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El informe Draghi sobre el "Futuro de la competitividad europea", presentado el 9 de septiembre de 2024, traza un plan para asegurar el liderazgo competitivo de la Unión Europea (UE) frente a los desafíos globales. Encomendado por Ursula von der Leyen, el documento destaca la necesidad de acelerar la innovación, mejorar la seguridad energética, reducir dependencias externas y financiar inversiones clave para garantizar el crecimiento económico sostenible.
Transformaciones esenciales. El informe reconoce tres áreas clave donde Europa debe acelerar su transformación: la innovación, la descarbonización y la reducción de vulnerabilidades geopolíticas. Europa cuenta con una base sólida gracias a su economía abierta y su marco legal robusto, pero los cambios geopolíticos y la creciente competencia global exigen una estrategia renovada.
Cierre de la brecha de innovación. Uno de los principales desafíos que enfrenta la UE es su rezago en términos de innovación tecnológica, especialmente en comparación con Estados Unidos. Draghi destaca la falta de inversión en I+D y la necesidad de enfocarse en sectores emergentes como la inteligencia artificial (IA) y la computación de alto rendimiento. Europa necesita crear un entorno favorable para startups tecnológicas, facilitando su escalamiento y fomentando la soberanía tecnológica en áreas clave como la encriptación y la nube.
Descarbonización y competitividad. La descarbonización es vista como una oportunidad para Europa, que lidera en tecnologías limpias. Sin embargo, los altos costos energéticos y la falta de inversión en infraestructuras energéticas amenazan su competitividad. El informe sugiere la implementación de contratos de compraventa de energía (PPA) y la reducción de la burocracia en la concesión de permisos para proyectos de energía limpia. Además, recomienda una estrategia europea que combine herramientas políticas para asegurar la transición energética sin comprometer la competitividad industrial.
Seguridad y reducción de dependencias. El deterioro de las relaciones geopolíticas y la dependencia europea de materias primas críticas (CRM) provenientes de países como China son otras preocupaciones. Draghi propone una política económica exterior más asertiva y la creación de reservas estratégicas de CRM. En paralelo, sugiere incentivar la producción y reciclaje interno de estas materias, promoviendo la innovación en materiales alternativos.
Financiación de inversiones. Se estima que Europa necesitará entre 750 y 800 mil millones de euros anuales adicionales para financiar la transición energética, la defensa y el liderazgo en tecnologías digitales. La fragmentación de los mercados financieros europeos y la baja inversión pública dificultan este objetivo. Draghi aboga por una mayor integración de los mercados de capitales, la creación de una autoridad europea de valores y una emisión de deuda conjunta para proyectos estratégicos.
Reforzamiento de la gobernanza. El informe también subraya la necesidad de reformar los procedimientos legislativos de la UE, actualmente demasiado lentos para hacer frente a los cambios globales. Sugiere simplificar la burocracia, acelerar los procesos regulatorios y garantizar una gobernanza más flexible que permita a los Estados miembros avanzar más rápido en áreas críticas.
En resumen, el informe Draghi presenta un plan ambicioso para asegurar el futuro competitivo de Europa, haciendo hincapié en la necesidad de acelerar la innovación, asegurar la energía y reducir dependencias externas, todo ello bajo un marco de gobernanza más ágil y eficiente.