con nosotros a través del correo electrónico: nuevatribuna@nuevatribuna.es

Garantiza la independencia de nuevatribuna.es y tu derecho a estar informado. Ayúdanos al sostenimiento del diario que deseamos sea también el tuyo. Puedes colaborar con nuevatribuna.es mediante transferencia bancaria a la cuenta 2100 5641 05 0200054348.

También pulsando el botón "dona" y seguir las indicaciones de la pasarela PayPal:

Estimados lectores y lectoras: