sábado. 20.04.2024
aborto en argentina

La respuesta de la Iglesia Católica al proyecto de ley de despenalización del aborto que enviará al Congreso el presidente argentino, fue contundente. El arzobispo de la ciudad de La Plata, Víctor Manuel Fernández, aseguró que “el aborto es una moneda de cambio para otras iniciativas”, aunque no especificó a cuáles se refería.

“Dentro de los próximos 10 días presentaré un proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo que legalice el aborto en el tiempo inicial del embarazo y permita a las mujeres acceder a ese derecho cuando toman la decisión de abortar”, sostuvo Alberto Fernández durante su discurso de apertura de sesiones extraordinarias del pasado 1 de marzo, atendiendo a un reclamo que crece al mismo ritmo que las estadísticas de mujeres fallecidas en abortos clandestinos.

Para los “pro vida”, la ley que despenaliza el aborto es “una moneda de cambio para otras iniciativas”; lo cual evidencia que no es el aborto lo que desvela a la Iglesia, sino la conquista de derechos

Apenas cuatro días más tarde del anuncio del presidente argentino, el arzobispo de La Plata convocó a una “Misa por la Vida” en la Basílica de Luján. Ante los feligreses, identificados con el pañuelo celeste cuyo lema es “Cuidemos las dos vidas”, Víctor Manuel Fernández dijo que el presidente argentino “no advierte que eso le gana aplausos de algunos, pero pone el dedo en la llaga de la mitad de los argentinos”.

La estrategia del Episcopado es convocar a resistir la ley de despenalización del aborto a través de las redes sociales; una herramienta que ya le ha sido de utilidad para reunir a centenares de “pro vida” ante las puertas del Congreso durante los debates de 2018.

Las cifras de muertes por abortos clandestinos son escalofriantes. Tanto es así, que en Argentina el aborto es la primera causa individual de muerte materna. Según el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), en Argentina se realizan entre 370 mil y 520 mil abortos por año de forma clandestina; y desde el retorno de la democracia, en 1983, 3030 murieron como consecuencia de esta clandestinidad.

Pero a la Iglesia Católica las estadísticas le traen sin cuidado. La férrea postura de la misma institución que en el país apoyó a la dictadura más sangrienta, no permite una grieta por donde pueda colarse el sentido común. Para los “pro vida”, la ley que despenaliza el aborto -que según la Organización Mundial de la Salud “salvaría miles de vidas”- es “una moneda de cambio para otras iniciativas”; lo cual evidencia que no es el aborto lo que desvela a la Iglesia, sino la conquista de derechos.

Aborto en Argentina: moneda de cambio