El Quijote y la medicina
En el marco de esta efeméride, se contempla este artículo en el que comentamos las aportaciones del genial manco de Lepanto al cuerpo de conocimientos de la ciencia médica.
¿De dónde le podían venir a Cervantes un cierto interés y conocimiento por los temas médicos? Su padre, Rodrigo de Cervantes, era cirujano
En 1615 Miguel de Cervantes publicó la segunda parte de El Quijote. La aparición del Quijote falso de Avellaneda le impulsó a Cervantes a escribir la que para muchos es la mejor continuación de la historia del famoso hidalgo, cuyo cuarto centenario celebramos ahora. En el marco de esta efeméride, se contempla este artículo en el que comentamos las aportaciones del genial manco de Lepanto al cuerpo de conocimientos de la ciencia médica.
La España de Cervantes estaba precedida y mediatizada por la etapa histórica en la que España representó durante la Edad Media, un reservorio de los saberes greco romanos que proyectó por el resto de Europa. Esta España se trasformó en el período cervantino en una época obscura de intransigencia a los nuevos conocimientos científicos. El Tribunal de la Inquisición, tribunal para situaciones excepcionales con la finalidad de reprimir la herejía, fue creado en el siglo XIII contra los albigenses e introducido en España desde los Reyes Católicos. Bajo el reinado de Felipe II rebrotó dicho tribunal con una implacable y brutal severidad. Durante su reinado se elabora, en 1559, el nuevo "índice de libros prohibidos" que tiene por finalidad aislar a España de las nuevas corrientes de pensamiento surgidas en Europa. Importar libros sin licencia regia se constituye en crimen castigado con la pena de muerte y, para digno colofón de esta política reaccionaria, está la pragmática de Felipe II, reflejo de su intolerancia y fanatismo religioso, con la cual prohibía a los jóvenes el estudio en las universidades europeas, para evitar su contagio con las ideas que pudieran tener la más mínima confrontación con los dogmas de la religión católica. Esto llega a tal punto, que el pensamiento español se estanca y se hunde en un profundo atraso que aún hoy desgraciadamente arrastramos.
Este estancamiento en la época de Cervantes se refleja también en la medicina de nuestro país. Estamos en una época en que en Flandes, se contaba ya con los primeros médicos que iniciaban la anatomía moderna, como Andrea Vesalio y se desarrollaban técnicas quirúrgicas como la trepanación. Por el contrario, en la patria de Cervantes, que es la nuestra, los médicos solían aplicar aún métodos y tratamientos muy primitivos que consistían en purgas, sangrías y paños calientes.
¿De dónde le podían venir a Cervantes un cierto interés y conocimiento por los temas médicos? Su padre, Rodrigo de Cervantes, era cirujano. Con toda seguridad el gran novelista, recibiría sus primeras nociones médicas de su progenitor, y es lo que explicaría la aparición de las referencias médicas en las dos partes del Quijote.
También en esta monumental obra de Don Quijote, Cervantes se aproxima a la Psiquiatría, así la contribución de Cervantes al estudio de las enfermedades mentales no es de orden académico o normativo. Su acierto consiste en la invención de grandes figuras representativas, que reproducen tan fielmente y con tal variedad de detalles las características de ciertos tipos psicológicos o de ciertos desórdenes mentales, que parecen observaciones directas de la realidad y a la vez denotan una capacidad muy notable para captar lo que es fundamental. Cervantes se adelanta cuatro siglos al gran psiquiatra alemán Kresctmer, en la descripción de la biotipología. El biotipo leptosomático de Kresctmer, ya está perfectamente descrito por Cervantes en la figura de Don quijote. Predominio del eje corporal longitudinal sobre el transversal y que se corresponde con un carácter huraño. O bien el biotipo pícnico de Kresctmer, que dibujó magistralmente Cervantes en Sancho Panza (hasta con el nombre de Panza). Donde predomina el eje transversal sobre el longitudinal y se corresponde con un carácter apacible. También en la figura de Don Quijote se perfila de manera precisa la Paranoia, hoy denominada en el lenguaje psiquiátrico trastorno delirante de ideas persistentes. Delirantes son las ideas del famoso hidalgo, pues fuera de la realidad están, y qué decir de su persistencia.
Otra aportación genial de Cervantes y que se adelanta otros cuatro siglos a la psiquiatría francesa en su descripción, es el da la fólie a deux, o locura compartida. Se trataría de una forma impuesta de locura (folie), de Don Quijote (inductor) a Sancho Panza (inducido), donde el escudero actúa como sujeto sumiso debido a sus rasgos psico-sociales (estrato social bajo y bajo nivel intelectual) y caracteriales (personalidad primitiva) y a la relación emocionalmente estrecha y aislada que ambos mantienen. Así la influencia de Alonso Quijano es tal (estrato social alto, mayor formación intelectual, fuerte personalidad), que acaba Sancho Panza compartiendo las ideas delirantes y las alucinaciones de su amo, véase el episodio por ejemplo de los frailes de San Benito del capitulo VIII de la primera parte: “mas apenas los divisó Don Quijote, cuando dijo a su escudero: o yo me engaño, o esta ha de ser la más famosa aventura que se haya visto, porque aquellos bultos negros que allí parecen, deben ser, y son sin duda, algunos encantadores que llevan hurtada alguna princesa en aquel coche, y es menester deshacer este entuerto a todo mi poderío… Y diciendo esto se adelantó, y se puso en la mitad del camino por donde los frailes venían, y en llegando tan cerca que a él le pareció que le podían oír lo que dijese, en alta voz dijo: gente endiablada y descomunal, dejad luego al punto las altas princesas que en ese coche lleváis forzadas, si no, prestaros a recibir presta muerte por justo castigo de vuestras malas obras… Llegaron en esto dos mozos de los frailes, y preguntáronle (a Sancho) que por qué le desnudaba. Respondióles Sancho que aquello le tocaba a él legítimamente, como despojos de la batalla que su señor Don Quijote había ganado (fòlie a deux).
Así pues, sigamos el ya comentado consejo del famoso médico inglés Sydenham, sobre qué libro se debería leer para aumentar los conocimientos médicos: "Leed el Quijote".
Artículo escrito por el Dr. JMª Manzano Callejo. Profesor Asociado de Psiquiatría de la Universidad Complutense de Madrid