viernes. 29.03.2024
ALBERTO Y CRISTINA

Después de 5 días de terremoto político, como consecuencia de la derrota del gobierno en las elecciones primarias del domingo (12), el presidente argentino, Alberto Fernández, anunció una remodelación del gabinete. La crisis, que colocó al borde de la ruptura al presidente con su vicepresidenta, Cristina Kirchner, se saldó con una nueva victoria de ésta última. No se cobró todas las piezas que anhelaba, pero dejó claro quién manda en el gobierno, devaluando aún más la autoridad de Alberto Fernández.

Esta remodelación tiene como principal objetivo llegar al 14 de noviembre, cuando se celebran las elecciones parlamentarias que renuevan parcialmente las dos cámaras del Parlamento, en condiciones de recortar la importante distancia que la oposición logró en las primarias. Los cambios de cara irán aparejados con medidas para impulsar el consumo en las capas populares con medidas de choque. Esto se conseguirá expandiendo el gasto público y acelerando la emisión monetaria. Los ministros económicos continúan en sus puestos, pero tendrán que ceder a lo que imponga Cristina Kirchner.

Este nuevo escenario tiene actores que salen de escena y otros que entran. Y, sobre todo, algunos que vuelven al primer plano, viejos conocidos por todos los argentinos, por su paso en diversos momentos y gabinetes de Néstor y Cristina Kirchner. Estos son los principales personajes:

Alberto Fernández. Sigue siendo el presidente de los argentinos. Elegido por Cristina Kirchner para encabezar la fórmula en la que ella se reservaba el papel de vicepresidenta, los acontecimientos vuelven a demostrar dónde reside el poder real. En la carta hecha pública por Cristina este jueves (16), se encargó de dejar claro que ella había sido la única responsable de su llegada a la Casa Rosada. Fernández es rehén de su vicepresidenta y delos sectores más radicalizados del kirchnerismo, como La Cámpora, la organización juvenil -aunque sus integrantes ya entraron todos en la edad madura- que responde a Máximo Kirchner, el hijo de Néstor y Cristina.

Cristina Kirchner. A pesar de que prometió que el único responsable del gobierno sería Alberto Fernández, ejerce su poder sin mesura. Eligió a Fernández por ser percibido como un moderado, pero le impone una orientación a su gobierno a su imagen. En estos dos años de gobierno, reprendió al presidente públicamente y consiguió colocar a sus peones en el gobierno y en cargos intermedios. Su primera víctima importante fue Marcela Losardo, ministra de Justicia, amiga personal del presidente y socia durante décadas en un bufete de abogados. Losardo no ponía suficiente empeño en maniobrar ante la Justicia para librarla de los casos de corrupción.

Juan Pablo Biondi. Vocero o portavoz presidencial, es amigo personal del presidente desde hace muchos años. Pero su cabeza fue pedida por Cristina, acusándolo de operaciones en su contra. Su supuesta relación sentimental con la periodista que publicó las fotos de la fiesta de cumpleaños de la pareja del presidente en la residencia oficial, proyectó sombras de sospecha, aunque el presidente no pareció darle crédito. Dicha fiesta, en plena cuarentena y restricciones, fue letal para el gobierno en términos electorales. Después de la embestida de Cristina, Biondi presentó su renuncia. 

Santiago Cafiero. Último representante de una dinastía peronista -su abuelo, Antonio Cafiero, fue ministro de Economía en el primer peronismo. Uno de los hombres de mayor confianza de Alberto Fernández, era uno de los señalados por Cristina. El presidente lo sacrifica, pero lo coloca al frente del ministerio de Relaciones Exteriores. Politólogo de formación, librero de profesión y con solo 42 años, tendrá una cartera en la que no tiene experiencia.

Felipe Solá. Deja el ministerio de Exteriores, en el que defendió alternativamente posiciones críticas con Venezuela y lo contrario, cuando el cristinismo así lo exigió. Se enteró de que no era más ministro en viaje a México, donde iba a participar en la reunión de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), defendiendo la presidencia de Alberto Fernández de dicho organismo. Al saber de su cese, desistió de participar en el encuentro donde, por cierto, se frustró la candidatura del mandatario argentino.

