Más de la mitad de los 15 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU denunciaron este viernes en un comunicado conjunto los constantes crímenes contra la humanidad que tienen lugar en Corea del Norte como resultado de "políticas establecidas desde el más alto nivel del gobierno".
"La gravedad, escala y naturaleza de las violaciones de Corea del Norte revelan un estado sin igual en el mundo contemporáneo, y esos crímenes se cometen siguiendo las políticas establecidas al más alto nivel del Estado", dijo en una intervención virtual el embajador de Alemania ante la ONU, Christoph Heusgen.
La declaración, firmada también por Bélgica, República Dominicana, Estonia, Francia, Reino Unido, EE.UU. y Japón, es el resultado de la comisión de investigación de la ONU para Corea del Norte, y se ha dado a conocer poco después de celebrarse una sesión a puerta cerrada del Consejo de Seguridad para hablar de la situación en ese país.
Estos ocho países denuncian, además, en su comunicado que se estima que unas 100.000 personas en Corea del Norte, entre ellas niños, permanecen encarceladas en campamentos de presos políticos "donde se les somete a tortura, trabajos forzados, ejecuciones sumarias, inanición, violencia sexual y de género y otras formas de trato inhumano".
Muchos de los prisioneros, señalan, se encuentran en estos campamentos por el "sistema de culpabilidad por asociación, que permite que se encarcele hasta a tres generaciones de una misma familia, incluyendo niños, junto con los acusados".
"El Gobierno de Corea del Norte busca, y en muchos aspectos ha logrado, el control total sobre el pueblo norcoreano", denuncian los miembros del Consejo de Seguridad, que apuntan a que en especial son las mujeres las que más sufren las crueles medidas.
Además, revelan que los desertores de Corea del Norte han afirmado que "todo aquel que es mayor de 12 años es obligado a asistir a las ejecuciones públicas, que sirven para recordar a los ciudadanos de las consecuencias de oponerse al gobierno".
La libertad de expresión, asociación, movimiento o religión están "tan restringidas que en la práctica son inexistentes", lo que ha llevado a decenas de miles de norcoreanos a huir del país, señala la ONU, mientras que las naciones por las que pasan en su huida están obligadas a repatriar a los que buscan asilo.
A su vuelta forzada al país, añade el informe, son víctimas de "tortura, violencia sexual, encarcelamiento, abortos forzados y, en algunos casos, ejecuciones".
Corea del Norte, además, "está usando la pandemia global para aplicar mano dura en relación con los derechos humanos de su propia gente".
"Estamos muy preocupados por un aumento importante de ejecuciones relacionadas con la covid-19, así como el control de movimiento en la capital y sus alrededores", afirma este grupo de países liderados por Alemania, que añaden que la violación de derechos humanos de Corea del Norte "supone una seria amenaza para la paz y seguridad internacional".
Por ello, exigen al país que abandone sus armas nucleares y sus programas de armamento balístico "de manera completamente verificable y de forma irreversible de acuerdo con la resolución relevante del Consejo de Seguridad".
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