viernes. 29.03.2024
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Orquestado por el gobierno de Iván Duque, Colombia atraviesa un período signado por el terrorismo de estado. Sólo en lo que va de este año la cifra alcanza a 74 fallecidos a manos de la policía, el ejército y paramilitares defensores acérrimos del proceso iniciado por Duque en agosto de 2018. 

La nueva víctima de la fuerza opresora del gobierno es el gestor cultural José William Mayoral, acribillado a balazos mientras se desplazaba en su motocicleta rumbo a su domicilio.

Mayoral era un destacado líder artístico de Putumayo, ciudad en la cual se desempeñó como Director de Cultura. Actualmente presidía la Junta de Acción Comunal del barrio La Esmeralda, además de militar en el Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS).

Según reveló el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (INDEPAZ), en lo que va del mes de junio han sido asesinados seis líderes sociales. El primero de ellos fue el de la comunicadora indígena Beatriz Cano, en Norte del Cauca. Cano fue baleada en una incursión armada en el municipio de Santander de Quilichao por un grupo de hombres que se movilizaban en un vehículo negro; el mismo desde el cual se produjo el ataque a la sede de la alcaldía de esa población el pasado 4 de junio.

Estudios para el Desarrollo y la Paz informa que la mayoría de los asesinados por el terrorismo de estado “trabajaban en solidaridad con las víctimas de la masacre del Llano Verde y dirigían su apoyo a los jóvenes en resistencia durante el Paro Nacional”.

Si bien las cifras establecidas por INDEPAZ hablan de 74 líderes sociales asesinados, se estima que el número asciende a más de 900; ya que la persecución y el asesinato contra éstos se intensificó al iniciarse el período presidencial de Iván Duque, y no necesariamente desde el levantamiento popular que precedió a la huelga que desató los enfrentamientos entre civiles y militares. 

"Luego de realizar el proceso de duplicación, contrastación y verificación de registros proporcionados por otras instituciones y organizaciones, el sistema de monitoreo arrojó una cifra aún más escalofriante, de 904 casos", detalló Eduardo Cifuentes, presidente de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).

En su libro “¿Por qué los matan?”, el escritor colombiano Ariel Ávila arriesga una hipótesis que pretende responder al interrogante planteado en el título de su obra. Ávila sostiene que “la victimización actual frente a líderes sociales es como una fase dentro de muchas otras, es un protocolo de destrucción de la democracia. El primer paso es la violencia generalizada, con múltiples homicidios, masacres y desplazamientos forzados. Posteriormente, luego de una duración de unos pocos años, se produce una homogenización política por desplazamiento o eliminación y por ende la zona se pacifica, al estar sometido a una estructura ilegal. Esto termina por cambiar el aparato productivo de la región, la propiedad agraria y el censo electoral. Posteriormente, aparece la violencia selectiva, en la que se debe asesinar o callar a líderes específicos. Finalmente, aparece el autoritarismo, sin oposición, con niveles de violencia bajos y una clase política beneficiada”.

Ya son 74 los líderes sociales asesinados en Colombia