jueves. 28.03.2024
arias2

Buenos días,

intervenimos hoy aquí en representación de la Asociación Española de Protección Civil para el Clima Espacial y el EMP (AEPCCE).

Como organización de Protección Civil queremos que  nuestras primeras palabras vayan dirigidas a las personas que, en estos mismos momentos, padecen al huracán Dorian; a las víctimas, a los afectados y a los compañeros están interviniendo allí.

También debemos decir que uno de los compañeros de nuestra delegación que tenía previsto asistir, el ex diputado español y profesor de física en la Universidad de La Laguna, José Segura, impulsor de la resolución unánime para la prevención de esta materia adoptada en el Parlamento de España, ha debido excusar su asistencia por una imposibilidad sobrevenida. También a él y a sus esfuerzos en este campo se debe nuestro trabajo aquí.

Tenemos sólo unos breves minutos para la exposición inicial y el tema de la amenaza del pulso electromagnético o EMP es muy amplio y complejo de abordar - por eso justamente pedimos aquí que se elabore una estrategia de la Unión ante sus dos vertientes solar (es decir natural) y artificial (es decir como arma de destrucción masiva terrorista o bélica) -.

Si tras nuestra intervención surgen preguntas estaremos encantados de responderlas más ampliamente o aclarar conceptos, con el permiso de la presidencia del Comité.

Mientras tanto partiremos de lo ya recogido en la abundante documentación que ya hemos aportado al expediente, y ahora, en tan corto tiempo, únicamente mencionaremos 5 cuestiones a destacar, y concluiremos después recordando en otros 5 puntos lo que aquí les pedimos hoy.

1- Un EMP es una rápida emisión de energía electromagnética de alta intensidad con capacidad de destruir todo tipo de componentes electrónicos. 

Nuestra petición no cuestiona a la investigación científica europea en materia de EMP natural (también llamado GIC, proveniente de fenómenos del clima o meteorología espacial, “space weather”). No la cuestionamos, ni pretendemos cuestionarla. Hemos sido muy claros al decir que lo que sigue faltando en la Unión es otra cosa. 

Falta justamente lo que debería complementar, a continuación, a tal investigación y seguimiento: los propios planes y medios de protección civil y de infraestructuras, y de amplia coordinación, que habrían de poder activarse llegado el caso ante este tipo de escenario catastrófico electromagnético. 

Nada de eso último existe hoy a nivel de la Unión. Nada.

Toda la investigación científica es imprescindible en este campo, pero en el mismo momento en el que un fenómeno EMP solar (EMP natural) se iniciase se tendrían sólo “horas” para proteger a nuestra población civil e infraestructuras.

Y si se tratase de un ataque terrorista sobre Europa mediante EMP menos aún, sólo se tendrían “minutos”.

De modo que si los planes de protección civil y de infraestructuras no estuviesen debidamente preparados mucho antes de uno u otro escenario, no se podrán crear de cero ni en “horas”, ni en “minutos”.

Y menos aún ante una amenaza tan distinta, tan compleja, y aún tan poco entendida ni por los propios servicios de protección civil de los Estados miembro.

Por eso toda la imprescindible investigación y seguimiento científico de la actividad solar no sustituye, en nada, a la no menos imprescindible planificación de protección civil y emergencias, ni a la protección de infraestructuras, que son las que habrán de poder operar desde el mismo momento siguiente de detección y confirmación del fenómeno. Llenando el actual, desolador, vacío.

Y es que una “estrategia integral” de la Unión Europea ante el clima espacial y el EMP, como pedimos desde AEPCCE, debe abordar los tres aspectos sin excluir arbitrariamente ninguno como está sucediendo ahora. ¿Y por qué habría de excluirse alguno cuando son necesarios todos ellos cada uno en su propia parcela de abordaje de este riesgo natural?.

2- Así pues en nuestra petición hemos dicho que en la Unión llevamos en esto al menos diez años de retraso respecto a Estados Unidos: en materia de protección civil y de protección de infraestructuras ante la amenaza electromagnética.

Y, a decir verdad, si vemos que la Comisión EMP del Congreso EEUU fue creada en 2001 (y en 2009 lo fue por el Parlamento del Reino Unido) creo que podemos precisar que en realidad llevamos casi 20 años de retraso en la prevención de esta materia. No sólo 10 años. Casi 20.

