sábado. 20.04.2024
El presidente de la República, Sergio Mattarella, y el primer ministro italiano Mario Draghi

Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, unos 77 años, Italia ha tenido 68 gobiernos. Sale un ejecutivo cada poco más de un año. Sólo en este siglo XXI Italia ha tenido ya a diez primeros ministros.

Tras escuchar a los presidentes de las Cámaras y de conformidad con el artículo 88 de la Constitución italiana, el Presidente de la República, Sergio Mattarella, firmó el decreto de disolución del Senado y de la Cámara de diputados. 

Las listas de candidatos se presentarán dentro de un mes. Los días 12, 13 y 14 de agosto son la fecha límite para que todos los partidos depositen sus símbolos electorales y refrendos, y las listas deben presentarse el 21 y el 22 de agosto de acuerdo con el calendario electoral.

Italia es un país que suele dar sorpresas en las elecciones. Durante décadas después de la Segunda Guerra Mundial, desaparecido el gobierno de unidad nacional en mayo de 1947, que significó el comienzo de la Guerra Fría en Europa Occidental, la Democracia Cristiana fue el partido hegemónico que mediante pactos consiguió evitar que el partido comunista más potente de Occidente llegara al poder.

Rota la hegemonía de la democracia cristiana en la derecha y del partido comunista en la izquierda, a partir de las elecciones de 1992,  las divisiones y fracciones en las formaciones políticas ha sido contínua. Han surgido potentes formaciones como 5 estrellas que dieron la sorpresa y se convirtieron en primer partido en las últimas elecciones generales de 2018 con casi 11 millones de votos, los mismos que la suma de Liga Italia y el Partido Democrático, segundo y tercer partido en representación. La impronta de Berlusconi ha marcado asimismo las últimas décadas. Ambas formaciones se presentaban como partidos antisistema, contra “los políticos” tradicionales. Ese mensaje ha tenido ecos asimismo en otros países europeos.

En la actualidad y según la media de las encuestas publicadas hay tres formaciones de derechas, más o menos extremas que parecen aglutinar el voto conservador. Están dirigidas por Matteo Salvini, Silvio Berlusconi y Giorgia Meloni. Los tres han contribuido de forma decisiva a la caída de Draghi y se han congratulado de ir a elecciones. Quien ha exigido elecciones desde el primer momento ha sido la formación de Meloni "Hermanos de Italia".

Es imposible en el momento presente hacer predicciones sobre qué candidaturas se presentarán definitivamente ante los electores el 25 de septiembre. Las alianzas y pactos previos están por configurar. Tanto 5 estrellas, como el Partido Democrático y las fuerzas de derechas han sufrido escisiones recientemente, salidas de diputados, formación de nuevos partidos y es temerario aventurar como se configurará el próximo escenario electoral.

Puede aventurarse que el Partido Democrático en el polo progresista y los Hermanos de Italia en el conservador serán las formaciones con más apoyos con 5 estrellas y la Liga como tercera o cuarta fuerza política. 

Ninguna formación alcanza el 25% en las encuestas realizadas hasta la fecha y queda por saber que repercusión tendrá en los votantes la actitud de cada una de ellas en la caída del gobierno de Draghi.

Los motivos aducidos por Giuseppe Conte, lider de 5 estrellas y ex primer ministro, para cuestionar la continuidad del gobierno de unidad deberán ser valorados por los electores, si bien de entrada ha supuesto un momento de ruptura total con el Partido Democrático. Este partido a través de uno de sus dirigentes Enrico Letta ha declarado que “nunca más” se volverán a aliar con los “grillini”.

En otro orden de cosas queda por saber el futuro de Matteo Renzi y de su formación Italia Viva o el de Luigi di Maio que junto a un numeroso grupo de diputados ha abandonado 5 estrellas.

El Partido Comunista de Marco Rizzo se ha aliado con Ancora Italia y Reconquistar Italia bajo la bandera Unidos por la Constitución. Por su parte, Poder para el Pueblo y Refundación han formado Unión Popular. 

Numerosas pequeñas formaciones de centro y de centro derecha deberán decidir en pocos días con quien se presentan.

Si es difícil concretar cuáles serán los partidos, aún lo es más, en consecuencia, definir los nombres de los que serán candidatos. Dependerá de la alianzas partidarias y del hecho de que la ley electoral italiana no prevé el nombramiento directo del primer ministro. Eso se negocia luego. Mientras en el centro-izquierda, la elección del candidato a jefe del Gobierno se suele hacer mediante primarias en la coalición, en el centro-derecha por regla general, el líder del partido de la coalición capaz de sacar más votos en las urnas.

Es seguro que Giorgia Meloni será la cabeza de cartel de la candidatura ultraderechista de Hermanos de Italia, En el otro gran partido fascista, La Liga, Matteo Salvini sigue al frente. Su sueño es poder gobernar, si es necesario, junto a la Forza Italia de Silvio Berlusconi. El que ya ha sido tres veces primer ministro del país, vuelve a estar dispuesto a presentarse según ha manifetado.

Por la izquierda hay más interrogantes. El Movimiento 5 Estrellas, que llegó a ser el partido más votado, pasa hoy por malos momentos con profundas divisiones internas.

Cuesta imaginar de nuevo una coalición de centro izquierda de los "estrellados" junto al Partido Democrático. El secretario general de estos últimos, Enrico Letta, ya ha dicho que "con ellos, nunca más". Además, los 5 Estrellas son más débiles ahora, tras la escisión capitaneada por Di Maio, actual ministro de Exteriores.

Las próximas semanas se irá aclarando el panorama y mantendrá ocupados a los dirigentes políticos en pleno "ferragosto".

Los italianos llamados a las urnas el próximo 25 de septiembre