viernes. 19.04.2024

Alta contaminación atmosférica en Madrid: Gallardón se lava las manos y Aguirre calla

Tanto Ecologistas en Acción como la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid y la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid, vienen advirtiendo y denunciando los problemas de la contaminación atmosférica en la capital y en el conjunto de la Comunidad Autónoma desde hace muchos años.

nuevatribuna.es | PD | 11.01.2011

Tras la publicación por el diario El País de varios reportajes que resumen los resultados de una serie de trabajos de los investigadores madrileños Cristina Linares y Julio Díaz, del Instituto de Salud Carlos III, en los que se establece una clara relación entre la contaminación atmosférica en Madrid por emisión de partículas y los daños en la salud de niños y personas mayores, se ha desatado la polémica. Los ecologistas y la oposición socialista exigen medidas para preservar la salud de los sectores más vulnerables, el alcalde, Ruiz Gallardón, se lava las manos y se remite a la legislación.

Lo que está ocurriendo con el tema de la contaminación, nos recuerda aquél viejo y cruel chiste que terminaba con lo de: “al indiferente, la legislación vigente…” Y eso es lo que da la impresión que le parece al alcalde de Madrid, como esto de la salud pública es algo como muy genérico y etéreo, pues a la normativa se remite y ha afirmado ante las preguntas de los periodistas: "Yo no entro en el debate de si la normativa europea es anticuada o no, no tengo elementos de juicio. Bruselas tendrá sus técnicos que le digan si esta es adecuada o no".

La cuestión de fondo es que los dos estudios desvelados por El País, indican que la contaminación en Madrid entre 2003 y 2005 y la mortalidad diaria en el mismo periodo causada por enfermedades circulatorias están relacionadas y que se producen más muertes por infartos, cardiopatías isquémicas e ictus después de picos de contaminación por partículas. En esas fechas -las más recientes para las que los autores pudieron reunir todos los datos- la concentración de PM2,5 varió entre los cinco microgramos y los 71, con una media de 19,16. Es decir, el doble de lo que recomienda la OMS, pero dentro de lo que permite la normativa europea.

Porque el Ayuntamiento de Madrid sí cumple la normativa europea, pero eso no salva sus responsabilidades relativas a la salud de los ciudadanos, ya que la Organización Mundial de la Salud advierte que, a partir de una concentración de 10 microgramos por metro cúbico de partículas PM2,5 de media anual, la mortalidad total, cardiopulmonar y por cáncer de pulmón aumenta si la exposición es prolongada. Es decir, que a partir de esa concentración las partículas empiezan a suponer un problema para la salud y ya sabemos qué colectivos suelen ser siempre en estos casos los primeros en sufrir las consecuencias.

El alcalde se agarra como un clavo ardiendo a que según la normativa que regula la calidad del aire en España y el resto de países europeos (la directiva 2008/50), solamente estarán las autoridades obligadas a rebajar la concentración media anual de partículas PM2,5 a 20 microgramos por metro cúbico en el año 2015. Hasta entonces, el máximo que se permite es de 25 mg/m3 y Madrid está en las zonas en que este parámetro se mide, por debajo de esas cifras, aunque por encima del mínimo que marca la OMS; 13 microgramos / m3 en 2009.

El portavoz socialista en materia de medio ambiente, Pedro Santín asegura que el Ayuntamiento de Madrid ha ocultado los datos reales de contaminación en 2010 y que solamente 5 de las 24 estaciones de la red de vigilancia de la contaminación atmosférica en la capital, controlan el nivel de partículas.

Estas partículas, que se miden en microgramos por metro cúbico de aire y que se catalogan según su diámetro en micras (PM 2,5 significa que son partículas en suspensión de un diámetro de 2,5 micras), son producidas principalmente por los motores de explosión de gasoil, que en estos momentos suponen el 70 % de los vehículos que circulan por las carreteras españolas.

Uno de los autores del estudio científico, Julio Ruiz ha asegurado:

“La asociación entre PM2,5 y mortalidad está ahí. Otros estudios, en otros lugares han obtenido resultados similares y existe el mecanismo biológico que explica cómo estas partículas penetran en las vías respiratorias, producen inflamación y acaban afectando a las arterias y provocando trombosis. Es blanco y en botella, sí, pero en estadística hay que ser cautos”.

Se da la circunstancia de que, tanto Ecologistas en Acción, como la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid y la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid, vienen advirtiendo y denunciando los problemas de la contaminación atmosférica en la capital y en el conjunto de la Comunidad Autónoma desde hace muchos años.

La última denuncia fue en marzo del pasado año, cuando Francisco Segura, de Ecologistas en Acción presentó su Informe Anual sobre la Contaminación en la comunidad de Madrid correspondiente al 2009, en el que, con datos extraídos de la información que ofrece la Comunidad de Madrid a partir de su red de estaciones de medición de la contaminación, a pesar de que según la ley, durante 2009 no se deberían haber superado los 42 microgramos/metro cúbico en dióxido de nitrógeno (NO2) de concentración media anual, este valor se superó en dos estaciones de la red: Coslada (48) y Getafe (43) y la media de las estaciones de la ciudad de Madrid también superó este nivel con 55 microgramos.

Respecto a las partículas en suspensión de 10 microgramos por metro cúbico de aire (PM10), las que provocan la famosa “boina” de Madrid, la ley dice que no se deben superar más de 35 días al año un determinado nivel de partículas 50 microgramos por metro cúbico. Este límite diario se superó en 7 de las 23 estaciones de la red, siendo las más afectadas Torrejón de Ardoz, con 104 superaciones (el triple de las permitidas), Alcalá de Henares con 73, Leganés (60) y Coslada (55). En cuanto a la concentración media anual el límite legal de 40 microgramos fue superado en Torrejón de Ardoz. Sin embargo, Segura recordó que la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la concentración media anual, establecida en 20 microgramos, se superó en 20 de las 23 estaciones de la red, además de en la ciudad de Madrid.

Estas asociaciones, señalaban que el Plan Azul de la Comunidad de Madrid no es un documento serio para reducir la polución porque en el diagnóstico de partida "no reconoce que la Comunidad tiene un serio problema de contaminación atmosférica". Y añadían: "Este Plan fue un rotundo fracaso porque no pone coto al principal contaminador del aire madrileño: el intenso tráfico de automóviles, responsable hasta del 80 por ciento de la contaminación que sufren los ciudadanos de la región, lo que tiene gravísimas repercusiones sobre su salud".

Las tres asociaciones criticaban que no ataca la reducción del tráfico de automóviles. "Por el contrario, las principales políticas de la Administración regional, en especial el Plan de Carreteras 2007-2011, caminan en sentido contrario al planear nuevas infraestructuras viales que promoverán aún más la indiscriminada utilización del automóvil privado. Sin olvidar otras medidas negativas, como el pago del 20 por ciento del Impuesto de Matriculación, que favorece a los vehículos más contaminantes en detrimento de los eficientes, o las fuertes subidas del transporte público”.

Nada pues que no se haya advertido ya hace mucho tiempo por las asociaciones defensoras de la salud y del medio ambiente y que, como suele pasar, cuando los datos científicos confirman que llevaban razón, algunas autoridades, como Alberto Ruiz Gallardón y Esperanza Aguirre (que ante esta última información sobre las PM 2,5, no ha dicho ni “mu”), se refugian en la legalidad vigente o dan la callada por respuesta.

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