martes. 16.04.2024
Arsenio,-alias-El-Cuco.

El Cuco pasó a formar parte del grupo de los ultras cadeneros, amedrentando a “rojos” y repartiendo estopa a cualquier candidato a demócrata que se pusiera por delante. Similar a aquellos pijos del Barrio de Salamanca que te asaltaban insertando una banderita en tu solapa…

Cuco: Dícese de la persona taimada y astuta que ante todo mira por su medro o comodidad. Literal extraído de la RAE y si por extensión le añadimos el nombre de Arsenio, llegamos al personaje central, digno de Rinconete y Cortadillo, incluso del Buscón de Quevedo. Hablamos de Arsenio Fernández de Mesa y Díaz del Rio, natural de Ferrol, dónde si no, nacido allá por Julio de 1955, aunque no el 18, pero por poco. Pasmados quedamos, en su día, al conocer el nombre del primogénito de Jaime de Marichalar y la Infanta Elene, nada menos que Felipe Juan Froilán de todos los Santos, pero en un alarde de discreción le añadieron escuetamente “De Marichalar y Borbón”. Tampoco era cuestión de avasallar.

En el caso del Cuco, así le llamaremos por brevedad y coherencia, subsanaron la brevedad de su nombre con la fastuosidad de sus cuatro apellidos enlazados con preposiciones, conjunciones y contracciones gramaticales. El abolengo de estirpes sin pasado elevado al superlativo de lo grotesco. Un Perito cordobés tomó contacto y se hizo cónyuge de una señorita de clase alta y apellidos con guiones intercalados. El gran estigma de una ciudad como Ferrol, ya sin Caudillo, incrustada entre sindicalistas, al estilo de aquel Novecento de Bertolucci, al tiempo que una reducida clase alta se enrocaba en lo más gótico y grotesco, con unas gotas de la Armada, que si no Invencible, si marcando el paso de la decadencia del 98.

De aquellos polvos vinieron estos lodos, no podía ser de otra forma, un muchacho mediocre, con escasos resultados académicos en el Instituto Concepción Arenal, que incapaz de cursar estudios universitarios, comenzó a forjar, hasta el delirio, un currículo al estilo, mejillones al vapor, con más de lo segundo que de lo primero. Blanco y en botella: falangista; no podía ser de otra forma. El Cuco pasó a formar parte del grupo de los ultras cadeneros, amedrentando a “rojos” y repartiendo estopa a cualquier candidato a demócrata que se pusiera por delante. Similar a aquellos pijos del Barrio de Salamanca que te asaltaban insertando una banderita en tu solapa y la amenaza brutal de los que te rodeaban con gabán azul caqui. El tardo franquismo en su peor estilo, los grises y los caquis. Había que escapar de los unos y de los otros, cual de la peste se tratara.

Alianza Popular lo acogió en su seno y desde entonces comenzó su vida de “trepa”, auspiciado por padrinos, comenzando por concejal en Ferrol y escalando en el aparato genovés. Todo un maestro de lo accesorio, carente de lo imprescindible. El prototipo de arribista profesional. Como Delegado del Gobierno en Galicia, nos trae a la memoria frases esperpénticas ante el desastre del PRESTIGE; este personaje era capaz de afirmar: “El destino del fuel en el fondo del mar es convertirse en adoquín” o bien “Hay una cifra clara, y es que la cantidad que se ha vertido no se sabe”. Por su vergonzante actuación, fue premiado y galardonado y, tiempo más tarde, fue nombrado Director General de la Guardia Civil.

Quienes creímos que tras Luís Roldan al mando de la Benemérita nada podía superar tal indignidad, en un Cuerpo que tiene el honor como primer referente, aparece este sujeto batiendo records de bajeza moral y dejando a sus mandos al pie de los caballos. Los sucesos acaecidos en la frontera de Ceuta con Marruecos, con resultado de muerte de 15 inmigrantes marcaron a sangre su mandato. Aquellas imágenes de ahogamientos provocados y pelotas de goma surcando los mares dieron la vuelta al mundo. Una violación flagrante de los derechos humanos. Detrás, parapetado en su propia estupidez, se escondía el Cuco, personaje con la gomina por sombrero y la ética en su trasero.

No perderé ni una estrofa en calificar el nombramiento de este “abrazafarolas” como nuevo consejero de Red Eléctrica, en recompensa a los servicios prestados, gracias a su proximidad con Rajoy. Los culpables de esta situación tienen nombres y apellidos, tomen nota: Más de nueve millones de votantes que respaldaron al Partido Popular. Son corresponsables “in vigilando” de esta deriva, donde lo que más vale es lo que tienes y no lo que eres. Ustedes, deberán responder ante la Historia como defensores de personajes como El Cuco, que no marca las horas, sólo se viste de Almirante de su frustrada Armada. Váyanse ustedes y sus acólitos a freír chuchangas.

El Jardinero de Ferrol