jueves. 25.04.2024
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@jgonzalezok y @gab2301 | El sueño de la izquierda brasileña de derrotar al presidente Jair Bolsonaro en la primera vuelta de las elecciones de este domingo no se pudo cumplir. La extrema derecha bolsonarista dio una demostración de fuerza sorprendente y consiguió llevar las elecciones para el segundo turno, el 30 de octubre. Con el 99,94 % de los votos escrutados, el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores (PT) obtuvo el 48,42 % (57.254.672 votos), frente al 43,21 % de Bolsonaro (51.070.672 votos)

Lula tuvo menos votos de lo que le venían dando las encuestas, que oscilaban en torno al 48-50 %. La gran sorpresa fue Bolsonaro, al que los sondeos le venían dando un techo del 34 %. El papel de las empresas encuestadoras comenzó a ser discutido ante los resultados. “Los sondeos no captaron la fuerza del bolsonarismo”, dijo la analista política Vera Magalhães. Otros especialistas apuntan la posibilidad de que los sondeos no recogieran el voto vergonzante a favor de Bolsonaro, que se produjera un boicot de los partidarios del presidente a las encuestas y un error en el diseño de las muestras.

Luiz Inácio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores (PT) obtuvo el 48,42 % (57.254.672 votos), frente al 43,21 % de Bolsonaro (51.070.672 votos)

Los resultados fueron conmemorados en el bolsonarismo, que además consiguieron un número importante de ministros y aliados electos para gobernadores y cargos legislativos. Entre ellos, el hasta ahora vicepresidente, general en la reserva Hamilton Mourão. Uno de los ejemplos más simbólicos fue el del también general Eduardo Pazuello, ex ministro de Sanidad, responsable de la desastrosa gestión de la pandemia, que fue el candidato a diputado federal más votado en Río de Janeiro. Otro exponente del bolsonarismo radical, la ex ministra de la Mujer, Familia y Derechos Humanos, la pastora Damares Alves, obtuvo un escaño en el Senado Federal.

“La votación del presidente muestra cuánto el conservadurismo está enraizado en Brasil. Esta sociedad generó este presidente y puede muy bien reelegirlo. Aunque no lo haga, el legado bolsonarista no desaparecerá con el presidente”, dijo Angela Alonso, profesora de Sociología de la USP (Universidad de São Paulo) e investigadora del Centro Brasileño de Análisis y Planificación, en artículo en Folha de S.Paulo.

Simone Tebet y Ciro Gomes dejaron entrever que apoyarían a Lula

Los candidatos que llegaron en tercero y cuarto lugar tuvieron en ambos casos menos del 5 % de los votos. Se trata de Simone Tebet, que encabezaba una coalición de centro-derecha, y Ciro Gomes, del Partido Democrático Trabalhista (PDT, centroizquierda). Se espera de ambos un rápido pronunciamiento respecto a la segunda vuelta. Tebet habló de 48 horas, aunque dejó entrever que apoyaría a Lula. Ciro Gomes, por su parte, que fue ministro en el primer gobierno de Lula, hizo una declaración, de menos de dos minutos, en la que dijo : “Nunca vi una situación tan compleja, tan desafiante, tan potencialmente amenazadora sobre nuestro destino como nación”. Y pidió unas horas para conversar con su partido y aliados, lo que provocó esperanzas en la izquierda que también apoye a Lula.

Lula hizo una declaración en la que dijo que “apenas era una prórroga” y que usará el segundo turno para ampliar alianzas y madurar propuestas

En cuanto los resultados fueron anunciados, Lula hizo una declaración en la que dijo que “apenas era una prórroga” y que usará el segundo turno para ampliar alianzas y madurar propuestas: “Nunca gané una elección en el primer turno. Todas las elecciones que disputé fue en el segundo turno, todas. Lo que es importante es que el segundo turno es la posibilidad de madurar tus propuestas y de diálogo con la sociedad. Y construir un abanico de alianzas”.

Por su parte, Bolsonaro tendrá treinta días más para usar todo el aparato del Estado para conseguir la reelección, como ya hizo en los últimos meses. Apuesta a que la situación económica mejore y está dispuesto a usar el presupuesto para conseguir votos. Y se espera que en la campaña insista en su agenda de costumbres (antiaborto, políticas de género, etc.), que le dio buen resultado en la recta final de la primera vuelta.

En contra de lo que venía diciendo desde hace años, Bolsonaro no habló ahora de fraude electoral ni se refirió a las urnas electrónicas, que rechaza. Dijo apenas que iba a esperar lo que le informen las Fuerzas Armadas, que fueron invitadas por el Tribunal Supremo Electoral a integrar una comisión de transparencia. Pero sí insistió en otro de sus objetivos favoritos, las empresas de sondeos, al afirmar que había vencido las mentiras previstas en las últimas encuestas, interpretando también que esos errores “ayudan a llevar votos para el otro lado”

Habrá segunda vuelta en Brasil, con Bolsonaro más fuerte de lo previsto