viernes. 29.03.2024

También se recabarán opiniones sobre la mayor visibilidad de los productos de embalaje biodegradables y el fomento de los requisitos de biodegradabilidad en los envases.

En esta encuesta abierta por la Comisión se busca en concreto posibles soluciones sobre cómo reducir el uso de las bolsas de plástico. Una de las preguntas irá destinada a saber si una medida tarifaria o impositiva sería eficaz o si la prohibición de las bolsas de plástico a escala europea sería la mejor solución. La consulta electrónica estará abierta hasta agosto de 2011.

Tan solo en el mar Mediterráneo, la larga duración de las bolsas de plástico hace que haya unos 250 mil millones de partículas de plástico flotando. Estas partículas pueden asfixiar a las criaturas marinas que las ingieran accidentalmente. Además, los plásticos se desmenuzan en partículas diminutas y presentan un alto potencial de contaminación de los suelos y los cursos de agua puesto que pueden contener contaminantes orgánicos persistentes como aditivos.

Aparte, un ciudadano europeo consume cada año aproximadamente 500 bolsas de plástico de media, la mayoría de las cuales se usa una sola vez. En marzo de 2011, los ministros de Medio Ambiente de la UE debatieron el impacto medioambiental de las bolsas de plástico y entonces ya indicaron que era necesaria una actuación eficaz a nivel europeo. Asimismo, algunos Estados miembros ya han tomado medidas para reducir el uso de bolsas de plástico mediante intervenciones en los precios, acuerdos con el sector minorista y prohibición de determinados tipos de bolsas.

La consulta tiene también como objetivo reunir opiniones sobre la conveniencia de los requisitos vigentes de biodegradabilidad establecidos en la Directiva europea de Envases. Esta directiva no prevé una distinción clara entre productos biodegradables, que deben biodegradarse en condiciones naturales en el medio ambiente y “productos compostables”, que solo se biodegradan en instalaciones industriales de compostación. Por tanto, la publicidad de un producto vendido como biodegradable pero que no lo es realmente en condiciones naturales puede inducir a engaño y contribuye a la proliferación de basura y la contaminación.

La Comisión Europea abre una consulta sobre cómo reducir el uso de las bolsas de plástico