sábado. 27.04.2024

Algunas bromas en internet dicen que solo quedan dos Primeros Ministros de aquí a Navidad, a candidato por mes, aludiendo a la rapidez con la que Liz Truss ha sido empujada de su posición por su mismo partido tras solo 45 días en el poder.

Liz Truss no ha demostrado más que lo que se le suponía y no ha defraudado. No trajo ideas, cambió de parecer rápido en numerosas materias, no tuvo liderazgo y tampoco mostró lealtad a nadie en su equipo y a primeras de cambio y para evitarse problemas expulsó de la Cancillería a Kwasi Kwarteng.

La expulsión de Kwasi Kwarteng vino acompañado de un giro de 180 grados en sus “mini presupuestos” y donde bajaba los impuestos ahora los revirtió a la situación original, sin temblarle el pulso.

Esa bajada de impuestos similar a la que en Andalucía y Madrid se han decidido, y que solo benefician a los más ricos, fue destrozada por el poder de los mercados financieros, instituciones económicas y con un montón de críticas desde dentro de su mismo partido.

Los gobiernos conservadores de estas dos comunidades autónomas quizás veían a Reino Unido como el país que mejor ejemplificaba todas esas propuestas políticas conservadoras, y ahora ven como en cuestión de días el adalid del liberalismo en Europa, Reino Unido, ha de cambiar de rumbo hacia una política fiscal menos liberal y que mire por el bien de los colectivos que les representan y no solo por sus amigos de la elite.

La bajada de impuestos similar a la que se han decidido en Andalucía y Madrid, y que solo benefician a los más ricos, fue destrozada por el poder de los mercados financieros

No esperamos que Díaz Ayuso y Bonilla entiendan que a veces las políticas fiscales ultraliberales no son idóneas en un clima como el actual, inflacionista, y cambiante.

Liz Truss llegó con los apoyos justos y un montón de dudas acerca de sus capacidades y estas dudas se convirtieron en realidad una vez se mudó a 10 Downing Street.

La elección de su gabinete en ocasiones dejaba claro que el fondo de armario de su partido iba siendo cada vez más escaso, y en otras ocasiones mostraba la falta de capacidad y conocimiento de aquellos que iba colocando al frente de diferentes ministerios.

Kwasi era un ejemplo de alguien que no cumplía currículo para un puesto de la categoría de Chancellor y Thérèse Anne Coffey, al frente de sanidad, es más de lo mismo.

…y estamos a la espera de saber quién le va a suceder al frente del país, con un rumor extendido de que el causante de todo este caos y que fue expulsado por sus propios colegas de partido, Boris Johnson, podría estar barajando presentarse de nuevo para seguir escribiendo páginas de la política británica y poniendo en bandeja un guion perfecto para una serie cómica de televisión. 

El problema es que mientras muchos ayer nos reíamos con la situación, y aplaudíamos la creatividad con memes como el que concluía que Liz Truss ha durado menos que una lechuga, el país está en una situación bastante preocupante sin un líder en un gobierno que lleva haciendo aguas desde el referéndum del Brexit.

Las bravuconadas imperialistas han sido probadas erróneas y ya nadie saca pecho, ni se le ocurre decir que el Brexit ha afectado más a la Unión Europea que a Reino Unido como vaticinaban esas “cabezas pensantes” y que además aseguraban que la independencia del malvado ogro europeo y de sus burócratas en Bruselas iban a llevar al país a un crecimiento inigualable… y así estamos ahora, crecimiento hacia abajo, querían decir.

Las bravuconadas imperialistas han sido probadas erróneas y ya nadie saca pecho, ni se le ocurre decir que el Brexit ha afectado más a la Unión Europea que a Reino Unido

La elección de líder esta vez va a ser más rápida y parece ser que será una carrera entre candidatos que ya han perdido previamente en este concurso, o quizás entre alguna política o político más o menos desconocido, no les queda ya de donde elegir.

Al igual que nadie augura la posibilidad de un referéndum de adhesión a la UE a medio plazo, es muy remota la posibilidad de que el partido conservador decida convocar elecciones generales en un momento en el que perdería estrepitosamente su representación en la Cámara de los Comunes y muchos se aventuran a vaticinar que el daño que se han autoinfligido los Tories con su pobre estilo de gobierno y errores continuos en los últimos años va a suponer 2 o 3 legislaturas del Partido Laborista de Keir Starmer.

Reino Unido y su gobierno se ha parecido mucho a la Comunidad de Madrid con Díaz Ayuso: las no medidas contra el coronavirus fueron similares, las fake news de sus líderes han sido similares, los contratos a dedo también se repiten de forma similar, y las medidas fiscales que han acabado con Liz Truss son aún a día de hoy, algo con lo que siguen sacando pecho los lideres de Madrid.

Las épocas de crisis nunca son un problema para las elites ya que durante estos periodos es cuando amasan sus fortunas

La pérdida continua de reputación, la inflación, la bajada de valor de la libra esterlina, y la falta de crecimiento económico hace que no sea el país al que muchos llegamos para trabajar y asentarnos hace lustros, y no tiene visos de mejora ni a medio ni a largo plazo.

Jacob Rees-Mogg, parlamentario conservador conocido por su fortuna heredada y su vasta familia ya decía en 2018 que el Brexit no daría beneficios a corto plazo y estimaba que llegarían tras cinco décadas fuera de la Unión Europea. 

Las épocas de crisis nunca son un problema para las elites ya que durante estos periodos es cuando amasan sus fortunas a costa de las clases medias y trabajadoras.

2023 parece que será muy parecido a 2022 y no hay brotes verdes en ningún área en Reino Unido. Muchos ciudadanos extranjeros y británicos seguirán saliendo del país, y su repulsa hacia los inmigrantes con decisiones políticas detestables quizás tengan que pasar a ser políticas de bienvenida a una inmigración, la que sea, que vuelva a ofrecer mano de obra barata a un país que necesita políticas que relancen su economía y no a costa de sus hospitales, colegios, o derechos sociales.

A ver si tomamos nota y aprendemos de errores ajenos. 

Liz Truss y la facilidad para llegar a presidir Reino Unido