A finales de noviembre de 2019, a la par del nombramiento de Salvador Romero como nuevo presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE) del Estado Plurinacional de Bolivia, también se promulgó la Ley de Régimen Excepcional y Transitorio para la Realización de Elecciones Generales en cual se estableció un plazo de 120 días para celebrar las nuevas elecciones en el país.
El plazo para la conformación del pleno del TSE fue de 20 días, es decir, que recién el 18 de diciembre se conformó en su totalidad el TSE (siete miembros) y a partir de allí tenía un plazo de 2 días (hasta 20 de diciembre) para lanzar la convocatoria a elecciones conjuntamente con el cronograma electoral. Este plazo se amplió por 10 días más por las fiestas de fin año. Por entonces afirmaron que la convocatoria se publicaría el 2 de enero del 2020 y luego el 6 de enero, aunque el día de hoy ya desde el TSE adelantaron algunas fechas importantes.
El cronograma debe estructurar todo el proceso de elecciones en 120 días y, de acuerdo a este plazo, las elecciones deberían celebrarse el 3 de mayo de 2020.
La ley transitoria, además, menciona algunos plazos, cuyas fechas estarían sujetas al cronograma: alianzas de los partidos 10 días antes de las inscripciones; plazo de inscripción de candidatos, 7 días; el cómputo de votos debe realizarse en 7 días; y repetición de elecciones en 14 días. Otras actividades que debe realizar el TSE no cuentan con plazo entre estás están: saneamiento del padrón electoral, publicación de inhabilitados, designación de jurados electorales; delimitación de las circunscripciones. Seguramente los plazos de estas actividades están a consideración del TSE, que debe distribuirlos dentro de 120 días. Cabe resaltar que esta ley incluye habilitar al órgano electoral a realizar contrataciones de servicio y producto de forma directa, a fin de abreviar los procesos electorales.
