viernes. 29.03.2024
SEGúN LA ORGANIZACIóN MUNDIAL DE LA SALUD

Cerca del 60% de la población mundial vivirá en regiones con escasez de agua en el año 2025

El altiplano boliviano es una de estas regiones, donde el agua es vital para mantener las explotaciones agrarias comunitarias, evitando así la desnutrición, y la higiene personal; previniendo así el contagio de enfermedades comunes.

bolivia

La Organización Mundial de la Salud  (OMS) ya reconoció que el Objetivo del Milenio número 7, relacionado con el acceso al agua potable se cumplía tres años antes del plazo marcado. Aunque aún queda mucho por hacer.

En el altiplano boliviano un sistema de riego eficiente mejora los huertos y así logramos evitar la desnutrición infantil.

El agua como determinante de la salud también es vital en la higiene personal de cada día, con lo que reducimos el contagio de enfermedades en Toro-Toro (Bolivia).

Desde Anesvad celebramos el Día Mundial del Agua conscientes de la fuerza que tiene este elemento como determinante clave de la salud mundial. Las sequias, el acceso al agua potable o el saneamiento básico son cuestiones que determinan la salud de miles de seres humanos cada día.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya reconoció que el Objetivo del Milenio número 7, relacionado con el acceso al agua potable se cumplía tres años antes del plazo marcado. Aunque aún queda mucho por hacer. En este sentido, la última información de la OMS revela que cerca de 900 millones de personas sufren escasez de agua de forma continua o interrumpida, y más de 1.000 millones no tienen un saneamiento adecuado.

A pesar de los logros conseguidos, el agua sigue siendo un problema, especialmente, para los países en vías de desarrollo y sobre todo en la zona del África subsahariana, donde hay 300 millones de afectados. Las expectativas no son todo lo alentadoras que esperaba la OMS.

Prevén que más de 2.000 millones de personas vivirán en suburbios sin agua ni saneamiento básico de aquí a 2025. Una fecha en la que también estiman que el 60% de la población mundial vivirá en regiones de escasez.

Sin embargo, en 2015 acaba el plazo de los ODM, y finalizará tanto el Decenio Internacional para la Acción “El agua fuente de vida” 2005-2015 como el Quinquenio sobre saneamiento sostenible. Actualmente las agendas internacionales están abriendo distintos procesos de consultas para revisar y marcar los próximos pasos (#Post2015). Lo que todos/as esperamos es que el derecho humano al agua y al saneamiento sigan cobrando una especial importancia.

El agua es sinónimo de vida. Sin ella no hay nada. Y hoy como cada año destacamos un proyecto de Anesvad donde trabajamos para que este determinante de la salud llegue mejor que nunca a la mayor parte de la población mundial.

Escasez de agua en el altiplano boliviano

Implantar la agricultura sostenible en el Gran Chaco Americano es una solución para paliar los efectos negativos del cambio climático sobre la producción agropecuaria de esa región, el tercer gran territorio biogeográfico de América Latina, según un estudio difundido recientemente en Paraguay.

El informe, elaborado por la ONG paraguaya Instituto de Desarrollo, es un programa de adaptación al cambio climático en los países en los que se reparte el Gran Chaco (Argentina, Bolivia y Paraguay).

La investigación parte de su impacto en la producción agropecuaria y en los recursos hídricos en base a las previsiones del clima hasta 2040. Conscientes de esta situación de sequía, cambio climático y pobreza, desde Anesvad llevan tiempo trabajando en esta región.

Este año hemos puesto el foco en Bolivia, especialmente en el altiplano, que resulta ser para muchas personas uno de los lugares más áridos y más duros para la vida humana. La pobreza y la escasez se hacen tangibles, tanto que duele solo pensar en las posibilidades tan limitadas que tienen para mejorar la calidad de vida.

A cerca de 4.000 metros de altura, la vegetación se hace casi  inapreciable y no se observa nada que llevarse a la boca. El viento cuartea cada centímetro de piel y el sol te aniquila, te ciega. Aquí un buen sistema de riego salva vidas.

Alrededor de 3.000 personas habitan en Toro-Toro (Bolivia). Este pequeño municipio boliviano está situado al norte del Departamento de Potosí, cerca de 3.000 metros por encima del nivel del mar. Es una de las zonas más pobres de Bolivia, con una tasa de desnutrición infantil próxima al 43%.

Un regadío eficaz para huertos que combaten la desnutrición

Desde 2010, en Anesvad trabajamos en la mejora de las condiciones de salud de las madres y los niños/as menores de cinco años y lo hacemos, entre otras cosas, fomentando la implementación de huertos familiares y escolares, donde una buena gestión del agua es fundamental. El riego aquí juega un papel clave.

Para hacer frente a la desnutrición son precisas medidas integradas e intervenciones complementarias en la agricultura y el sistema alimentario, así como en la ordenación de los recursos naturales e hídricos.

Nuestro trabajo en este caso, en la cercanía con la comunidad, se centra en mejorar la disponibilidad y accesibilidad de alimentos variados y nutritivos y tratar de garantizar que la población pueda elegir dietas saludables. Lo conseguimos a través de los huertos familiares y escolares que, de producción orgánica, aportan nutrientes a las familias y a los niños y las niñas. Nada de esto sería posible sin agua. Los microsistemas de riego eficiente permiten obtener buenas cosechas, en una zona en la que la mitad de la estación es seca y apenas hay cauces fluviales a gran altura.

Recientemente, tras analizar las primeras acciones de trabajo, un 64% de la familias (94) de 25 comunidades cuentan con huertos familiares, con un sistema de riego eficiente. Se ha conseguido detener la desnutrición crónica y la desnutrición infantil ha caído un 1%.

Agua para la higiene y prevención de enfermedades comunes

Aquí el agua resulta casi un regalo, un privilegio, o un castigo. La lluvia llega sin sensibilidad alguna. Inunda la tierra lodosa derramándola y deslizándola sin temor a destrozar todos aquellos esfuerzos que este pueblo ha hecho por asentar una huerta, una casa o un camino. En contraposición, después de los destrozos por el exceso de agua, el clima se empeña en secar la tierra hasta convertirla en un medio hostil para la vida humana.

Ahí, en medio de la necesidad, se hace también un esfuerzo para aprovechar el potencial del agua, pequeño pero ingenioso gesto. Para que el lavado de manos diario de los niños y niñas sea una realidad, se cortan botellas de refrescos por la parte inferior, las voltean para que puedan recoger cada gota de agua de lluvia, las rellenan con cenizas recogidas de las incineradoras ecológicas y artesanas y finalmente, las cuelgan en cada patio de colegio.

La depuración del agua a través del método SODIS (Desinfección solar del agua), consigue que el agua se depure mediante el calor del sol, además, la ceniza resulta un sustituto del jabón que ayuda a evitar infecciones y enfermedades.

Cada niño y niña decora su botellita que será su personal lavabo de manos. Una práctica tan pequeña como ésta les permitirá prevenir las múltiples enfermedades de la niñez. Es entre otros, el inestimable valor del agua.

Cerca del 60% de la población mundial vivirá en regiones con escasez de agua en el año...