viernes. 29.03.2024
Angela Rayner diputada laborista

En el capítulo de esta semana de “el peor gobierno en Reino Unido” se ha abierto un nuevo frente que parecía que en estos lares no sucedía…el machismo en la política britanica ha quedado patente esta semana con varias noticias que afectan a miembros del parlamento.

Muchos podemos pensar que el país europeo, que nombró a su primera mujer como líder del país en 1979 estará a años luz del resto de Europa en esta materia. Margaret Thatcher fue la elegida y tras la elección de Theresa May en 2016 ya han sido dos las mujeres que han liderado el país.

Por cuestión de meses se adelantó Reino Unido a nuestros vecinos, Portugal, que eligieron a María de Lourdes Pintasilgo como primera ministra, pero con una duración en el cargo de solo 4 meses. Francia tardó 12 años más, y Alemania esperó 26 años…en nuestro caso, España sigue esperando.

La elección de mujeres como primeras ministras no ha de ser el único baremo para decidir si los poderes políticos del país han avanzado o no. La cifra de representantes en el Parlamento actual puede ayudar a entender mejor que no todo el trabajo este hecho.

En marzo de 2022, 225 de los 650 parlamentarios en Reino Unido son mujeres, y esta es una cifra récord.

En nuestro país a veces miramos al exterior como la panacea, pero en este marcador sobre la paridad podemos sacar mucho pecho:

En las elecciones de 28 de abril de 2019 se llegó a un 47.4% de mujeres en el hemiciclo (166 de 350), pero este dato que nos situó a la cabeza de Europa disminuyó en las elecciones de noviembre del mismo año un 8%. Esta bajada se debió a la irrupción de una banda que prefiero no nombrar.

La banda que no cree en mantener derechos a todos los ciudadanos, la que golpea con banderas y con homofobia, misoginia, xenofobia, o a los menores de otra procedencia prefiera despojarles de cualquier humanidad denominándolos MENAS, no cree en la paridad y se limita a cumplir los mínimos exigidos afectando así la composición de la cámara.

77% hombres y 23% mujeres, esa es su idea de paridad.

Volviendo a Reino Unido, hay una tendencia parecida según el color político. La diferencia entre partidos es abismal y mientras los liberales demócratas se acercan al 70% o los laboristas superan el 50%, el partido conservador esta en un 25% de representación femenina.

Cuando Thatcher llego al poder en 1979, este porcentaje no llegaba siquiera al 4%, dejando claro que su elección fue un simple espejismo y no representaba la situación real de la representatividad femenina en este parlamento.

Si estos datos puede ser indicativos, lo sucedido en la cámara de los comunes esta semana simplemente nos muestra la misoginia y el machismo más casposo por el que muchos abogan.

Angela Rayner

Angela Rayner, estrella emergente en el partido laborista del inoperante Keir Starmer, ha sido el centro de otro de los capítulos misóginos de Boris Johnson.

La polémica se basa en una alegación que se ha hecho circular y ha llegado a ser publicada por algún el Mail on Sunday, que dice que a Angela Rayner, a lo Sharon Stone en Instinto Básico, le gusta cruzar y descruzar las piernas para distraer a los miembros que se sientan en la bancada opuesta, incluido Boris Johnson.

La parlamentaria Rayner pidió al medio que no publicara esta historia ya que no quería que sus hijos adolescentes tuvieran que pasar por ver como esta historia ridícula e insultante se hacía pública. En estos tiempos de fake news y del todo vale queda claro que la ética profesional se deja de lado para lograr un titular, 10 tweets, o simplemente vender 3 copias más de un tabloide.

En España al igual también hay medios que intentan ridiculizar a miembros de partidos políticos por haber tenido ciertos trabajos mientras miran hacia otro lado cuando hay otras diputadas que tienen en su contra sentencias firmes por fraudes diversos…el clasismo en España también se añade a la misoginia patria.

La líder del partido conservador en el comité de mujeres e inequidades ha deplorado la “misoginia” dirigida hacia su adversaria. Caroline Noakes ha llegado a decir que el parlamentario que ha hecho correr ese rumor debería estar avergonzado.

Angela Rayner tiene a los ojos de sus detractores tres defectos: ser mujer, ser de clase trabajadora y ser de Stockport en el norte de Reino Unido y no pertenece a las elites pudientes del sur de Inglaterra.

Angela se quedó embarazada con 16 años, dejando la escuela en ese momento y pasando por trabajar en residencias de ancianos donde comenzó a involucrarse en luchas sindicales.

Ella no estudió en Oxford o Cambridge, ni pasó por una cara Grammar School como la mayoría de los representantes políticos…” ¿cómo se atreve a estar en el Parlamento?” pensaran algunos de los compañeros de bancada o de los miembros del resto de partidos.

De entre los parlamentarios británicos que critican a Rayner hay 56 que están siendo investigados por conducta sexual inapropiada y un miembro del parlamento, del partido conservador ha sido pillado in fraganti en varias ocasiones viendo escenas pornográficas en su móvil durante las sesiones parlamentarias.

Es el club de los machitos, de los cuñados que palillo en boca sueltan barbaridades creyéndose graciosos y sintiéndose protegidos por sus congéneres que o bien se ríen o no se enfrentan para parar, de una vez por todas, estos comportamientos.

En nuestro país este club esta creciendo por desgracia y en vez de seguir progresando hacia la igualdad y la no discriminación, parece que volvemos a pasos agigantados a la España de los chistes de Arévalo, de la negación de la violencia de género, y del apuntar con el dedo a lo diferente.

¿Queremos que el “señorito Iván”, que tan bien representaba el recientemente fallecido Juan Diego en los Santos Inocentes dirija nuestras comunidades y gobiernos?

¿Volvemos a una España de señoritos en las que incluso los “Azarías” les votan?

Ni con Margaret Thatcher o Theresa May Reino Unido logra librarse del machismo