jueves. 28.03.2024
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Los medios hegemónicos, en sintonía con organismos como la OEA y la ONU, han decidido invisibilizar la tragedia por la que atraviesan los haitianos. Las grandes cadenas de televisión ponen su foco en Venezuela mientras desestiman o manipulan la realidad de los países que han caído en la desgracia del neoliberalismo.   

Tras ocho semanas de protestas en diversas ciudades, el gobierno de Jovenel Moise ha intensificado la represión. Según la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos de Haití, 48 personas han perdido la vida por el cruento accionar de las fuerzas de seguridad. Tan violenta es la represión que ha llevado a las escuelas, oficinas públicas y empresas a cerrar sus puertas;  y ha forzado a las organizaciones no gubernamentales a suspender la distribución de ayuda humanitaria.

Los 48 muertos contabilizados hasta ahora no han sido portada de los principales medios del mundo que, sin embargo, siempre estarán alertas a la crisis venezolana

Al igual que en la Chile de Sebastián Piñera, los medios aliados del poder se ensañan contra los “violentos, los vándalos y los saqueadores”; estigmatizan a los manifestantes como a “enemigos” de la democracia. Sin embargo, más allá del relato existe una realidad mil veces denunciada. Y es la misma que se vive en los países latinoamericanos en los cuales impera el modelo neoliberal. El 80% de los haitianos vive en condiciones de extrema pobreza.

Este dato demoledor ubica a Haití en el puesto número uno de los países más pobres del hemisferio. El malestar de los haitianos es comprensible, más aún si se considera el informe del Tribunal Superior de Cuentas en el que se denunció la malversación de miles de millones de dólares por parte de funcionarios públicos y allegados, incluido el mismo Moise antes de convertirse en presidente.

A Moise aún le quedan dos años de mandato, y de momento no ha tomado medidas públicas concretas y contundentes para abordar los reclamos y exigencias de la población desde que estallaron las protestas. Lo cierto es que lo que refuerza la miseria por la que atraviesa el pueblo haitiano es el modelo neoliberal que favorece la dependencia económica y la desigualdad.

La prensa internacional le da la espalda al drama haitiano. Los 48 muertos contabilizados hasta ayer no han sido portada de los principales medios del mundo que, sin embargo, siempre estarán alertas a la crisis venezolana.

Morir sin prensa