De hecho terminando ya 2019 ni tan siquiera tenemos todavía un acuerdo para crear una comisión de estudio de la amenaza EMP para Europa equivalente a esa “EMP Commission” estadounidense de 2001. 

Nuestro retraso desde la Unión en prevención en toda esta materia es enorme y sin paliativos.

Y esto no son sólo palabras. 

Citaré ejemplos muy concretos y graves.

a) La Comisión Federal de Regulación de la Energía de Estados Unidos (FERC) emitió ya en 2013 la Orden 779 comunicándole a todos sus operadores eléctricos los estándares de recuperación ante un fenómeno electromagnético extremo.

Es decir, hace ya 6 años Estados Unidos tenía ya una tal Orden elaborada y en vigor.

Y en 2016 amplió todo ello, además, con una segunda orden, la nueva Orden 830. Igualmente específica ante el EMP artificial y natural.

Dos órdenes específicas dedicadas a la mejora de la protección de la red eléctrica estadounidense ante la amenaza electromagnética.

¿Cuál es, en cambio, la regulación específica europea en esa materia?. 

No hay ninguna regulación. 

¿Qué deben hacer, entonces, los operadores eléctricos europeos si algo así se desencadena?. Acaso improvisar como puedan.

b) Estados Unidos y Reino Unido terminaron de definir ambos en 2015 su propia estrategia nacional ante el clima espacial. 

En 2015, hace ya casi 5 años, tenían ya concluido todo el trabajo previo para llegar a elaborar esa estrategia. 

Encara ya 2019 su recta final. ¿Dónde está la estrategia de la Unión Europea?. ¿Cuándo empezaremos siquiera a abordarla?.

c) El Presidente Obama dictó en Octubre de 2016 una Orden Presidencial para prevenir y preparar a la nación ante el riesgo del EMP natural; el Presidente Trump ha dictado en Abril de 2019 otra Orden Presidencial complementaria para incluir también el EMP artificial dando continuidad a esa política. Y a continuación han definido, además, toda una detallada agenda de trabajo entre agencias federales del Gobierno EEUU (Seguridad Nacional, Protección Civil, reguladores, industria, etc) que abarca hasta 2023 para conseguir alcanzar una protección efectiva. Muy detallada, con los trabajos mes a mes. Los plazos de cada agencia federal, todo. 

Repito, además de todo lo ya hecho Estados Unidos tiene ya una agenda de trabajo fijada que abarca los desarrollos que seguirán hasta dentro de 4 años, 2023, también hemos aportado copia.

¿Cuando se empezará siquiera a hacer algo así en la Unión?, ¿Dónde está una tal agenda de trabajo?, ¿cual es el plan, la agenda, lo que sea, de prevención de la Unión ante fenómenos electromagnéticos extremos naturales o artificiales?. Ninguno.

3- Por el contrario, frente a todas las medidas que acabo de resumir - son más en realidad - en la respuesta de la Comisión Europea a nuestra petición el EMP artificial ni se menciona. Ni mencionarlo. Nada. 

En la respuesta de la Comisión Europea sólo se habla del “space weather”, del EMP natural y se manifiesta un compromiso por alcanzar una “protección efectiva de la población civil europea y las infraestructuras”. Y eso es ya, al menos, un primer paso a apreciar, un primer compromiso.

Pero aún así se pide una estrategia europea frente a la amenaza del EMP natural y artificial, ambas vertientes, este Comité le encomienda a la Comisión Europea que emita su informe y ni tan siquiera se menciona la mitad del problema, el EMP artificial.

¿Es razonable esto?, ¿es prudente?.

Algo ha estado fallando en este tema durante años en la Unión, y sigue fallando, como el propio informe de la Comisión demuestra.

Las grandes catástrofes terminan sucediendo por cosas así. Comienzan justo así: comienzan por un poder político que no escuchó o no quiso entender las advertencias e informes en materia de protección civil.

4- La amenaza EMP (natural y artificial, las dos formas de EMP) es una amenaza de tipo electromagnético que no tiene nada que ver con la ciberseguridad, ni con ningún otro tipo de amenaza. 

Tampoco hay que confundirse en eso.

La amenaza EMP es muy distinta, con muy distintos efectos, y requiere de una distinta planificación. 

