jueves. 25.04.2024

A pocas horas del cierre de las negociaciones de Naciones Unidas sobre cambio climático, las perspectivas son pesimistas. La Unión Europea lidera la facción aparentemente más progresista, pero su posición débil llevaría a un resultado de mínimos e inaceptable en la lucha para frenar el cambio climático. La Unión Europea señala la falta de progresos por parte de los países emergentes en vez de exigírselos a Estados Unidos o a la propia UE por su responsabilidad histórica.

La Unión Europea propone un acuerdo débil y sin garantías de alcanzar un pacto de forma urgente. Por su parte, Estados Unidos propone directamente liquidar el sistema de negociación multilateral y cualquier tipo de meta global, con lo que quedaría exento de cualquier obligación legal. Y Canadá, rechaza ratificar un segundo periodo de compromiso del Protocolo de Kioto. Todos estos países han ocupado prácticamente la totalidad del espacio atmosférico disponible por las emisiones históricas de su proceso de industrialización y el excesivo consumo y despilfarro de los recursos naturales globales.

"Esto es lo que llamamos el juego de las culpas. El mundo rico ha generado la crisis climática, y el mundo rico tiene que responsabilizarse de solucionarla. No vale culpar a los demás de la falta de avances. China tiene unas emisiones por persona mucho menores que las de los países occidentales. India, millones de personas que, en condiciones de pobreza, van a sufrir las consecuencias del cambio climático. Brasil dispone del bosque más importante de la zona cálida del planeta y debería permitir su cuidado a las comunidades locales. Sudáfrica sufre de pobreza energética y la avaricia de las grandes corporaciones de la energía fósil y del Banco Mundial. Si Europa, Estados Unidos y Canadá no son los primeros en aceptar un acuerdo de reducciones ambiciosas y vinculantes, lo que hagan el resto de países es irrelevante", señala Alejandro González, responsable del área de cambio climático y energía de Amigos de la Tierra.

El equipo de cambio climático de Amigos de la Tierra Internacional está siguiendo al minuto el fin de las negociaciones. El balance preliminar hace a la organización denunciar los intereses descarados de las grandes multinacionales, que han infiltrado sus mensajes en las posiciones de buena parte de los países europeo y de Estados Unidos, y en el Fondo Verde para el Clima.

Amigos de la Tierra ha rechazado la intervención del Banco Mundial en el Fondo para frenar el cambio climático, considerando que la única institución válida para activarlo es la Convención de naciones Unidas. "Esta marco de negociación solo va a tener credibilidad, si los países rechazan la presión de multinacionales, como la energética sudafricana Eskom, y escuchan y permiten la participación de la sociedad civil, especialmente la afectada por el cambio climático, puesto que es la soberana y legítima de las negociaciones".

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