viernes. 29.03.2024

El Ministerio Público Federal presentó el 27 de septiembre una solicitud a la Justicia de Brasil para que el expresidente Luíz Inácio Lula da Silva pase a cumplir  pena en el régimen semiabierto.

La solicitud fue firmada por los fiscales de la operación Lava Jato: Deltan Dallagnol, Roberto Pozzobon y Laura Tessler. Ellos argumentan que Lula ya habría cumplido una sexta parte de su condena y tiene buena conducta en prisión, por lo tanto, podría ser beneficiado con la progresión de régimen.

El equipo solicita que al ministro del Supremo Tribunal Federal de Brasil, Edson Fachin, se le notifique la solicitud en virtud del hábeas corpus que trata sobre Sergio Moro, sospechoso de la coordinación de los procesos en los que está envuelto el expresidente.

La defensa del expresidente reiteró que «a Lula se le debe restablecer su libertad plena porque no cometió ningún delito y fue condenado mediante un proceso ilegítimo y corrompido por flagrante nulidades». En un comunicado, el abogado Cristiano Zanin Martins anunció el 30 de septiembre una reunión con Lula, y esa será su decisión en cuestión.

La presidenta nacional del PT, la diputada Gleisi Hoffman (PR), criticó la decisión del equipo de la operación Lava Jato por solicitar a la Justicia de Brasil que se transfiera al expresidente a prisión en régimen semiabierto. «Luiz Inácio Lula da Silva tiene derecho a la libertad plena, su proceso fue viciado y manipulado con un enfoque político, según las revelaciones de #VazaJato. El Supremo Tribunal Federal debe procesar las sospechas sobre Moro y anular el proceso liberando a Lula de inmediato sin ningún régimen de prisión. Este es el golpe de Dallagnol», afirma Gleisi, en las redes sociales

Luiz Inácio Lula da Silva, ha rechazado la posibilidad ofrecida por los fiscales de salir de la cárcel bajo condiciones.

“No cambio mi dignidad por mi libertad”, afirmó el ex jefe de Estado en una carta escrita a mano, divulgada por sus abogados y en la que rechazó la posibilidad de poder salir de la cárcel para trabajar, propuesta la semana pasada por la Fiscalía, por considerar el exgobernante que tanto su proceso como su condena carecen de legitimidad.

En una carta escrita desde prisión, el exmandatario denuncia “arbitrariedades” y “mentiras” en las acusaciones

“Quiero que sepan que no acepto cambalaches con mis derechos y mi libertad. Ya demostré que son falsas las acusaciones que me hicieron. Son ellos (los fiscales) y no yo los que están presos en las mentiras que le contaron a Brasil y al mundo”, aseguró el expresidente (2003-2010) en la misiva que escribió desde su celda en el centro situado en la sureña ciudad de Curitiba.

Agregó que los fiscales de la Lava Jato deberían pedirle disculpas al pueblo brasileño, “a los millones de desempleados y a mi familia” por el mal que le hicieron a la democracia, a la Justicia y a Brasil. Lula afirma que no descansará “hasta que la verdad y la justicia vuelvan a prevalecer”

“Ante las arbitrariedades cometidas por los fiscales y por Sergio Moro (el actual ministro de Justicia que fue el juez que lo condenó) le corresponde ahora a la Corte Suprema corregir lo que está equivocado para que se haga justicia independiente e imparcial. Como es debido a todo ciudadano”, agregó.

Lula dijo ser consciente de su decisión de rechazar la posible libertad condicional, al afirmar que tiene “plena conciencia” de todas sus decisiones en el proceso y no descansará “hasta que la verdad y la justicia vuelvan a prevalecer”.

De acuerdo con su abogado, Lula lo único que acepta es que la Corte Suprema analice los recursos que presentó desde el año pasado y en que pide que el proceso contra él sea totalmente anulado por haber sido promovido por fiscales y por un juez con imparcialidad dudosa.

El abogado agregó que la intención de Lula no es incumplir una decisión judicial, en caso de que el juez de ejecuciones penales le conceda el régimen semiabierto, sino que se respete su derecho de no aceptar negociaciones ni condiciones para liberarlo por considerar ilegítimo todo el proceso.

En la petición que hicieron el viernes para que la Justicia permita que Lula cumpla el resto de su condena en régimen semiabierto, los fiscales alegaron que el “cumplimiento de la pena privativa de libertad tiene como propósito su ejecución de forma progresiva”, con la “paulatina reinserción del preso a la convivencia social”, y que el expresidente tiene ese derecho por buen comportamiento y por haber cumplido una sexta parte de la condena.

Lula cumple actualmente una pena de ocho años y diez meses de prisión, ratificada en tres instancias diferentes, por los delitos de corrupción pasiva y blanqueo de capitales, tras haber sido hallado culpable de recibir un apartamento en la playa a cambio de favores políticos a la empresa OAS, una de las constructoras favorecidas con contratos con la petrolera estatal Petrobras.

El exgobernante tiene otros procesos abiertos en la Justicia por diferentes corruptelas pero en todos se ha declarado inocente y víctima de una “persecución judicial” que busca evitar su regreso al poder.

MPF solicita a la Justicia de Brasil que Lula cumpla su pena en el régimen semiabierto