Martín Guzmán. Ministro de Economía, viene sufriendo un marcaje directo por parte de Cristina. Pero sigue en el cargo, al igual que el otro ministro económico, Matías Kulfas. Ambos son hombres del presidente y son responsabilizados por el cristinismo de la derrota electoral. La vicepresidente exige más gasto público y ninguna concesión en las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional. Un acuerdo con el FMI significa más ajuste y eso es anatema para el kirchnerismo.

Juan Manzur. Hasta ahora gobernador de la provincia de Tucumán, es el nuevo jefe de Gabinete. Viejo conocido de la política local, fue ministro de Salud con los Kirchner. Desde que entró en política, multiplicó más de 40 veces su patrimonio, de forma imposible de justificar. Se había alejado del kirchnerismo, llegando a declarar que el ciclo político de Cristina ya había pasado. Pero ahora es la propia vicepresidenta la que lo instaló en el cargo. Es un nombre duro de tragar para los sectores progresistas, por su oposición a la legalización del aborto. En su provincia, le prohibió abortar a una niña de 11 años que había sido violada. Hace años, siendo responsable de Salud de su provincia, anunció una espectacular reducción de la mortalidad infantil, aunque luego se descubrió que manipuló los criterios para inscribir estas muertes.

Eduardo Wado De Pedro. Ministro del Interior, fue el que desató la crisis presentando su renuncia, siendo seguido por los ministros y otros altos cargos que responden políticamente a Cristina Kirchner. Con esto pretendieron presionar al presidente para llevar a cabo los cambios que exige la vicepresidente. Finalmente se mantiene en el gabinete, aunque los cercanos al presidente lo tacharon estos días de traidor. Uno de los integrantes de La Cámpora, su condición de hijo de desaparecidos le procuró la protección de los Kirchner.

Aníbal Fernández. Fue casi todo en diversos momentos de los gobiernos de Néstor y Cristina. Incluyendo jefe de Gabinete, ministro del Interior y de Justicia. Se hará cargo de la cartera de Seguridad, sustituyendo a Sabina Frederic, autora de varias polémicas, como la que protagonizó recientemente al afirmar que Suiza era más segura que Argentina, pero más aburrida. Aníbal Fernández había dicho en el pasado que la inseguridad era solo una sensación. Es uno de los personajes de la política argentina con más ángulos oscuros. Se considera que fue uno de los responsables de la derrota del peronismo en el 2015, cuando perdió estrepitosamente como candidato a gobernador de Buenos Aires. Su primer cargo importante fue en 1991, intendente (alcalde) de Quilmes, en el conurbano bonaerense. En aquella época un juez decretó su prisión por pagos irregulares de una deuda del municipio con la empresa Aguas Argentinas, huyó en el baúl de un coche y estuvo prófugo. Su habilidad política es indudable.

Axel Kicillof. Gobernador de la provincia de Buenos Aires. Fue el último ministro de Economía de Cristina Kirchner y es el consejero económico de cabecera de Cristina. La derrota contundente del peronismo en las elecciones del domingo en su distrito, no le salpicó. Es uno de los delfines que piensa Cristina como candidato a presidente el 2023, junto con su hijo, Máximo.

Máximo Kirchner. Hijo de dos presidentes, Néstor y Cristina Kirchner, es el jefe del bloque de diputados peronistas en el Congreso. Quiso estudiar periodismo, pero abandonó inmediatamente, por lo que solo tiene estudios secundarios. Hace solo dos años que abandonó la Patagonia, donde cuidaba los negocios familiares. Líder de La Cámpora, impulsa la expansión de sus integrantes en todos los niveles del Estado, lo que lo enfrenta muchas veces con los políticos tradicionales del peronismo. Es el jefe del bloque de diputados peronistas en el Congreso y ejerce el poder que le da su apellido. 

Sergio Massa. Presidente del Congreso. Estuvo alejado de Cristina Kirchner mucho años, después de haber sido su jefe de Gabinete. A partir de eso se llevó consigo una parte de votos pequeña, pero importante. Con ambiciones presidenciales, fue una sorpresa su vuelta al kirchnerismo. En esta crisis estuvo mediando entre Alberto y Cristina.

Daniel Filmus. Ex ministro de Educación con Néstor Kirchner, vuelve para ocupar el ministerio de Ciencia y Tecnología. Hombre moderado, su vuelta al gobierno hace que el nuevo gobierno sea un revival que parecía imposible.

Quién es quién en la crisis argentina