jueves. 28.03.2024

El litoral de País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia: zonas más vulnerables a una tormenta solar

Las infraestructuras eléctricas del litoral de hasta cuatro comunidades autónomas distintas, País Vasco, Cantabria, Asturias, Galicia podrían ser las más directamente afectadas por un evento geomagnético de carácter excepcional que alcanzase nuestra latitud. El litoral catalán y valenciano serían las siguientes zonas más expuestas según el Observatorio del Clima Espacial.

España continúa careciendo, a pesar de algunos tímidos recientes avances, de mapas detallados de impacto en caso de tormenta solar extrema que permitiesen priorizar la acción preventiva ante este tipo de fenómenos.

Así lo ha puesto de manifiesto el Observatorio del Clima Espacial que tras cumplir recientemente su segundo aniversario de trabajo continuado en este campo ha hecho pública a través de su página de divulgación su estimación preliminar de las principales zonas de exposición al riesgo geomagnético en España, de modo que, en caso de hipotizable tormenta solar extrema, las zonas comparativamente más vulnerables de nuestro país serían el litoral cantábrico-atlántico en el norte del país y también el litoral mediterraneo catalán. 

Esto es, las infraestructuras eléctricas del litoral de hasta cinco comunidades autónomas distintas, País Vasco, Cantabria, Asturias, Galicia y Cataluña podrían ser las más directamente afectadas por un evento geomagnético de carácter excepcional que alcanzase nuestra latitud.

"Partimos de la base de la buena protección natural de inicio de toda la Península Ibérica, por su latitud, ante la inmensa mayoría de las tormentas geomagnéticas, sin embargo cabe esperar que la repetición de eventos extremos del clima espacial del tipo Carrington sí que nos alcanzasen, tal y como se ha comprobado que ya nos alcanzaron en 1859", de este modo, "llegado ese caso, los planes preventivos de España ante este tipo de fenómenos deben ser puestos al día, al igual que lo están siendo los de otros países de nuestro entorno europeo ante el 5-12% de probabilidades estimadas de que un nuevo Carrington se pudiese repitir en los próximos 10 años".

En su estimación preliminar el Observatorio del Clima Espacial habría atendido a varios criterios.

En primer lugar, a la adyacencia de estas zonas -fuertemente industrializadas y pobladas, y con densos tendidos eléctricos-, a grandes masas de agua salada lo que, llegado el caso, potenciaría los efectos electromagnéticos (GIC, en inglés, geomagnetic induced currents), ya que "la salinidad del agua la hace mejor conductora del GIC, a mayor salinidad, mayor conductividad), destacando a ese respecto la mayor salinidad media estimada en el Mediterraneo frente a la salinidad media del Cantábrico, si bien la profundidad media de las costas cantábricas sería superior a los litorales mediterraneos con lo que la masa de agua salada adyacente afectada sería superior en el Cantábrico.

Otro de los factores en consideración sería el tipo de suelos, predominantemente terrenos siliceos y calcareos en el litoral cantábrico frente a los terrenos en mayor medida arcillosos en el litoral mediterraneo si bien con amplias zonas siliceas igualmente presentes en Girona y Barcelona. El interés por este factor, explican, se debería a que "la resistividad de terrenos siliceos sería superior, concentrando los efectos electromagnéticos en su superficie, es decir, en las instalaciones y estructuras construidas sobre ésta, mientras que, en el caso de los terrenos arcillosos mediterraneos, estos tenderían a operar de forma contraria, ayudando a la absorción y dispersión de los efectos electromagnéticos y, por tanto, ayudando a salvaguardar las infraestructuras construidas sobre estos".

A todo ello cabría sumar, por último, la consiguiente ubicación de ambas franjas costeras del norte peninsular "lo que las haría apreciablemente más alcanzables por este tipo de fenómenos respecto de zonas de España mucho más resguardadas en el sur como Ceuta y Melilla o las Canarias".

Por todo ello, concluyen, "al igual que en Estados Unidos la atención sobre este fenómeno se centra en su costa este, en España cabría apreciar una mayor exposición potencial de todo el litoral cantábrico y atlántico, en primer lugar, y del litoral mediterraneo catalán en segundo, con el litoral valenciano en todo caso después", si bien, "cosa distinta será la paralela necesidad de potenciar medidas "cortafuegos" similares a las que están en desarrollo en Estados Unidos respecto del temido efecto de caída en cascada, de modo que con independencia de su punto de inicio el fenómeno no pudiese arrastrar otras partes de la red peninsular en cuestión de segundos", concluyen.

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