sábado. 27.04.2024
Foto: Amnistía Internacional

Los embarazos no deseados generan estrés grave para las personas con recursos limitados para acceder a abortos seguros. Desde que se legalizó el aborto en EEUU en 1973, generaciones de personal médico no han tenido experiencia en la profunda angustia emocional y la desesperación experimentada por las pacientes que buscan un aborto bajo leyes restrictivas. La observación del filósofo George Santayana es especialmente adecuada aquí: "Aquellos que olvidan el pasado están condenados a repetirlo".

Las mujeres que acuden a la interrupción voluntaria del embarazo no deseado tienen tres veces más probabilidades de un trastorno de salud mental que la población general. Además, el estrés físico y emocional causado como resultado del embarazo no deseado tendrá un impacto perjudicial en el desarrollo cerebral del feto, aumentando el riesgo de trastornos del desarrollo neurológico, según se refiere en un artículo en Northwestern Medicine y la Universidad de Columbia, en un comentario en JAMA Psychiatry.

“Los embarazos no deseados generan estrés grave para las personas con recursos limitados para acceder a abortos seguros, que pueden estar a varios cientos de de distancia de su domicilio, y que afectan desproporcionadamente a las personas de color, las personas con discapacidades y las madres solteras", escribe la Dra. Katherine Wisner, Profesora de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento y profesora de obstetricia y ginecología en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern. y el Dr. Paul Appelbaum, profesor de Psiquiatría, Medicina y Derecho en la Universidad de Columbia, en el comentario.

Las mujeres que acuden a la interrupción voluntaria del embarazo no deseado tienen tres veces más probabilidades de un trastorno de salud mental

En junio de 2022, la decisión de la Corte Suprema de los Estados Unidos en Dobbs v Jackson Women's Health Organization, revirtió el precedente de casi cinco décadas de acceso garantizado constitucionalmente al aborto. Las ramificaciones de la decisión de la Corte son inmensas, no solo para 1 de cada 4 personas embarazadas estadounidenses que buscan abortar, sino también para la práctica psiquiátrica. 

La investigación muestra que el estrés severo de la madre en un embarazo no deseado se transmite a su hijo en desarrollo. Esa exposición al estrés severo es tan impactante como las drogas o las enfermedades, y aboca a problemas de desarrollo y enfermedades psiquiátricas en los niños. Hay muchos programas para tratar de reducir el estrés y la morbilidad y mortalidad médica para la persona embarazada, y esta carga emocional hace exactamente lo contrario.

Alrededor del 55% de las estadounidenses que dan a luz viven en la pobreza. Esas personas, que están luchando para llegar a fin de mes, pueden tener un embarazo no deseado. La mayoría de las personas que buscan abortar ya tienen hijos y muchas no pueden permitirse el lujo de cuidar a sus familias con otro embarazo y otro hijo. “Si esa persona decide que el aborto es la mejor opción y vive en un estado con acceso restringido, los desafíos son dónde obtener uno, ya que el sitio más cercano puede estar a cientos de millas de distancia, cómo obtener el dinero para pagarlo y el transporte, cómo organizar el cuidado de otros niños y cómo compensar la pérdida de salario si no hay permiso por enfermedad. ", se refiere en este artículo. Eso es increíblemente estresante. Si la persona tiene algún tipo de vulnerabilidad psiquiátrica previa, como depresión o un trastorno de ansiedad, se le impone este nuevo y poderoso factor estresante.

La mayoría de las personas que buscan abortar ya tienen hijos y muchas no pueden permitirse el lujo de cuidar a sus familias con otro embarazo y otro hijo

La capacidad de hacer frente a esta situación se ha visto agravada por la pérdida de autonomía, tratándolos como si tuvieran menos derechos que el embrión o el feto. Incluso si nunca hubieran tenido ninguna enfermedad psiquiátrica, este nivel de estrés aumenta la probabilidad de desarrollar un trastorno emocional.

Algunas madres que ya tienen enfermedades psiquiátricas tienen episodios asociados con el embarazo. Es posible que hayan tenido psicosis posparto o intentos de suicidio y corren un alto riesgo de que eso vuelva a suceder si se quedan nuevamente embarazadas. Además, ¿Qué pasa si una persona embarazada está tomando medicamentos psiquiátricos? Una persona podría, por ejemplo, tomar litio y, aumentar la tasa de defectos congénitos de nacimiento asociados con la exposición a este fármaco. Algunos pacientes dicen: “Quiero tener un bebé y necesito tomar mi litio para mantener mi enfermedad bipolar bajo control, pero quiero mi ultrasonido de 20 semanas para averiguar si el cuerpo de mi bebé es normal”. Si su bebé tiene una malformación cardíaca grave, tienen la opción de elegir un aborto. Si viven en un estado que restringe los abortos, ¿qué hacen? ¿Dejar de tomar litio durante el embarazo y arriesgarse a recaer en un episodio psicótico? ¿O tomar el litio y arriesgarse a dar a luz a un niño que puede necesitar atención médica durante toda su vida?".

En este estudio se expone que, entre las mujeres en edad reproductiva, la tasa anual promedio ponderada de muerte por suicidio a nivel estatal cuando no se aplicaban las leyes de restricción del aborto (TRAP) fue de 5,5 por 100 000. La aplicación de la ley TRAP se asoció con una tasa anual de suicidios 5,81 %, más alta que en los años anteriores a la aplicación de esta normativa. Los hallazgos siguieron siendo significativos cuando se utilizaron índices alternativos más amplios de acceso a la atención reproductiva y diferentes categorizaciones de edad.

Por último, compartir esta reflexión de Henry Louis Mencken: “Es completamente lícito para una católica evitar el embarazo recurriendo a las matemáticas, aunque todavía le está prohibido recurrir a la física o a la química”.

Salud mental y aborto restringido en EEUU