viernes. 29.03.2024

LA GUARDIA FORAL

A lo largo de 1872, asistimos a continuas sublevaciones carlistas, que crean un gran malestar social y de orden público en Navarra. Se produce la entrada en España del Pretendiente D. Carlos por la frontera francesa de Vera de Bidasoa. El gobierno liberal manda al general Domingo Moriones para hacerles frente. Se produce el choque entre liberales y carlistas en Oroquieta en territorio de Navarra. Los carlistas son estrepitosamente derrotados, teniendo D. Carlos que regresar a Francia, en mayo de 1872.

Los restos del carlismo siguen interrumpiendo la normalidad social en provincias como Guipúzcoa y Navarra, produciéndose fuertes altercados de orden público.

ORIGEN Y FORMACIÓN DE LA GUARDIA FORAL

El veintisiete de diciembre de 1872, la Diputación de Guipúzcoa manda a la de Navarra una carta, solicitándole la creación de una fuerza armada, que en combinación con la ya existente en dicha provincia, acabe con los carlistas que se mueven entre la zona fronteriza de ambos territorios.

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La Diputación acuerda la creación de una fuerza armada de 500 hombres, el 31 de diciembre de este año, que recibe el nombre de “La Guardia Foral”. Este acuerdo se le comunica posteriormente a la Diputación de Guipúzcoa.

El dos de enero de 1873, se crea una Comisión por parte de la Diputación formada por los diputados forales [1]: Baltasar Morrás, Gumersindo Ochoa y Modesto Undiano.

Su misión es dar todos los pasos necesarios para conseguir la puesta en funcionamiento de este cuerpo franco de quinientos hombres, así como el reglamento, por el que se regirá.

La Diputación difunde un bando por toda Navarra comunicando la creación de dicho cuerpo franco:

“Habiéndose acordado crear un cuerpo de Guardias Forales, compuesto por 500 hombres, se ha dispuesto proceder al alistamiento voluntario de los individuos que deseen ingresar en el mismo, bajo las bases siguientes:

1º El haber de los guardias será de 8 reales de vellón diarios y ración de pan, vino y carne cuando salgan de operaciones. El uniforme lo recibirán gratis por una sola vez.

2º El tiempo de compromiso será ilimitado.

3º Desde el momento que por el comisionado sea admitido un individuo en clase de voluntario, devengará las dos pesetas, que por el sueldo se les ha asignado”.

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En estos momentos, a finales de 1872, se produce el inicio de la gran sublevación del carlismo, que alcanza un gran éxito y va consolidándose poco a poco. Si tenemos en cuenta la dificultad, que está teniendo el reclutamiento de la quinta de 1872, es fácil comprender la reacción de la Diputación de intentar agradar al Gobierno con esta propuesta, en unos momentos políticos muy difíciles para Navarra y para el propio gobierno.

El veintiocho de enero de 1973, se nombra al Sr. Solórzano como encargado del alistamiento y demás operaciones de la Guardia Foral. Se nombran comisionados para la recluta de voluntarios para la Guardia Foral, tanto dentro de la provincia como fuera, a los Sres. Epifanio Amarita (celador de caminos) y a Gregorio Leturia.

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La composición de las compañías, que se crean de la Guardia Foral, es la siguiente:

  • Un capitán.
  • Cuatro oficiales con la numeración 1º,2º,3º,4º.
  • Un sargento primero.
  • Tres sargentos segundos.
  • Ocho cabos.
  • Dos cornetas
  • Ciento once guardias

Se acuerda el uniforme de la Guardia Foral, que está compuesto por las siguientes prendas junto a su coste:

. Blusa capote de pana azul claro----------------------------------------- 25 pesetas

. Pantalón encarnado------------------------------------------------------- 13.5 “

. Polainas color gris-------------------------------------------------------- 4. 25 “

. Boina roja con chapa----------------------------------------------------- 4 “

. Morral de lienzo con vle------------------------------------------------- 2 “

. Correaje-------------------------------------------------------------------- 12 “

. Morral--------------------------------------------------------------------- 3,75 “

El coste total es ---------------------------------------------------------- 64,50 “

Los voluntarios alistados en la G F son acuartelados a principios de febrero de 1873. Comienza así su periodo de instrucción militar en Pamplona.