Estar protegidos ante ciberataques no nos protegerá, en nada, ante un EMP. Son cosas totalmente distintas.

Y la amenaza EMP (natural y artificial) tampoco ha sido incluida en RescEU en su muy reciente reforma. Otro grave error y otra oportunidad perdida.

También hay que aclarar que la probabilidad de que un EMP natural, solar, se produzca en el corto plazo también es muy distinta, muy superior, a que se produzcan otras grandes catástrofes de nuestro entorno espacial, como el impacto de un asteroide.

La probabilidad de un EMP solar ha sido estimada entre un 5 y un 50% por cuatro informes consecutivos del National Risk Register of Civil Emergencies del Gobierno del Reino Unido (los de 2012, 2013, 2015 y 2017). 

Desde Estados Unidos estimaciones como la de Riley - tomada de referencia por la NASA - hablan de un 12%. Sólo con ser superior a 1%, como todos los estudios hasta la fecha coinciden en señalar,

ya es más que suficiente para no desatender esa prevención.

La propia NASA ha reconocido en una nota oficial que hace 7 años estuvo a punto de alcanzar nuestro planeta un nuevo fenómeno solar extremo. Esa nota está también en la documentación de nuestra petición. 

El 1 de Septiembre, hace sólo 3 días, se acaba de cumplir, de hecho, el 160 aniversario del último gran fenómeno solar extremo de referencia, el 1 de Septiembre de 1859, el “Evento Carrington”. Las auroras boreales cubrieron toda Europa y llegaron hasta Granada, como documenta prensa de la época.

Eso con el EMP natural o solar. Con el EMP artificial o terrorista es simplemente imposible saber cuando un grupo terrorista internacional pueda terminar consiguiendo un arma nuclear e intentar un ataque EMP detonándola en altura para maximizar (en mucho) su daño en relación a una detonación en superficie.

Esto que ven en imagen es la estimación de cual sería un ataque EMP sobre Roma y el Vaticano, formulada por el Doctor Vincent Pry, miembro de la “EMP Commission” del Congreso de los Estados Unidos.

europa

5- Nuestra primera y máxima preocupación en materia de EMP es la actual ausencia de planes y medios de emergencia nuclear ante la amenaza EMP - en ninguna de las instalaciones nucleares de la Unión a día de hoy -, de forma contraria a como sí sucede, con normalidad, ante cualquier otra amenaza a tales infraestructuras.

Y en esto queremos ser especialmente claros: 

Las nucleares pueden ser el mayor de todos los problemas o pueden ser parte de la solución ante un EMP. 

Pueden ser “islas de resiliencia” en la oscuridad. 

Islas en torno a las cuales se mantenga la capacidad de generación eléctrica en la región en el medio y largo plazo, manteniendo la alimentación de todas las demás infraestructuras en su entorno. Frenando la caída en cascada allí. Las nucleares pueden ser el punto de reinicio de todo el sistema en el post evento.

O pueden ser la peor de todas las consecuencias catastróficas a temer de un escenario EMP.

La diferencia está en que el regulador europeo, el ENSREG, fije que todas ellas deban contar, obligatoriamente, con planes y medios de emergencia nuclear ante el EMP.

¿Haremos que las nucleares europeas sean, el peor de todos los problemas ante un EMP, o haremos que las nucleares sean parte de la solución?. Está en nuestra mano cambiar radicalmente esto. Voltear por completo la actual situación. Ello es posible y además es necesario.

De hecho la Electromagnetic Defense Task Force (EDTF)de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en su informe de Noviembre de 2018 - documento que también hemos aportado - en su página 9 y siguientes explica su estimación de “99 accidentes nucleares graves” simultáneos en la Costa Este de EEUU ante un fenómeno extremo del clima espacial o un ataque EMP.

La EDTF reconoce además, expresa y literalmente - les animamos a que todos los eurodiputados de este Comité tomen el documento y lo lean Ustedes mismos – que “millones” de ciudadanos de Estados Unidos se convertirán en desplazados internos huyendo de la contaminación. ¿Cual sería el escenario en Europa, qué cabría esperar?. No lo sabemos porque ni tan siquiera hemos abordado aquí tal cuestión. Como si ni existiera.

