martes. 23.04.2024

¿Cuánto tiempo ha de pasar?

¿Cuántos muertos más habrá?

¿Cuántas vidas perdidas se necesitarán?

No sé si la respuesta estará en el viento, la ciudadanía es la que tiene ahora la palabra.

¿Hasta cuándo?

¡Basta ya!

Y no es una expresión vacua o el título de un informe más, es el grito que ha de sonar y volar como un silbido hasta hacer salir a este país de un letargo colonialista de dos siglos.

Ya no es tiempo de llorar, han sido océanos de lágrimas. Ya no es tiempo de resiliencia, son demasiadas mejillas abofeteadas.

Es tiempo de decir ¡basta ya!

No más Dilans, no más lideresas asesinadas, no mas voces silenciadas.

No más crímenes de Estado ni falsos positivos, no más Esmad, ni más mentiras políticas.

Por todas las personas caídas a manos del sinsentido de una violencia que es la única que debe morir

Por una Colombia en paz, con justicia social.

Váyanse, politicuchos de mierda (con perdón)

¡Elecciones, ya!

A Dilan y a todos los que dieron su vida por una Colombia en paz

“Si llegáis tarde un día
y encontráis frío mi cuerpo;
de nieve, a mis camaradas
entre sus cadenas muertos…
recoged nuestras banderas,
nuestro dolor, nuestro sueño,
los nombres que en las paredes
con dulce amor grabaremos.

Y en la soledad del muro
hallaréis mi testamento:al mundo le dejo todo
lo que tengo y lo que siento,
lo que he sido entre los míos,
lo que soy, lo que sostengo:
una bandera sin llanto,un amor, algunos versos…
y en las piedras lacerantes
de este patio gris, desierto,
mi grito, como una estatua
crucificada y rota, en el centro”

Marcos Ana

Dilan, blowing in the wind