sábado. 20.04.2024
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El Tratado de Constantinopla de 1888 declaró el Canal de Suez como zona neutral pero bajo protección británica

@Montagut5 | El interés por el Oriente Medio creció considerablemente a mediados del siglo XIX en las cancillerías europeas. El Imperio turco-otomano, que dominaba la zona, estaba en crisis y eso generó muchas apetencias territoriales y marítimas en la zona. Los intentos de Rusia de imponerse a los turcos y conseguir su ansiada salida al mar Mediterráneo terminaron por desencadenar la guerra de Crimea en el año 1853.

Pero, además, el Oriente Medio estaba en la ruta hacia la India y el Lejano Oriente, lugares donde ya habían comenzado las aventuras coloniales europeas. Había que agilizar la ruta y qué mejor que por vía marítima. Para ello había que encontrar una manera de poder comunicar el Mar Mediterráneo con el Océano Pacífico.

El periplo de bordear las costas africanas era lentísimo y encarecía las expediciones comerciales. En ese contexto de evidentes intereses geopolíticos y económicos, el ingeniero francés Ferdinand de Lesseps se puso en marcha para que se hiciera realidad un viejo sueño, excavar un canal para que pudieran pasar barcos de gran tonelaje entre el Mediterráneo y el Mar Rojo, por Suez. Esta vez sí fue posible hacerlo, ya que los intentos anteriores, y que se remontaban al Egipto antiguo, no habían prosperado. Las obras comenzaron en abril de 1859. La obra movilizó a miles de campesinos egipcios. Las condiciones de trabajo fueron muy duras y se produjeron miles de bajas. La obra se aceleró cuando se introdujo moderna maquinaria.

El primer barco que atravesó el Canal de Suez lo hizo el 17 de febrero de 1867 pero la inauguración oficial no tuvo lugar hasta el 17 de noviembre de 1869, en un acto al que asistió la emperatriz Eugenia de Montijo.

El Canal de Suez atravesaba territorio egipcio. El jedive de Egipto, aunque vasallo del sultán turco, ejercía como gobernante autónomo, y se hizo con gran parte de las acciones de la empresa que lo hizo posible. También era clara la influencia de Francia en el proyecto. La ventaja del Canal era evidente para la nueva navegación a vapor, abaratando considerablemente los costes. Y eso no podía dejar indiferentes a los amos del comercio transoceánico, es decir, a los británicos. En el año 1875, Disraeli mandó comprar las acciones del jedive. Los británicos, además, intervinieron en la revuelta anticolonial de 1882, haciéndose con el control del país. Lo que había construido Francia fue aprovechado por Gran Bretaña, añadiendo motivos de resentimiento entre ambas potencias coloniales.

Pero la III República francesa no podía enfrentarse al poderío británico en unos momentos en los que se estaba reconstruyendo el poder militar francés después de la humillación de Sedán ante los prusianos.

El Tratado de Constantinopla de 1888 declaró el Canal de Suez como zona neutral pero bajo protección británica.

El Canal de Suez