Y en su nuevo informe de 2019 de la Electromagnetic Defense Task Force (EDTF), publicado hace 2 semanas, en Agosto - también lo hemos aportado - mantiene su estimación y posicionamiento previo.

Informe éste último en el que también ha participado la propia Nuclear Regulatory Commission (NRC) de Estados Unidos y en el que se recomienda expresamente, - conjuntamente - al Gobierno Federal que ante la posibilidad de un apagón eléctrico nacional causado por un EMP y que podría durar “meses” todas las instalaciones nucleares de Estados Unidos cuenten, preventivamente, con reservas diesel para ser capaces de mantener sus generadores de emergencia en funcionamiento durante “al menos 6 meses” (“at least six months”), ampliando fuertemente las actuales reservas diesel de sólo “7 días” 

Porque ante un posible escenario de caída nacional de la red eléctrica la refrigeración eléctrica de los núcleos de los reactores y de las piscinas de combustible gastado debe poder ser mantenida por encima de todo. Esto es la prioridad absoluta ante un EMP solar o artificial.

Europa no puede asumir tampoco el riesgo de un tal escenario de “99 accidentes nucleares graves simultáneos” y millones de ciudadanos a la huida de la que habla la EDTF en sus dos informes, del mismo modo y por la misma razón que Estados Unidos reconoce finalmente que no puede asumirlo. Porque la única probabilidad asumible de algo así es un 0%. Ni un 12%, ni un 5%, ni un 1%.

Y por eso debe revisarse e incrementarse, específicamente, la seguridad nuclear a tal respecto.

Hemos de decir también que en este momento más de 15.000 ciudadanos han firmado ya solicitando a través de la web de Change.org esto mismo que va a hacer EEUU también para Europa. Y continúa la recogida de apoyos.

Finalmente: ¿cuáles son nuestras peticiones al Parlamento Europeo?, ¿qué se puede hacer hoy desde aquí?

Se resumen en los 5 puntos que siguen:

1ª) Que esta petición se mantenga abierta y se impulse, con decisión y sin más aplazamientos, la definición de una estrategia integral de la Unión Europea ante el clima espacial y el EMP. 

Esto mismo que estamos pidiendo es lo que Estados Unidos y Reino Unido ya han hecho.

Una estrategia que abarque todos los aspectos del problema: también la protección civil y la protección de infraestructuras. Y comenzando por la vital protección específica de todas las instalaciones nucleares de la UE ante el EMP.

2ª) Que la amenaza EMP sea incluida con la mayor rapidez posible en RescEU, el mecanismo de Protección Civil de la Unión. A día de hoy no lo está y es una amenaza netamente distinta a todas las demás y requiere de preparación y medios específicos.

3ª) Impulsar desde la Unión, ante la ONU, un tratado de prohibición y no proliferación de la tecnología armamentística EMP.

La más terrible y asimétrica de todas las armas de destrucción masiva. Y un arma cuyas víctimas siempre serán, en primer lugar, población civil protegida por los Convenios de Ginebra y de la Haya.

4ª) Impulsar desde la Unión el reconocimiento del uso de las armas EMP como crimen contra la humanidad, dentro de los mecanismos de revisión periódica del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional.

5ª) Declarar el 1 de Septiembre de todos los años - aniversario del “Evento Carrington” - como Día Europeo de la Meteorología Espacial (“space weather”).

Ello de manera similar a la reciente Declaración por parte de la Asamblea General de la ONU del “Día del Asteroide” cada 30 de Junio  (Resolución A/RES/71/90 de 2016), como forma de concienciar al público de este tipo de riesgo y de visibilizar toda esta poco conocida materia.

No permitan que toda esta insostenible situación continúe así. 

Concluyo ya.

Apoyen el mantener abierta esta petición y, a la vista de la misma, y de la abundante documentación aportada que la apoya, ejerzan Uds. en este campo, con toda atención, su normal tarea de control parlamentario de los trabajos del ejecutivo, la Comisión Europea.

Gracias por su atención.

Miguel Ángel Rodríguez.Presidente de la Asociación Española de Protección Civil para el Clima Espacial, el EMP y los fenómenos black swan (AEPCCE). Número 605034 del Registro del Ministerio del Interior.

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Tormentas solares y EMP: texto de la intervención de AEPCCE ante el Parlamento Europeo