martes. 23.04.2024
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Pedro Tobar da lectura al acta de entrega de la Casa de Campo al Ayuntamiento de Madrid

Indalecio Prieto pronunció un discurso en el que manifestó la satisfacción del Gobierno al hacer entrega al pueblo madrileño de la Casa de Campo

@Montagut5 | Uno de los primeros actos con gran carga simbólica que hizo la República fue la entrega de la Casa de Campo, uno de los jardines históricos más grandes del mundo, al Ayuntamiento de Madrid. Se trataba de un espacio verde de la Corona para su disfrute que, una vez caída la Monarquía, pasaba a dominio público de todos los madrileños, un hecho histórico de relevancia.

El 20 de abril de 1931, es decir, ni a una semana de la proclamación de la República, el Ministerio de Hacienda publicaba un decreto por el que se cedía la Casa de Campo y el Campo del Moro al Ayuntamiento de Madrid. La disposición permitía al Consistorio de la capital realizar las transformaciones o mejoras que estimase oportunas y poder emprender construcciones. Por otro lado, se preservaban los derechos de los ganaderos porque se permitía mantener los terrenos que ocupaba la Asociación General de Ganaderos en la Casa de Campo. El Gobierno Provisional consideraba que la capital no disponía de un espacio verde en proporción a la densidad de su población, pudiendo convertirse en realidad un deseo de los madrileños.

La cesión se realizaría el 6 de mayo, pero el 1 de mayo, el mismo día de la celebración de la primera Fiesta del Trabajo, por decisión del mismo Gobierno Provisional, se abrieron las puertas del parque a los madrileños de forma puntual.

El acto de entrega oficial comenzó a las doce del mediodía, aunque desde horas antes se había concentrado numeroso público en la Puerta del Rey, y a las once y media llegó una Compañía de Carabineros de Madrid con la Banda de Música del Colegio de El Escorial, situándose frente a las oficinas administrativas de la Casa de Campo, y tocando el himno de Riego a la llegada del director general del Cuerpo, Antonio Vallejo, junto con Eladio Soler, a la sazón el subdirector del mismo.

Los honores y el himno fueron repetidos cuando llegó la comitiva gubernamental presidida por Indalecio Prieto, ministro de Hacienda, junto con otros altos funcionarios de dicho Ministerio.

Por último, llegó la comitiva municipal, presidida por el alcalde Pedro Rico, acompañado por el presidente de la Diputación Provincial, Rafael Salazar Alonso, y compuesta por concejales y otras autoridades.

El acto en sí comenzó con la lectura del acta de cesión por parte del notario Pedro Tovar, para pasar a ser firmada por el ministro Prieto, además de por el alcalde, el secretario municipal, el teniente de alcalde y los directores generales de los Carabineros y la Guardia Civil.

Indalecio Prieto pronunció un discurso en el que manifestó la satisfacción del Gobierno al hacer entrega al pueblo madrileño de la Casa de Campo. Pedro Rico, por su parte expresó la gratitud de Madrid (pueblo y consistorio), prometiendo que haría de la Casa de Campo un lugar de “instrucción y recreo”, pero no en el sentido en el que se había entendido el ocio en este parque, en clara alusión a las fiestas desarrolladas por la Casa Real.

El acto terminó con ovaciones y gritos a favor de Madrid, la República y de “España sin Borbones”. Después tuvo lugar un desfile de los Carabineros.

Al parecer, la muchedumbre presente quiso entrar en la Casa de Campo, pero el Ayuntamiento deseaba realizar una inspección exhaustiva de dicho espacio, y el alcalde tuvo que explicar esta decisión, manifestando que había que cuidar la Casa de Campo y no destrozarla, aunque sabemos que, al menos, en una parte se había dejado estar a las familias en la reciente Fiesta del Trabajo, como hemos comentado.

La Casa de Campo fue abierta el 10 de mayo.

Pueden consultarse los diarios La Libertad, Heraldo de Madrid, El Imparcial, y El Socialista del día 7 de mayo (números 6935, 6939 y 6940), que ha sido nuestra principal fuente.



La entrega de la Casa de Campo al pueblo de Madrid en 1931