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Ante la precariedad de medios económicos que disponen muchos de los guardias forales inscritos, solicitan, que se pague por semanas o quincenas, para evitar así la mala situación de estos voluntarios y puedan sobrevivir ante su carencia de medios.

La Diputación aprueba el reglamento, por el que se rige el funcionamiento de la Guardia Foral, hacia la mitad de febrero.

ACTIVIDADES DE LA GUARDIA FORAL

La guardia foral realiza su primera salida, el 19 de marzo, se dedica a vigilar las localidades de Villava y Huarte, procediendo a la detención de dos personas, que van a unirse a la partida carlista de Zunzarren [2].

En la primavera de 1873, la función de la G F tiene asignado proteger la línea férrea de Tafalla a Pamplona, de vital importancia para las comunicaciones de la capital navarra con el resto del Estado. Esta vía es del máximo interés para los carlistas en su intento de dominio de la provincia.

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La G F se vuelve a concentrar en Pamplona durante el verano, y está a disposición del gobernador militar de la ciudad para las acciones que considere necesarias.

A lo largo del verano, se produce el ingreso en la G F de numerosos voluntarios de la República procedentes de diversas compañías, que han participado en la defensa de la ciudad de Estella, de Cirauqui y otras plazas, que han quedado diezmadas. Como no pueden volver a sus pueblos por encontrarse ocupados por los carlistas solo pueden sobrevivir apuntándose en la G F.

El gobernador civil solicita a la Diputación, que amplié este cuerpo franco. Ésta le recuerda, que el acuerdo es de 125 hombres y a cambio solicita dos cuestiones: por un lado, la anulación de la sanción de dos millones de reales que paga la provincia como impuesto de guerra, a cambio de comprometerse a ampliar la Guardia Foral. Por otro lado, el Gobierne debe devolverles los 1.440.000 reales que esta institución tiene adelantados en depósito al ejército.

A pesar de lo anteriormente expuesto, la Diputación acuerda, el 25 de septiembre, poner a disposición del ejército los dos millones de reales y asume el sostenimiento total del batallón de la Guardia Foral [3].

A finales de septiembre, en una reunión de la Diputación con el general Domingo Moriones acuerdan la ampliación del batallón de este cuerpo franco y se decide que se admitan a todos los que acudan al alistamiento y cumplan el reglamento por el que se rige. Aquellos que no cumplan las condiciones establecidas se alistarán en el servicio sedentario de la G F. Todos los carlistas, que se presenten con sus armas, serán indultados e ingresarán en el batallón.

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Se nombra como Detall de la Guardia Foral al comandante Juan Ibáñez é Ibero y ayudante del Comandante al capitán José García de la Concha. Se nombra como jefe del batallón de este cuerpo franco al coronel, Ángel Navascués.

La Diputación publica, el 4 de octubre, un anuncio en el que se solicitan más hombres para que ingresen en la G F con la finalidad de ampliarla como ha acordado con el general Domingo Moriones. Veamos el anuncio publicado:

“Diputación Foral y Provincial de Navarra. La Corporación expresada ha acordado ampliar el alistamiento para el Cuerpo de la Guardia Foral distribuyéndola en compañías de 125 plazas cada una, con arreglo a las bases de un Reglamento interior y las que se hagan constar. Al efecto se hace público el llamamiento para que, los que deseen alistarse acudan a las oficinas de esta Diputación desde las nueve de la mañana hasta las dos de la tarde. Condiciones;

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1º Los jefes y capitanes serán procedentes del ejército, con nombramiento del Excmo. Sr. General en Jefe y aprobación del Gobierno de la República.

2º Los oficiales subalternos y demás clases de tropa se nombrarán por S.E la Diputación, eligiendo entre los solicitantes, bien del ejército, retirados o paisanos.

3º Los individuos de este Cuerpo disfrutarán el sueldo diario de 8 reales los guardias, 9 los cabos segundo, 10 los cabos primeros y cornetas, 11 los sargentos segundos y 12 los primeros. Los jefes y Oficiales gozarán de los sueldos que corresponden al ejército.

