jueves. 18.04.2024

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, describió el sábado como un “crimen imperdonable” la sangrienta represión de la policía contra los manifestantes argelinos en París hace 60 años, el reconocimiento más contundente por parte de un mandatario francés de una masacre en la que muchos cuerpos fueron arrojados al río Sena.

El 17 de octubre de 1961, bajo las órdenes del entonces jefe de la policía de París, Maurice Papon, agentes atacaron una manifestación de 25.000 argelinos partidarios del Frente de Liberación Nacional (FLN) que protestaban contra el toque de queda impuesto a los argelinos.

La marcha fue reprimida “de forma brutal, violenta y sangrienta”, dijo el despacho de Macron en un comunicado, añadiendo que unos 12.000 argelinos fueron detenidos, muchos resultaron heridos y decenas murieron.

Macron asistió a una ceremonia de conmemoración del aniversario en el puente de Bezons, al oeste de París, desde donde algunos argelinos habían iniciado su marcha y donde muchos cuerpos fueron recuperados del Sena.

“Admitió los hechos: los crímenes cometidos esa noche bajo la autoridad de Maurice Papon son inexcusables para la República”, dice el comunicado del Palacio del Elíseo.

La masacre, que tuvo lugar durante la guerra contra el dominio francés en Argelia, fue negada u ocultada durante mucho tiempo por las autoridades francesas. Las primeras conmemoraciones del suceso fueron organizadas en 2001 por el alcalde de París.

El número exacto de víctimas nunca se determinó, aunque algunos historiadores lo cifran en más de 200 muertos.

La conmemoración de este año tiene lugar en medio de tensiones diplomáticas entre París y Argel.

A principios de este mes, Argelia retiró a su embajador en París, debido a comentarios atribuidos a Macron, quien fue citado en el periódico Le Monde diciendo que los gobernantes de Argelia habían reescrito la historia de su colonización basada en “el odio a Francia”.

Argelia llamó a consultas a su representante en Francia tras lo que calificó de comentarios "irresponsables" atribuidos a Emmanuel Macron. El presidente francés consideró durante un encuentro con descendientes de protagonistas de la guerra de Argelia que, tras su independencia en 1962, la excolonia se construyó sobre "una renta de memoria", mantenida por "el sistema político-militar".

Argelia decidió llamar a consultas a su embajador en Francia, Mohamed Antar-Daoud, según anunció la televisión estatal. "Argelia llama a consultas a su embajador en París y se emitirá un comunicado al respecto", dijo en canal, afirmando que seguiría otra declaración explicativa.

Para justificar esta convocatoria, la presidencia argelino mencionó declaraciones del presidente francés Emmanuel Macron: "Tras las innegables declaraciones que varias fuentes francesas han atribuido por su nombre al presidente de la República Francesa, Argelia expresa su categórico rechazo a la inadmisible injerencia en sus asuntos internos que dichas declaraciones constituyen".

Estas declaraciones habrían sido, según los medios de comunicación argelinos, realizadas por el presidente francés durante un encuentro con descendientes de protagonistas de la guerra de Argelia, destinado justamente a calmar "esta herida conmemorativa".

"Nada puede absolver a las potencias coloniales de sus crímenes"

El presidente francés, Emmanuel Macron, durante una ceremonia en memoria de los Harkis, los argelinos que ayudaron al ejército francés en la Guerra de la Independencia de Argelia, en el Palacio del Elíseo en París, el 20 de septiembre.

Argelia declaró que estos comentarios "son un ataque intolerable a la memoria de los 5,63 millones de valientes mártires que sacrificaron sus vidas en su heroica resistencia a la invasión colonial francesa y en la gloriosa Revolución de liberación nacional".

"Esta desafortunada intervención contradice fundamentalmente los principios que deben regir toda cooperación argelino-francesa en materia de memoria", declaró la Presidencia argelina, argumentando que "nada ni nadie puede absolver a las potencias coloniales de sus crímenes, incluidas las masacres del 17 de octubre en París, que Argelia y su comunidad en Francia se disponen a conmemorar con dignidad".

Un precedente en mayo de 2020

Las relaciones entre París y Argel ya eran tensas. El embajador de Francia en Argel, François Gouyette, fue convocado al Ministerio de Asuntos Exteriores argelino para notificarle "una protesta formal del Gobierno", tras la decisión de París de reducir a la mitad el número de visados concedidos a los argelinos que deseen viajar a Francia.

El Ministerio de Asuntos Exteriores argelino calificó de "decisión unilateral del Gobierno francés" la medida, que según Francia responde a la negativa de los Gobiernos magrebíes a acoger a los inmigrantes ilegales enviados por París.

Por otra parte, es la segunda vez que Argel convoca a su embajador en París desde mayo de 2020. En aquel momento, el embajador, Salah Lebdioui, había sido objeto de una retirada "inmediata" tras la emisión de un documental sobre el movimiento de protesta prodemocrático Hirak, emitido por France 5 y el canal parlamentario.

Macron califica masacre de argelinos en 1961 como "crimen imperdonable"