jueves. 18.04.2024
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Pedro Sánchez y António Costa en un encuentro celebrado en Lisboa en julio de 2018. (Foto: La Moncloa)

Socialistas portugueses y españoles se enfrentan al mismo dilema: que se frustre su objetivo de alcanzar una mayoría suficiente que no les haga depender de otras fuerzas a su izquierda tras su paso por las urnas.

Mientras que en España habrá que esperar al 10 de noviembre, fecha de la repetición electoral, en Portugal la incógnita se resolverá en las elecciones legislativas del próximo domingo 6 de octubre.

Los paralelismos entre el PSOE y el PS se reflejan incluso en las proclamas electoralistas de ambos líderes. El portugués António Costa pide el voto para un “PS fuerte”, mientras Pedro Sánchez apela a una “amplia mayoría” que le permita formar gobierno.

Sin embargo, a diferencia de España, nuestro vecino Portugal ya ha puesto en práctica en esta pasada legislatura un pacto de gobierno entre el PS y sus dos fuerzas a la izquierda, el Bloque de Esquerda (BE) y la coalición del Partido Comunista y los Verdes, en una fórmula conocida como la ‘gerigonça’, lo que en España se ha venido a denominar el 'pacto a la portuguesa' y que ha servido de reclamo al PSOE por cuanto no se formuló como gobierno de coalición, sino como acuerdo programático que ha logrado el “milagro” de una legislatura estable.

El primero que apeló a ello fue el propio Sánchez, en enero de 2016, durante una visita a Portugal para entrevistarse con Costa. De poco le sirvió. En marzo de ese año, el socialista sufrió su primera investidura fallida, un escenario que se repitió el pasado mes de julio ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo con Unidas Podemos.

De momento, las encuestas les son favorables a ambos dirigentes socialistas aunque ninguno se sitúa en un posible escenario de mayoría absoluta, debido también en parte a la gran fragmentación parlamentaria que se vive en ambos países durante los últimos años. El último sondeo del CIS da al PSOE una mayoría holgada pero no para no necesitar socios parlamentarios. En el caso de Costa, los pronósticos son similares en la recta final de la campaña para las elecciones del domingo.

Efectivamente, según el último sondeo elaborado por Universidad Católica para la cadena RTP y el diario 'Público', el PS de António Costa lograría el 30% de los votos, con entre 97 y 107 diputados, lejos de la mayoría absoluta de los 116. Por debajo se quedaría su rival de centroderecha, el Partido Social Demócrata (PSD) de Rui Rio, con un 30% de estimación de voto y entre 79 a 87 escaños. En tercer lugar, el BE con el 10%, seguido de PCP con el 6%, el CDS con el 5% y el PAN con el 3%.

La encuesta, con una muestra de 3.226 consultas válidas, se realizó entre el jueves y el lunes pasados, con un margen de error del 1,7%.

Los encuestados también se decantan por el socialista cuando se les pregunta quién sería mejor primer ministro, con un 51% que elige a Costa y solo un 25% que se decanta por Rio.

Con esta foto preelectoral, Costa -como ya hizo Sánchez en su momento poniendo de ejemplo ese ‘pacto a la portuguesa’- mira ahora a España y al intento fallido del PSOE para formar gobierno y llama al “voto útil” para evitar “una situación a la española”. Porque tal y como destacó en una entrevista en el semanario Expresso "un PS débil y un BE fuerte significa ingobernabilidad”. Un discurso similar al del PSOE camino de la nueva cita electoral en noviembre.

El portugués Costa (como Sánchez) apela al “voto útil”