4º Recibirán el vestuario gratis por una sola vez, el que será reemplazado cuando se le considere inútil, del fondo que cada individuo de tropa deposite con sujeción al expresado reglamento.

5º El tiempo de compromiso, es cundo menos, tanto como la duración de la guerra civil con los carlistas.

6º Los que pertenezcan a dicho cuerpo estarán sujetos a la ordenanza del ejército y podían obtener las recompensas a que se hagan acreedores durante la campaña o por inutilizarse como consecuencia de la misma.

7º Serán admitidos los individuos de dieciocho a cuarenta años que acrediten buena conducta con el documento correspondiente expedido por el Alcalde y se hallen en condiciones físicas necesarias para el servicio de dicho instituto, reservándose esta Corporación la admisión de los que excediendo de dicha edad reúnan circunstancias especiales que los hagan merecedores de tal gracia. Las ventajas y demás obligaciones se harán saber por el encargado del alistamiento.

A finales de diciembre de 1873, la Guardia Foral tiene un fuerte enfrentamiento en la zona de Echauri con el grupo carlista dirigido por Mendizábal. Como resultado de este hecho, resulta herido el capitán José Eraso, que muere al poco tiempo y cuatro guardias forales, que son atendidos en el hospital de la Cruz Roja al carecer este cuerpo de asistencia médica. Posteriormente, estos cuatro guardias forales heridos son hechos prisioneros por los carlistas al sacarlos del Hospital de la Cruz Roja donde eran atendidos sanitariamente.

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La G F solicita a la Diputación, que las compañías estén dotadas de material médico, pues es una carencia grave, que debe de ser subsanada con carácter urgente para homologarse a otros cuerpos militares.

A inicios de febrero de 1874, el coronel Ángel Navascúes muestra su malestar a la Diputación por el coste, que pagan los guardias forales cuando son ingresados en el hospital civil. Su coste es de ocho reales y doce céntimos, cantidad superior a su salario diario y a su modo de entender, es una cantidad excesiva y además discriminatoria respecto a otros cuerpos militares, como es el caso de los Carabineros, que sólo satisfacen el 88% de su salario, el resto del coste es pagado por el cuerpo al cual pertenecen. Por ello, solicita a la Diputación un trato equivalente con los miembros de la Guardia foral [4].

La Diputación, tras esta petición del jefe de la Guardia Foral, acuerda lo siguiente:

“ - Que en lo sucesivo pasen al Hospital Civil los guardias forales que llegarán enfermos, pagando seis reales los que ingresen en medicina y siete reales los que vayan a cirugía.

  • Las estancias ya realizadas se abone de los fondos provinciales el exceso que resulte del hecho del descuento del 88% del haber que disfruten los interesados.”

En marzo de 1874, se toma el acuerdo, de que junto a la Guardia Foral en activo se cree un número determinado de plazas para la formación de una compañía sedentaria formada por setenta hombres.

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Entre el 18 y el 20 de marzo, tres compañías de la guardia foral sostienen fuertes combates con los carlistas en la villa de Villava, como resultado de este enfrentamiento mueren dos guardias forales y otros dos resultan gravemente heridos [5].

A finales de abril, se solicita el cambio de la boina roja con chapa que forma parte del uniforme, pues se dan muchas similitudes con la utilizada por los carlistas, y así evitar confusiones. Como alternativa posible, se plantea sustituirla por los chacos-kepis que tienen un coste de seis pesetas por unidad.


[1] A.G.N. Libro nº 81 de actas de la Diputación foral y provincial, de diecinueve de marzo de 1873.
[2] A.G.N. Libro de Actas nº 81 de la Diputación foral y provincial, de diecinueve de marzo de 1873.
[3] A.G.N. Libro de Actas nº 81 de la Diputación foral y provincial, de veinticinco de septiembre de 1873.
[4] A.G.N. Libro de Actas nº 83 de la Diputación foral y provincial, de once de febrero de 1874.
[5] 13º A.G.N Libro de Actas nº 83 de la Diputación foral y provincial , de veintiuno de marzo de 1874,

Cuerpos francos en Navarra 1869-1877. IIº