jueves. 25.04.2024

Iván Espinosa de los Monteros planteó sus dudas respecto del intento de asesinato sufrido el pasado jueves por la vicepresidenta argentinaCristina Fernández de Kirchner, y atribuyó a la izquierda el clima de violencia política que vive el país sudamericano. 

Durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados el portavoz de VOX sostuvo que "Si la izquierda mantuviera a sus huestes controladas habría mucha menos violencia".

Está claro que Espinosa de los Monteros sabe de lo que habla. O, mejor dicho, conoce las tácticas psicopáticas de culpabilizar al progresismo de las miserias que la derecha engendra; es un experto en librarse de las responsabilidades que acarrea la retrógrada ideología que defiende a capa y espada y que despierta en sus adeptos los más deleznables sentimientos humanos. 

En su red social Twitter Espinosa de los Monteros se autodescribe como “hombre, español, cristiano, hetero, casado, padre de familia numerosa, patriota, capitalista, conservador, taurino, madridista y de Vox”, adjetivos entre los que omite su condición de fascista, quizás porque aún conserva un cierto e improbable decoro. 

Espinosa de los Monteros ha ignorado que hay ocasiones en las que es preferible mantenerse con la boca cerrada y parecer un tonto, que abrirla y disipar todas las dudas

Precisamente de “hombres” como Espinosa de los Monteros es de lo que se pretende enseñar todo aquello que no debe incluirse en la política argentina. En la Argentina abundan “patriotas” y “heteros” como el portavoz de VOX, y es contra ellos la lucha que diariamente debe dar la democracia, ese espacio de derecho reconquistado en 1983 -y que costó la vida de 30 mil personas- en el cual pretende colarse la agrupación española de extrema derecha liderada por Santiago Abascal, a través de mítines y encuentros en los que priman las individualidades, el desprecio al inmigrante, a la mujer, al pobre y al propio Estado, al que consideran un impedimento para el desarrollo de sus negocios.

"Es peculiar que pocos días después de haberse encontrado con Pablo Iglesias se les haya ocurrido lo mismo que sucedió aquí, unas falsas balas en medio de unas elecciones, con una falsa atribución", dijo el conservador, taurino y fascista, Espinosa de los Monteros, en referencia a una supuesta maniobra, a un supuesto “autoatentado” del oficialismo argentino, de cara a las próximas elecciones de 2023.

Peculiar es que el pregonero de máximas de cotillón, como “la España que madruga” o “los hombres hechos a sí mismos” ponga en tela de juicio la veracidad del mayor atentado en la historia de la democracia de un país del que también provienen esos inmigrantes a los que detesta. 

Claro que Espinosa de los Monteros está en todo su derecho de opinar, de dudar e incluso de responsabilizar. Aunque por lo visto y escuchado, el portavoz de VOX que tanto goza de sus propios refranes ha ignorado que hay ocasiones en las que es preferible mantenerse con la boca cerrada y parecer un tonto, que abrirla y disipar todas las dudas. 

Un refrán para Espinosa de los Monteros