jueves. 18.04.2024
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Si sobre las espaldas de cualquier ciudadano común pesaran las causas que pesan sobre el ex presidente argentino, Mauricio Macri, la justicia ya habría dictaminado sentencia con toda la rigurosidad de la ley. Sin embargo cuando el señalado posee poder político y económico suficientes, la impunidad está garantizada.

La revelación de las escuchas ilegales a familiares de las víctimas del Submarino Ara San Juan, ordenadas por Mauricio Macri, es la prueba más palpable de la aberración que trajo consigo la vuelta de la derecha al poder durante 2015 a 2019. El ex presidente está imputado por haber ordenado y posibilitado la realización de tareas de inteligencia ilegal sistemáticas sobre quienes buscaban saber qué había sucedido con sus seres queridos que conformaban la tripulación del submarino desaparecido el 15 de noviembre de 2017.

Por esta causa el juez Martín Bava citó a indagatoria el ex presidente para este jueves 7 de octubre y le dictó la prohibición de salir del país. Pero el ex presidente se encuentra en Miami y aún no ha acusado recibo de las órdenes de Bava.

Mientras los medios de comunicación del poder económico concentrado se esmeran en minimizar lo que a todas luces es un escándalo, los rostros más relevantes de la derecha recalcitrante argentina no han dudado en la victimización como estrategia, o en la demonización del juez que tuvo el valor de citar al ex presidente.  

Otras investigaciones sobre los delitos cometidos por Macri en el transcurso de su gobierno, ya fueron analizadas mediante pruebas irrefutables. Bolivia también espera para juzgar al ex presidente por la venta ilegal de material bélico, utilizado para la represión durante el golpe de Estado que puso en la presidencia a Jeanine Añez. El fraude al Correo, los peajes, los parques eólicos, la venta de la firma Macair, la evasión fiscal, la ley de blanqueo a través de la cual benefició a miembros de su familia mediante de un Decreto de Necesidad y Urgencia; y un extenso etcétera de negocios incompatibles con la función pública, confirman que el ex presidente argentino no dejó ningún delito del Código Penal sin cometer.

El espionaje a los familiares del Ara San Juan es, de todos, el delito más cobarde. No existen precedentes en democracia de un acto tan vergonzoso. El nombre de Macri siempre estuvo ligado a cada una de las causas que se iniciaron por espionaje ilegal durante su gobierno. Sin embargo hasta el momento ningún juez se había atrevido a convocarlo a prestar declaración indagatoria, ni mucho menos a certificar que fue él el vértice del sistema de inteligencia que se dedicó al espionaje.

Hoy es el día en que el ex presidente argentino deberá sentarse ante el juez en la ciudad bonaerense de Dolores. Hoy se sabrá si lo hace o si se convierte en prófugo de la justicia.

Mauricio Macri: el espía, el evasor