El Libro del Antichristo de Martín Martínez de Ampiés, impreso en 1496 por Pablo Hurus, alemán afincado en Zaragoza, formaba parte, en el primer tercio del siglo XX, de las colecciones que la Universidad de Madrid custodiaba en su sede de la Biblioteca de Filosofía y Letras.
Era un ejemplar incunable de incalculable valor, ya que en el mundo solo se conserva un ejemplar completo en la New York Public Library (procedente de la librería de James Lenox, que lo había comprado en 1850 al 'bibliopirata' Count Guglielmo Libri, quien se apoderó de más de 30.000 valiosos ejemplares tras ser nombrado responsable de las bibliotecas de Francia) y dos muy incompletos en la British Library y en el Monasterio del Escorial. Ninguno de estos dos últimos incluye la parte principal de la obra, el Libro del Anticristo propiamente dicho.
El Libro del Antichristo, parodia diabólica de la figura de Cristo, es un compendio de tradiciones medievales muy complejas y fue una obra muy representativa de las creencias escatológicas de la España renacentista de finales del siglo XV. La edición de Pablo Hurus incluía cuarenta y cinco grabados xilográficos de inspiración alemana difundidas gracias a la edición publicada por Françoise Gilbert en 1999 basándose en el ejemplar de Nueva York.
"Cómo el Antichristo mandará quemar los libros de la ley por ensalzar su mala secta" - Grabado del capítulo XIII
Según la investigación llevada a cabo por Marta Torres Santo Domingo, actual directora de la Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla de la Universidad Complutense y una de las mejores conocedoras de la historia del Antichristo de Hurus, desde el siglo XIX había sido referenciado como uno de los volúmenes depositados en llamada Biblioteca de San Isidro, heredera del Colegio Imperial de los jesuitas. Por ejemplo, en un pequeño folleto publicado por Gerónimo Borao sobre la imprenta en Zaragoza en el que ofrece esta información: "Libro del Antichristo, en folio (Incunables de San Isidro)" .
La última de esas referencias es de 1931 e identifica el libro -custodiado en la Biblioteca de Filosofía y Letras, heredera de la Biblioteca de San Isidro, con la signatura I/126. Torres considera que su desaparición debió ocurrir con posterioridad a 1931. Sin embargo, a partir de ahí se abren varias hipótesis sobre lo que pudo pasar. La primera es que, al empezar la guerra civil, ya no estuviera en la Biblioteca. Su existencia había sido ampliamente difundida entre especialistas e interesados en un periodo que Torres denomina "la caza del incunable". Miles de libros antiguos, especialmente códices, incunables y raros, circularon en el mercado mundial. ¿Alguien lo robó y lo vendió clandestinamente?
La segunda hipótesis es que desapareciera durante la guerra. De hecho, el 'Incunable 126' no fue recuperado en la primera acción de salvamento de libros de la Ciudad Universitaria, porque no figura entre los ejemplares salvados y documentados. ¿Fue usado como parapeto y/o destruido durante los combates en la Ciudad Universitaria? ¿Fue salvado, pero robado posteriormente? Tampoco se sabe.
Posteriormente tampoco se mencionó su aparición. De hecho, en el volumen titulado Arte tipográfico en España durante el siglo XV, publicado entre los años 1945-1954, Francisco Vindel señala que el ejemplar español de la Biblioteca de la Universidad "fue destruido en nuestra última guerra".
Con la desaparición del ejemplar de la Biblioteca Complutense, España perdió uno de sus incunables más importantes, tanto por su contenido como por la belleza de su tipografía y los grabados de excepcional calidad.
En su investigación, Torres localizó hace unos años la referencia de un 'ejemplar' de El Antichristo en Sevilla. Al parecer, un erudito llamado Manuel Justiniano escribió en el Archivo Hispalense una nota sobre el descubrimiento de un incunable 'desconocido' en la biblioteca privada del bibliófilo sevillano Ángel Camacho, que finalmente resultó ser la segunda parte de la obra, la 'Epístola de Rabbi Samuel', impresa por Hurus. Pero faltaba la primera parte y la más interesante, el Libro del Antichristo. Camacho murió en 1957 y se desconoce el paradero final de su biblioteca personal.
"La concepción del Antichristo"
¿Dónde está El Antichristo? ¿Destruido, desaparecido... o en alguna biblioteca particular en España? El enigma continúa.
En opinión de Torres, es imprescindible la sensibilización sobre el patrimonio bibliográfico perdido, a fin de recuperar la memoria de los ejemplares desaparecidos y, de alguna manera, difundir su desafortunada historia, con el objetivo de que quizá, algún día, vuelva a aparecer el ejemplar del Libro del Antichristo que un día perteneció a la Biblioteca de la Universidad de Madrid.
(Fuente: Folio Complutense)
